luna de miel I

4.1K 211 160
                                    

(Antes de que empecéis a leer, leed la nota del final en cuanto acabéis, que hay algo que creo que os interesará! Disfrutad de la lectura 💞)

noviembre, 2022

—Venga, Mimita, no te pongas nerviosa que no pasa nada. —dijo Miriam mientras caminaban por el finger en dirección al avión. —Ahora cuando despeguemos te quedas dormidita y ya está, cariño, no te pongas así que no me gusta verte con esa carita. —la gallega le dio un apretó suave en la mano y Mimi le dedicó una pequeña sonrisa llena de angustia.

—Perdona, reina, es que ya sabes que no me gustan mucho los aviones. —se disculpó la mayor mientras seguían caminando.

—Lo sé, pero voy a estar contigo y no va a pasar nada. —Miriam habló con voz dulce y la miró con un poquito de pena. —Venga, que ahora cuando nos sentemos te dejo ver el videoclip nuevo.

—¿En serio? —Mimi la miró con los ojitos ilusionados, pues llevaba ya tres días suplicándole que se lo enseñara y no había forma de que la otra rubia diera su brazo a torcer.

Miriam asintió y dejó un beso en su frente sin dejar de caminar, viendo ya la entrada al avión.

—Hola, buenas noches. —saludaron amablemente cuando subieron.

Buscaron sus asientos, andando por uno de los pasillos con cuidado de no chocarse con nadie.

—Ehh, perdonad, pero creo que estos son nuestros asientos. —dijo Miriam cuando, al encontrar sus asientos, vieron a un chico y una chica sentados en ellos.

—No, mira. —dijo la chica morena enseñándole sus billetes. —18A y 18B. —Miriam se agachó y asintió, viendo que tenía razón, pero que en sus billetes ponían los mismos números de asiento.

—Pues habrá sido un error. —comentó la gallega. —Mimi, ¿te quedas aquí un segundo mientras busco a una azafata?

La granadina la miró con los ojos abiertos. No quería separarse ni un segundo de Miriam, se sentía más segura con ella, y aunque el avión todavía no hubiese despegado y todavía estuviesen en tierra, ya se estaba poniendo un poco nerviosa.

—Sí, vale. —acabó asintiendo no muy conforme.

—¿Segura? —insistió la gallega al no verla muy por la labor.

—Sí, amor, en serio. Yo te espero aquí tranquila. —contestó la mayor esta vez con más seguridad.

Y eso hizo, se quedó allí de pie intentando no estorbar mucho a las personas que seguían pasando por el pasillo mientras veía a Miriam caminar por él en busca de alguien que las pudiera ayudar.

Vio que la pareja que tenían los mismos asientos no dejaban de mirarla con muy poco disimulo, así que cogió su móvil y empezó a trastear con él, simplemente por puro nerviosismo, porque realmente no estaba haciendo nada. Vio que tenía un par de mensajes de su madre diciéndole que la avisaran cuando aterrizaran y le dijo que lo harían, que no se preocupara. Aunque la que más preocupada estaba allí era ella misma.

La chica morena no tardó en acercarse a ella con cautela.

—Perdona, no quiero molestarte, pero ¿podrías hacerte una foto conmigo?

Mimi resopló en su interior, era lo último que le apetecía hacer en ese momento, pero sonrió y aceptó sin problema, posando para la foto, primero con la chica y luego con su novio, que aprovechó la ocasión.

La granadina volvió a sacar su móvil, decidiéndose a entrar en su galería de fotos y sonriendo al ver las que le hizo a Miriam el día anterior en casa mientras hacía la cena con una camiseta que había robado de su armario y un moño bastante despeinado que a Mimi le hizo mucha gracia, pero su sonrisa se borró de un plumazo cuando de repente la luz de un flash la deslumbró. Frunció el ceño y parpadeó confundida un par de veces, para después fijarse hacia el lugar de donde había venido la luz tan molesta y ver a dos chicas de unos veintitantos años taparse la boca mientras se reían y cuchicheaban.

¿qué hacemos?  //  miriam²Where stories live. Discover now