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Narrador omnisciente:
Los días pasaron hasta que llegó el día de la tercera prueba del torneo de los tres magos.

Hannah caminaba hacia las gradas donde se encontraría la entrada del laberinto, donde se realizaría.

De camino allí, se topó con Cedric quién le saludó.
-Nervioso?- preguntó la chica mientras lo abrazaba.

-Solo quiero que esto se acabe, es agotador pero daré lo mejor de mi.- respondió emocionado.
-Suerte!- le dijo la chica para ir a las gradas donde sus amigos la esperaban.

Fue una sorpresa para ella que Astoria Greengrass estuviera al lado de Draco. Qué?

Frunció el ceño y miró a Pansy quien se había ido al otro lado del lugar.
-Hannah, ven!- le dijo el platinado pero se extrañó cuando la chica se fue en dirección a la peli negra.

-Deberías estar con todos...- dijo algo triste Pansy a lo que Hannah sonrió.
-Y dejar sola a mi mejor amiga? De eso ni hablar.- dijo para sentarse junto con ella.

La tercera prueba daría comienzo dentro de poco y todos estaban emocionados para ver quién sería el campeón.

Cuando Cedric y Harry entraron al mismo tiempo seguidos de Víctor y Fleur todos miraron en silencio y esperando de nuevo al ganador.

El reto era simple. Tocar la copa, pero claro estaba que tendrían que superar obstáculos difíciles y tener mucho cuidado.

Hannah miraba aburrida al público y a su alrededor, quería saber como se encontraban los cuarto chicos pero era imposible ver algo más que grandes arbustos en la entrada el laberinto.

Pasó su vista hasta encontrarse con los ojos de Ron quien le dedicó una pequeña sonrisa a la que la chica correspondió de la misma manera.

De repente, se escuchó un grito de terror. Todos se quedaron en silencio y no tuvieron que esperar más de cinco minutos para ver una luz roja, en el cielo, indicando la retirada de alguno de ellos.

Fleur apareció de repente, aterrada y parecía traumatizada. Temblaba y parecía en shock.

Pansy y Hannah se miraron entre sí para pensar exactamente lo mismo. Eso no daba buena espina.

Al rato, otra luz roja apareció en el cielo. Todos se sorprendieron al ver a Víctor de la misma manera que la francesa. Balbuceaba cosas como que estaba poseído o alguien lo controlaba.

Eso, dejaba a Cedric y a Harry solos. Los únicos que podían ganar la copa de los tres magos.

Pasaron unos veinte minutos, más o menos media hora cuando aparecieron ambos, a la vez.

La banda de música empezó a tocar y todos aplaudían y gritaban de emoción pero parecía que el azabache no estaba nada contento.

Lloraba, lloraba encima del cuerpo de Cedric que no se movía.

El grito de Fleur fue el que silenció a todos que ahora miraban la escena. El padre de Cedric bajó sin esperar más tiempo.

-No...- soltó Hannah sintiendo cómo sus ojos se cristalizaban y se llenaban de lágrimas. Pansy no dudó en abrazarla para consolarla pero la verdad es que la peli negra también estaba devastada.

Todos lo estaban, Harry, Cho, Amos los que más.

Acababan de perder a Cedric Diggory.
-Ha vuelto...Voldemort ha vuelto y...Cedric, me pidió que trajera su cuerpo, no podía dejarlo ahí.- decía entre llantos de dolor el azabache.

Con ayuda de varias personas, separaron a Harry quien se negaba a dejar el cuerpo de su amigo y a Amos, quién no podía creer que su hijo, su campeón hubiera muerto.

Nadie se movía, nadie sabía que hacer...el torneo sin duda alguna había sido un trágico error.

Cuando llamaron a todos al gran comedor para despedirse de ese trágico año, fue duro para muchos.

-Como ya sabéis, Cedric era un magnífico estudiante, ejemplar, un buen amigo y leal a su casa.- empezó a decir el director con grande tristeza.

Hannah no podía ni mirar al frente, no quería llorar frente a nadie. Aún no creía que alguien tan bueno como Cedric, se hubiera ido.

Nadie merecía eso pero Cedric era la persona menos indicada para ese final. Era muy injusto.

El año acabó de una manera extraña y triste, de la peor de las opciones.

Todos los alumnos se despidieron de las dos academias que pronto de fueron de la misma manera que habían llegado.

Y ahora? Hannah se encontraba en el tren, de vuelta. La verdad es que no había pensando donde iría. Con los Weasley tenía claro que no, con Draco...no lo sabía.

No tenía hogar.

Cuando el tren indicó que habían llegado a la estación, la chica bajó algo incomoda y nerviosa. Sabía que Draco le había dicho que fuera a su mansión cuando quisiera, pero no le parecía lo más correcto.

-Hannah.- dijo nada más que Remus con una sonrisa. Pero este no iba solo, sino acompañado de una chica que la miraba con curiosidad.- Ella es Tonks...

-Es tu novia?- preguntó a lo que ambos se sonrojaron.- Perdón.- intentó decir evitando sonreír como podía.

-Vamos a casa mejor...- le dijo Remus a lo que la chica frunció el ceño.
-Espera un momento.- dijo para ir a despedirse de alguien.

Cuando lo vio, no le importó nadie y nada y se acercó a él para tocarle el hombro.

Cuando Draco se giró sintió inmediatamente los brazos de la chica abrazándolo con rapidez.
-Pero qué? Que crees que haces?- preguntó este nervioso y algo incómodo.

-Te extrañaré.- dijo la chica para irse junto con Remus que hablaba con Tonks.

Antes de eso, miró a la familia de pelirrojo a los que se despidió con la mano para finalmente seguir a la pareja.

Ron quien había visto el abrazo, apretó los puños para pensar lo mucho que le hubiera gustado ser el platinado en ese momento.

Por qué tenía tan mala suerte? Suponía que se tendría que conformar con la última mirada de la chica...

Cuando Hannah vio la supuesta casa, frunció el ceño. Esa sería su casa?
-Bienvenida a la casa Black.- dijo finalmente Tonks.- Creo que hay alguien esperándote dentro.

Cuando entraron, la chica observaba todo con cautela. Le parecía una casa muy curiosa.

En cuanto entraron al salón, se llevó la mayor de las sorpresas. Sonrió al ver a su padre esperándola.
-Como has estado pequeña?- le dijo para abrazarla.

Puede, que al final de todo sí tuviera un hogar y familia...

it had to be you (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora