Capítulo 03

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El reloj marco la hora indicada, Nathalie se levantó de su asiento, apagó la computadora, descolgó su abrigo y se encaminó a la salida, antes de que pueda abrir la puerta su jefe llamó su atención haciendo de que se quede parada sin verlo, el hombre había olvidado por completo la tarea que le asignó a la mujer, una vez notificado, está pudo continuar su marcha, se subió al auto de la familia y partió hacia su destinó.

En el François, los padres de todos los alumnos ya se encontraban en el patio de este, había mucha alegría, y el clima era realmente precioso; desde las escaleras, sentando en un escalón, el joven Agreste veía todo esto con bastante melancolía, si su madre viviera, ella sin dudas ya estaría aquí, bailando y degustando la comida.

─Lo siento viejo─ un moreno se acomoda a su lado y golpea su hombro ─Tal vez el próximo año venga

─Lo dudo─ suspira ─El es así y no cambiará

De repente la atención de todos fue puesta en la entrada, un hombre robusto sosteniendo muchas cajas de la panadería más famosa de la ciudad, caminaba detrás de una mujer elegante, hacia el centro del patio, los ojos del modelo se llenaron de ilusión, y su corazón empezó a latir fuertemente, estaba feliz de que la ejecutiva haya cumplido su palabra, la escena fue muy graciosa, ella chasqueó sus dedos y el guardaespaldas rápidamente se dirigió a la mesa de dulces para dejar las cajas allí, mientras tanto la de negro siguió su camino hasta llegar donde se encontraba el rubio.

─Nathalie─ dijo con algarabía

─Adrien, joven Lahiffe─ saludo sería ─Lamento la tardanza, pensé que venir con las manos vacías sería de mala educación, después de todo es una fiesta navideña─ comentó

─Y pensó excelente, veo que tiene un buen gusto─ mencionó el moreno señalando la mesa de dulces

En ese momento Gorilla se acercó a ella con un plato lleno de macarons morados, sonrió a los menores y le extendió la vajilla a la mujer.

─Gracias─ toma y degusta uno, eran sus favoritos

─Estoy muy contento de que hayas venido─ se animó a decir el de ojos verdes ─Eres la mejor

─No hay porque.

─Estoy ancioso por verla participar de los juegos─ acotó el dj

─¿Juegos?─ cuestionó

La mujer se sintió nerviosa, años tenía sin jugar a nada y lo peor que todos pondrían su atención en ella, después de todo es la asistente del mejor diseñador que tiene la ciudad, ya empezaba a odiar todo esto, pero al verle la cara de emoción a Adrien, no se pudo negar.

Después del baile y las degustaciones de dulces, empezó la ronda de juegos, cada chico hacia pareja con uno de sus padres, el primer encuentro fue ponerle la cola al reno, los ganadores fueron Alix y su padre; Adrien y Nathalie casi ganan, si la mujer hubiera atendido mejor a las directivas del joven; el segundo encuentro fue hacer guirnaldas, está vez si ganaron los Agreste, la ejecutiva dejó salir a la luz sus dotes artísticos y sorprendió al jurado; el tercer encuentro fue decorar bolas de navidad, Nathalie volvió a ganar, el último encuentro fue una competencia doble en saco, quien llegue primero a la meta ganaría el trofeo de este año, el resto de los concursantes tuvieron problemas para coordinarse dentro del saco, pero la astucia del rubio y la agilidad de la mujer le dieron la victoria, el encuentro finalizó con una foto grupal de todos los participantes y una en solitario de Adrien y Nathalie sosteniendo ambos el trofeo. 

La vuelta a casa fue tranquila, el joven iba sonriente sentado en la parte trasera del auto, sosteniendo el trofeo y mirando por el espejo retrovisor a la ejecutiva, la cual estaba sentada en el asiento del copiloto viendo por la ventanilla, lucia muy cansada.

Finalmente arribaron a la mansión, el chico se quedó parado frente a la escalera con Nathalie a su lado.

─Gracias─ musito viéndola de reojo ─¿Le dirás que ganamos?

─En cuanto termine de trabajar le dire─ se encamina a la puerta del atelier y se para frente a ella con sus brazos cruzados detrás de la espalda

El rubio rendido subió a su habitación y se dejó caer en su cama, junto al trofeo, como si este fuera su compañía en la inmensa soledad de ese gran cuarto.

Abajo, una vez el lugar quedó vacío, la ejecutiva ingreso al despacho, como siempre estaba vacío, la dama se sienta en su escritorio y vuelve al trabajo, minutos luego el diseñador sale de su guarida, con un semblante desolador.

─Regresaste.

La mujer se exalta y lo mira, acomoda sus lentes para luego asentir, este camina hasta ella y la mira desde arriba estando muy cerca del escritorio.

─Espero no te hayas aburrido.

─La pase muy bien─replico ─Adrien ganó un concurso y volvió a casa con un gran trofeo

─Dile que me alegro─ se aleja para ir hasta la pantalla en donde suele diseñar

─¿No le gustaría decírcelo usted mismo?─ sugirió

─Tal vez lo haga─ suspiro

Las horas pasaron, la noche tiño de negro el cielo, y Nathalie se prepara para volver a su casa, se despidió del guardaespaldas, se aseguró de que el menor estuviera comiendo y luego fue hasta su jefe para decirle algunas cosas y marcharse al fin.

─Buenas noches señor─ saludo luego de explicarle la agenda de mañana

─Buenas noches Nathalie─ saludo sin mirarla, el estaba de espaldas admirando el cuadro de Emilie

La mujer se retiró de la casa a paso tranquilo, su jefe la observó salir desde la ventana, la miraba con algo de melancolía, era tarde y nevaba demasiado, y aún así ella continuaba trabajado lealmente sin cuestionar.

─Pronto todo esto pasará Nathalie, lo prometo. . . .

Tras decir eso toco los botones escondidos en la pintura de la difunta y bajo a la guarida secreta; camino por el gran pasillo y se quedó parado frente a la cápusula que mantenía preservada a su adorada esposa.

─Emilie─ toma sus manos y entrelaza sus dedos ─Cada día te extraño mas─ le quita su anillo, se quita el suyo y procede a limpiarlos ─El dolor de mi corazón es más fuerte cada minuto que estamos separados─ se coloca su anillo y mira el de la mujer ─Es lo único que tengo para sentirte cerca─ se coloca el anillo de su esposa, en el mismo dedo que el otro

Una luz se percibe, los anillos se fusionan y se logra ver otro, más largo y con algo en su centro, una voz chillona se siente a sus espaldas.

─¡¡HOLA MUNDO!!

─¿Pero que es esto?─ se quejó el diseñador

─Señor Gabriel, hola, mi nombre es Sparkk y soy el kwami de los anhelos, estuve mucho tiempo encerrado ahi, gracias por liberarme─ vuela hasta el y abraza su mejilla

─¿Como es posible que todo esté tiempo nuestros anillos de boda hayan sido un miraculous?.

─Perteneci a la primera Graham de Vanily, éramos muy amigas, pero se enojó conmigo y dividió mi prodigio para que nunca más pueda salir de él, hasta hoy─ festejó

─¿Y que es lo que haces?

─Algo así como conceder deseos, es complicado─ ríe

─¿Puedes traerla de regreso?.

─Solo concederé lo que anhelas, si es tenerla de regresó, lo haré─ da unas piruetas

─Me recuerdas a Duusu─ comento ─¿Que debo hacer?

─Transformarnos─ da unos aplausos

─Manos a la obra.

─Di Sparkk transformación y cumpliré los anhelos de tu alma─ explicó

─Excelente─ toma aire ─SPARKK TRANSFORMACIÓN

La criatura mágica es absorbida por el prodigio, la vista de Gabriel se vuelve oscura, no ve, ni escucha nada, todo es calma para el.

 Miraculous: Una navidad anormal.Where stories live. Discover now