Forever

XXVII: Dolor

Lamento mucho la tardanza en actualizar el fic, no soy de hacerlo. Pero han pasado muchas cosas estos días y no estaba mentalmente bien para escribir, de hecho, sigo sin estarlo, pero no lxs quería decepcionar.

No es una justificación, pero espero que les guste este capitulo. Me esforcé mucho en hacerlo, espero que se sorprendan jaja, lxs quiero mucho y tratare de escribir más seguido para no repetir esto. Disfruten su lectura. ♡

XXVII: Dolor

Sabía que desde ese momento, nada sería igual. Hace meses había dado por sentado que su mala suerte acabaría, incluso se caso, pero ahora venían cosas mayores de las que él ni nadie podrían parar.

Próximamente el nacimiento del hijo de Narcissa y Lily, el de Severus y Sirius. Incluso Lupin y Lucius parecían querer intentar tener un retoño suyo y no se diga de James y Tom.

Pero todo era diferente tan ahora.

No sabía que hacer, como actuar, que decir o si debía dejar que las cosas siguiesen su rumbo o meter su nariz en ello. Debía irse, quien sabe por cuánto tiempo y no sabría si estaría bien. Dejar a Draco sin su protección le incomodaba, le molestaba, lo dañaba.

Draco era su todo y quienes dijesen lo contrario estaban equivocados, más ahora que habían planes a futuro acerca de un hermoso niño o una preciosa niña, debía irse para empezar a demostrar quienes eran por todo el mundo, pero como una vez le dijo Bella, él era su más grande dolor si le hacían algo y su más grande salvación si estaba herido.

Los Lords le dejaron toda la misión en sus hombros, porque así estaban las indicaciones escritas. Si ganaba, sería felicitado. Si perdía, sería su condena.

Así que pronto haría un viaje largo para ir conquistando los lugares bajos, si lo lograba, los Lords lo acompañarían más tarde. No podría morir, eso era claro. Pero si hacía un mal paso, el peor de los castigos obtendría. Ver a Draco morir. Lo sabía, Draco era su mayor kriptonita, su mayor anhelo, el amor de su vida.

Si Harold fallaba en esa misión, estarían condenados. Todo estaba perfectamente planeado para que ahora se arruinase. Temblaba de ira.

- ¿Dónde lo tienen?

- Tienes que calmarte.

- ¡Y una mierda, Ron!

Tenía sus ojos rojos por la furia y las ganas de llorar eran más intensas que nada, el azul que tanto le daba belleza perdía intensidad mientras su enojo crecía, su corazón se oprimía y el único consuelo que tenía era el anillo de matrimonio que yacía en su dedo, donde la magia de Draco se acoplaba a la perfección con la suya.

- ¿Como pasó?

- Fue demasiado rápido, lo lamento.

- ¡Debian cuidarlo!

Gritar no servía de nada. Los querían muertos, los querían ver caer. Habían dado con el equivocado, todo mundo lo sabía. Harold no perdonaba si de Draco se trataba.

¿Y todo eso para que? Para verlo sufrir.

Se lo habían llevado, se habían llevado a lo que más quería. Lo estaban rompiendo, lo estaban hiriendo, lo estaban matando. Se estaban llevando la poca cordura que tenía.

Dos noches y tres días entero buscándolo. En cada casa, ruta, pueblo, en toda la ciudad. Nada, ni un alma, ni una pista. Amenazas, golpes, muertes y sufrimiento en su espalda.

- Estábamos a punto de irnos. - Empezo a explicar el guardia, tembloroso. - Cuando se adentro a una tienda, oímos gritos, mesas caerse, vidrios rotos. Entramos, nos atacaron y vimos como se lo llevaron.