Corazón de Melón en el Instituto. Ruta Castiel

Episodio 20: Primer acto entre bastidores

C: Voy a terminar por largarme de este instituto.

S: ¿Por qué?

C: ¿Tú que crees?

S: ¿Por qué tenemos que interpretar una obra de teatro?

C: No estaba pensando en eso... ¡Pero si, ADEMÁS vamos a tener que aprendernos de memoria una obra completamente inútil!

S: ¡No sabes nada, aún no la hemos elegido!

C: ¡Qué va! ¡Seguro que nos va a tocar Romeo y Julieta o una estupidez así! Y los padres estarán ahí para inmortalizarlo todo...

S: Vamos, no es tan horrible...

C: Maldita sea... No tengo ganas de tener a mis padres encima... Estoy muy bien solo.

S: Así que es eso lo que te pone de ese humor... ¿Tus padres no son buenos?

C: No, están bien... No están nunca aquí.

S: ¿Eso por qué? ¿Qué hacen?

C: De repente estás muy curiosa...

S: ¡Pareces menos enfadado, así que aprovecho!

C: ... Mi madre es azafata de vuelo y mi padre piloto de avión. Viajan mucho y cuando vuelven es durante un fin de semana o una semana durante las vacaciones. ¡El paraíso vaya!

S: ¿Y por qué no los quieres?

C: No es que no les quiera a ellos, sino su compañía.

S: ¡No tendrás que soportarles durante mucho tiempo!

C: No estoy tan seguro de eso... ¡Con el expediente que tengo, son capaces de dejar de realizar vuelos de larga distancia para quedarse aquí y vigilarme!

S: (Ahm, eso sólo es culpa tuya...)

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C: ¿Qué haces aún fuera de casa? ¿A estas horas las niñas no deben estar durmiendo?

S: ¿Te burlas de mí? ¡Acabamos de salir del instituto!

C: Me cuesta hacerme a la idea de que estamos en la misma clase...

S: ¡Que alegría ver que ha vuelto tu buen humor!

C: Mis padres acaban de llamarme. ¡No podrán venir de ninguna manera!

S: Ah, ahora lo entiendo mejor.

C: ¡Me gustaría ver la cara que pone la directora cuando la llamen! ¡Ha querido timarme, pero le ha salido mal!

S: ¿No crees que vaya a hacerte pasar las de Caín ahora?

C: ¿Qué esperas que haga? A parte de faltar a clase, no he hecho nada malo.

S: ¡Ya es bastante!

C: Venga, para celebrarlo te invito a tomar algo. ¿Te apetece?

S: ¡Guau, Castiel me invita! ¿Existen los milagros?

C: ¡Si yo estuviese en tu lugar, me aprovecharía antes de que cambie de opinión!

S: Es muy amable por tu parte pero no, gracias. Como tú dices, las niñas tienen que volver a casa temprano...

C: Pfff...

S: (Me ha tomado del brazo y me ha llevado con él.)

C: No te había pedido tu opinión.

S: ¡Eh! (Me ha llevado al café a la fuerza. Ha cogido una silla y me ha sentado en ella.)

C: Eso es... ¿¡Ves como no era difícil!?