⚤︎♡︎ℙ𝕦𝕥𝕒♥︎⚣︎[Terminada]

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕤𝕚𝕖𝕥𝕖.

Editado:✓

No puedo explicar el dolor que sentí cuando mi brazo se despegó de mi cuerpo. Pero tampoco puedo explicar lo feliz que me sentía al tenerte al fin otra vez a mi lado.

¿Así se sienten las mamás el día del parto?
¿Con un dolor horrible pero con el corazón a desbordar de amor?

— Sasuke, me las vas a pagar. — Te amenacé, aunque no lo decís en serio.

— ¿Qué dices? — Me respondiste.

— Vas a arruinar mi reputación, sabes que soy derecho, ¿Ahora como me masturbaré o masturbaré a los demás? — Explique mi punto de vista, habías arruinado mi reputación en todos los sentidos de forma indirecta y ahora directa. Reputación que ya no me importa si estás a mi lado.

- ¿Cómo puedes pensar eso en este momento?

- No lo sé, supongo que si ya no hay guerra y no me necesitan, solo sirvo para la cama. - La única cosa que hago bien y aún me servirá. Habrá paz por unos cuantos años, así que no necesitaran mis poderes. Ni los tuyos, ni de nadie.

— Naruto. — Me llamaste.

— ¿Si? — Contesté.

— Cállate. — Tan romántico que eres.

— Obligame. — Dije en tono coqueto, agravando mi voz.

— No puedo moverme. - Ya podía escuchar a Sakura llevar junto Kakashi y los demás. Me hiciste carcajear, me las pagarás por eso también. ¿No ves que me duele hasta respirar y tu me haces reír?

— Curioso, yo tampoco.

·
·
•
·
·
·

Punto de vista de Sasuke:

— Naruto. ¡Dobe, te estoy hablando! — Logré hacer que el usuratonkachi me preste atención, al parecer se perdió en sus recuerdos. Estamos en una cita, debería prestarme atención a mí, ¿No?

Aunque tal vez crea que es una salida de amigos, nunca le dije lo que era exactamente. Solo sabía que debíamos hablar sobre nosotros, había pasado mucho tiempo.

Estuvimos incómodos al principio, era raro volver a estar juntos y pretende que nada paso. Tu hiciste cosas, yo hice peores. No sé cómo, pero siempre sabes que hacer y en cuanto paramos cerca de la plaza del pueblo saliste corriendo y me invitaste a jugar como si fuera niños entre columpios y toboganes.

¿Cómo negarme? Te veías deslumbrante como siempre y a la luz del atardecer parecías mágico.

Nos cansamos, jugar a las atrapadas y tirarnos al arenero no eran muy buena combinación. Tengo arena hasta en el trasero y apuesto que tu también.

¿Hace cuanto no me divertía tanto? Mí rostro duele de reír contigo aunque se lo más mínimo. Te insistí en llevarte a comer ramen, tú te negaba porque sabes que no lo amo tanto como tú. Aún asi logré convencerte al decirte que pagaría yo.