El mundo no es perfecto y Namjoon es consciente de ello. Lo supo más de diez años atrás cuando él, siendo un beta, se enamoró de su mejor amigo, 𝒖𝒏 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂...
...Hoseok es un omega que desea encontrar a su alfa destinado para cumplir con el úl...
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— Gracias otra vez por acompañarme — repitió una vez más su amigo beta que los miraba a Jimin y a él con ojos de cachorro.
— No tienes porque agradecernos Taetae, tu mamá merece una buena bienvenida.
— Además, así con nosotros juntos me podré asegurar de que estemos perfectos y a tiempo para la fiesta de Jin-hyung.
— Minie si tu nos supervisas, es seguro de que estemos perfectos pero te juro que nunca estaremos a tiempo.— Se burló ganándose un puchero de su lindo y bajito amigo.
— Es cierto Minie-hyung, hoy duramos como cinco horas en el salón solo porque tú les estabas dando instrucciones especificas a los estilistas, los pobres terminaron super agotados de seguirte.
— Pero se ven fantásticos, tú con ese color rojo quedaste super seductor y guapo y Hobi-hyung me tendrá que agradecer cuando Namjoon-hyung se lo lleve a la cama en cuanto vea su cabello pelirrojo con ese permanente que le ondula el cabello.
Bueno su menor tenía razón en algo, Taehyung se miraba completamente fantástico con ese color rojo intenso, pero él aún estaba nervioso sobre la reacción de su novio, aunque pensar en la opción que había planteado Jimin lo tenía con el sonrojo escalando por su cara.
— Y tu ahora pasaste de ser un tierno y rosado mochi para ser un sensual mochi de cabello plateado — añadió buscando desviar la atención de él.
Su plática continuó durante unos minutos más mientras los tres esperaban sentados en las bancas de esa estación de autobuses. Cuando las grandes pantallas anunciaron la llegada del que ellos estaban esperando rápidamente se levantaron a la espera de que los pasajeros empezaran a bajar.
Él y Jimin no podrían ayudar a Taehyung en la búsqueda de su madre, pues no la conocían así que dejaron que fuera el beta quien desesperado estiraba el cuello para buscar a quien tanto esperaba.
Cuando una mujer de complexión delgada, cabello pore encima de los hombros y castaño, piel color caramelo y rostro hermoso salió, ellos la identificaron en automático como la madre de su amigo sin siquiera saberlo a ciencia cierta.
Eran parecidos y miraba a su hijo con amor desbordando de sus grandes ojos. Rápidamente quedaron asombrados con esa sonrisa simétrica tan conocida para ellos pero viéndola en el rostro de alguien a quien veían por primera vez.
— Oh por la diosa luna, yo sabia que tenia un hermoso bebe, pero tu eres un hermoso hombre.
Con lágrimas ya saliendo de su rostro su amigo fue a abrazarse de la mujer que extendía sus brazos para acunarlo entre ellos.
— Te extrañe tanto mamá.
— Y yo a ti, mi vida. — El momento se alargó un momento en que ellos miraban enternecidos la escena con grandes sonrisas en sus rostros. — Si hubiera sabido que hay tantos rostros hermosos en la capital hubiera venido mucho antes — dijo la mayor cuando se separó de su hijo y los volteo a ver a ellos —. Déjenme adivinar, tu eres Hoseok, porque me ha dicho mi hijo tiene un bonito cabello pelirrojo y un cuerpo envidiable y tu entonces eres Jimin, porque tiene unas mejillas apretables y una sonrisa de ojos que te mata de ternura.
