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maratón 1/3

JOAQUÍN

Definitivamente el darme la oportunidad de conocer a alguien más fue algo que no había querido intentar pero después de esa fiesta supe que estaba saliendo mejor de lo que creí y pensé en que si bien recordaba la promesa con Emilio nunca dijimos que no podíamos estar con alguien más.

Todo con Jhoan estaba saliendo de maravilla, quizá no era la mejor persona del mundo pero no cabe duda siempre se esforzaba por crecer, en sus últimos meses de estudio, en su trabajo, en su Academia de baile y en todos los ámbitos de su vida. Habíamos salido ya un par de veces ya que gracias al cielo, la obra en la que yo estaba ya se había estrenado y ahora sí podíamos disfrutar de al menos un día de descanso a la semana.

Llevábamos casi 2 meses conociéndonos y yo estaba seguro de que es un muy buen chico, responsable, cariñoso, respetuoso y emanaba una confianza que sin duda me agradó demasiado. Por lo general, les días que yo tenía descanso que eran los lunes podamos salir por ahí por un helado, o a cenar a alguna parte. Ninguno de los dos le había presentado ya su familia al otro porque, yo considero a mi familia lo más importante que tengo y si voy a presentarles a alguien es porque estoy seguro de lo que quiero con esa persona y él, no podía presentarme a la suya porque vivía apartado de sus padres y aún no los había visitado pero dijo que en cuanto hubiera oportunidad me llevaría. Según él, su madre me caería muy bien.

Otras veces, cuando me tocaba ensayos, Jhoan iba por mí al teatro ya que su horario de salida se emparejaba con el mío; y siempre, no hay excepción, todos los días que pasaba por mí, me llevaba una rebanada de pastel del que había hecho en su trabajo. ¿Mi favorito? El de durazno cubierto de chocolate. Ya estaba en su proceso de titulación así que él solo iba a la escuela los fines de semana, días en que yo tenía presentación.

Un día lo invité a una, no podía entrar conmigo a camerinos pero le daría paso al mejor asiento para que pudiera observar todo mucho mejor, lo merecía. Todo transcurrió normal, la presentación fue un éxito y al final todo el público gritó eufóricamente. Además de público adolescente y juvenil, había ahora adultos que se interesaban por la historia y por cómo todos los movimientos sociales han impulsado a un cambio en la sociedad. Mis compañeros y yo recibimos aplausos con la gente de pié, al final todo el esfuerzo había valido la pena.

Al salir del teatro, Jhoan ya estaba esperándome con una canasta con girasoles en sus manos; no eran mi flor favorita pero me gustaban. Dijo que yo las merecía por todo lo que había logrado, la obra, mis canciones y el hecho de que al siguiente año iniciaría con un Tour para presentar todas ellas. Me encargué de agradecerle mientras le daba un abrazo y después capturé una foto de las flores para publicarlas, al menos, en mi estado de WhatsApp. Nunca he ventilado mi vida privada ante mis redes sociales, solo los que tenía como contactos gozaron del privilegio de ver esa foto, y bueno, ahora ustedes ya que se las muestro:

 Nunca he ventilado mi vida privada ante mis redes sociales, solo los que tenía como contactos gozaron del privilegio de ver esa foto, y bueno, ahora ustedes ya que se las muestro:

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After [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora