Capítulo 07

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Gabriel se quedó admirado con la belleza del departamento, había estado ahí pocas veces, pero no lo recordaba tan decorado, los adornos navideños abundaban por montones, había un inmenso árbol y muchas cosas coloridas, mientras caminaba hacia la cocina se puso a pensar que antes de toda esta locura, la mansión Agreste solía verse así, ahora se daba cuenta que se debía a ella y que al poner tanto esfuerzo en su casa, jamás tuvo tiempo de decorar la suya, tal vez también era culpa de la carga horaria, Nathalie en la otra vida, trabajaba desde muy temprano hasta muy tarde, así que solo usaba su departamento para dormir, mucha veces paso por la cabeza de Gabriel pedirle que se mudé a la mansión, pero nunca se atrevió.

─Bueno.

Hablo ella, el diseñador se perdió tantó en sus pensamientos que no se había dado cuenta que ya se encontraba sentado en la mesa de la cocina, viendo inconscientemente como ella batía una taza de cafe.

─¿Que es lo que me tiene que decir, que me hará cambiar de parecer?.

Se gira y enchufa la pava eléctrica, eleva la palanca, la luz se enciende, y está regresa a su pose original.

─Te conocí hace dieciséis años, llegaste un día a la mansión en busca de trabajo, yo había puesto una solicitud para tener una nueva asistente que se ocupe de la casa y de mi hijo Adrien, Emilie, mi esposa, llevaba tres meses muerta─ la de ojos cielo se asombra ─De entre todos los postulantes fuiste la mejor, tu currículum me cego y no dude en darte el puesto, sos mi leal asistente desde entonces

─Suena a un buen cuento. . .

─Es verdad, hay algo que no te he dicho. . .

─Dilo entonces.

Ambos se quedan callados, la pava se apaga, Nathalie sirve el agua hirviendo y después se sienta frente a Gabriel dejando las razas llenas, el hombre toma una, y bebé un sorbo.

─Tan delicioso como recuerdo, el toque de canela es exquisito─ comentó

─Es el primero en darse cuenta. . .

─Lo tomo hace años y no he probado nada igual─ medio sonríe

─Deje de irse por las ramas y hablé─ exigió

─Hay dos joyas mágicas que encontré en una expedición, esa fue la causa de la muerte de mi esposa, cometimos errores y no pude hacer nada para salvarla, años más tarde descubrí un libro que me dio la clavé, tenía que conseguir dos joyas nuevas, con ellas tendría el poder de pedir un deseo, podía traerla de regreso, tú me animaste a hacerlo, me convertí en Hawk Moth y fui el villano de esta ciudad por un año y medio, contigo como mi cómplice

Ella dejó escapar una gran carcajada, luego se acomodó el cabello, tomo café y recompuso su postura sería.

─Muy buena historia señor Agreste, pero hasta aquí llegue, no quiero oír más, solo le daré un concejo, deje de plagiar a nuestros héroes.

─No es una historia, es la verdad, tú eres Mayura, mi secuas y mi fiel asistente, hemos estado trabajando juntos siempre.

─Vuelva a casa o su esposa podría molestarse, tal vez debería dejar de ser modisto y volverse escritor─ lo vaciló

─Tu cumpleaños es en julio 19, te gustan los arándanos más que a nada, odias las fresas, preferís decir que no te gustan a que sos alérgica porque no quieres que crean que tienes debilidades, los lunes son tus días favoritos porque volvés a trabajar, tu madre se llama Julia y no sabes nada de tu padre, tienes una hermana y tres hermosos sobrinos que viven muy lejos─ ella le hace una seña de que pare, el guarda silencio ─Tu color favorito es el rojo y te teñiste ese mechón por un reto─ agregó

─No hay forma de que sepas eso─ mencióno consternada ─Dime porque aún conservo este mechón─ pidió

─Porque el reto de teñirlo te lo hizo un primo muy querido tuyo y antes de que viera el reto cumplido falleció, es tu manera de homenajearlo y tenerlo contigo.

La mujer se levanta y le da la espalda, unas lágrimas empezaron a descender por sus mejillas, nadie, absolutamente nadie sabía eso, era imposible que este hombre lo supiera y con tantos detalles.

─¿Me crees?.

─¿Si la señora Agreste está viva quiere decir que lo logramos?─ preguntó sin girarse

─No estoy seguro, encontré una tercer joya, y esa me trajo aquí, creo que lo logramos, pero no todo es como esperaba, faltas tú en la casa, sin ti. . .

─¿Sin mí que?─ se gira una vez seco todas sus lágrimas

─Es diferente. . . vuelve─ pidió

─No puedo volver, amo mi trabajo, no quiero dejarlo para estar encerrada asistiendo una familia─ se sienta ─Señor Agreste, si recupero a su esposa y luchamos tanto por eso, no entiendo que hace aquí, vaya a disfrutar de su vida y de su familia

─Ya te expliqué que sin ti se siente diferente.

Ella intenta replicar pero se siente la puerta de entrada, luego se escucha como unas llaves golpean contra algo de vidrio, y unos pasos se encaminan a la cocina.

─Buenas tardes amor─ saludo un hombre castaño, ojos claros, bien fornido y muy elegante ─Lo siento, no sabía que teníamos visitas─ se lamentó apenado

─No te preocupes─ se levanta y lo saluda con un beso en la boca ─Marc, te presento al señor Agreste, es padre de uno de mis alumnos

─Un placer señor─ extiende su mano

─El placer es mio─ la toma y la sacude

─Pasaba unos minutos para saludarte, hoy tengo doble turno─ le da un beso muy apasionado ─Me alegra que tengas compañía, hoy prepárate que te llevaré a cenar, es nuestro aniversario─ mira a Gabriel ─Fue un placer, me voy, solo quería ver a mi princesa unos minutos─ agita su mano y se va

De fondo se escucha la puerta cerrarse, Nathalie toma asiento nuevamente y se termina su café, Gabriel juega con la taza desconcertado.

─Supongo que ya lo conocia─ mencionó para que el silencio no inunde la sala

─La verdad que no. . .no tenías pareja─ desvía la mirada y toma el café, terminandoselo

─Parece que ambos salimos ganando entonces─ sonríe

─Asi parece─ se levanta ─¿Estas segura de no querer aceptar mi oferta?─ ella también se para

─No, además pronto me casaré, así que no creo tener tiempo para hacerme cargo de su familia─ mira su reloj ─Le deseo lo mejor, y ni no lo vuelvo a ver, que tenga una feliz navidad

Gabriel se levanta y es acompañado por Nathalie hasta la entrada, el sale y se gira para mirarla una vez más.

─Estoy seguro se que te volveré a ver, pero de todas formas, feliz navidad para ti también.

Y así, nuestro millonario dejo el departamento para regresar a la mansión, allí fue recibido por su asistente el cual le informo que la señora de la casa se encontraba en una fiesta de te con sus amigas, este luego se encerró en su atelier a beber whisky, las cosas no eran como se las esperaba.

 Miraculous: Una navidad anormal.Where stories live. Discover now