¿Matrimonio? es como...¡HDP!

3

-¡Mocoso Jaeger, ven aquí!-gritaba en su búsqueda-No te haré nada, en serio

-¿Quiere que le ayudemos a buscarlo?-preguntó uno de los guardaespaldas.

-No, está bien... Es solo un mocoso mal criado, yo puedo con esto.

Levi fue directo al jardín trasero, pues servidumbre dijo que habían visto a Eren ocultarse ahí detrás de un árbol.

O al menos hacia el intento, su cabellera castaña delataba su escondite.

-¡Jaeger! Sal de ahí, ven-le dijo Levi.

-¡Nunca sabrás donde estoy!-respondió el pequeño divertido.

El rostro del adolescente era neutra, el árbol donde el niño estaba escondido estaba frente a él.

-Deja de hacerte el idiota, se que estas detrás de ese árbol.

-¿Cuál árbol? Aquí hay muchos. Buen intento niño grande, pero yo soy más inteligente jaja-Eren reía.

El azabache miró a su alrededor, sólo había un árbol, el resto eran arbustos, pero era obvio que un niño "idiota" los llamara por igual.

-No puede ser...-susurró Ackerman ya cansado-¡Vamos a jugar a lo que tú quieras!

-¿¡De verdad!?-el pequeño salió corriendo hacia Levi-¡Quiero dibujar!-saltaba de la felicidad.

-Pues no, no lo haremos.

Con un rápido y ágil movimiento Levi lo cargo como si de un saco de papas se tratase. Eren refunfuñando le decía que era el peor niñero del mundo, que era un mentiroso y que Santa Claus no le iba a traer ningún regalo.

-Callate, yo no necesito los regalos de ese viejo gordo, yo tengo el dinero para comprarles regalos al puto mundo si quiero.

-¿Eres rico?-preguntó el menor.

-Tengo tanto dinero que incluso podría comprar tu maldita vida, pero no lo haré porque es un asco-dijo el mayor.

-¡Wow!¡Yo tambien quisiera ser millonario!

-¿Ah? Ya lo eres, mocoso

Los hermosos ojos de Eren se iluminaron, pensaba en todos los juguetes que se podría comprar.

-¿Somos príncipes?

-No, sólo somos personas con dinero-Levi lo llevaba a la sala.

-Seamos príncipes, yo seré el príncipe y tú la princesa.

-Hey, yo no voy a jugar a esas estupideces, vamos a estudiar-el mayor lo dejo en el sofá.

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-¿Acepta la princesa Levi Ackerman al príncipe Eren Jaeger?-la ama de llaves los estaba "casando".

-¡Él acepta!-respondió Eren.

-Tu no puedes responder por mí, tengo sentimientos ¿Sabes?-Levi cruzó sus brazos indignado.

-Bueno, los declaró esposos-sonrió la mujer-Ahora, Eren... Deja ese jarrón en un lugar seguro.

El menor de los Jaeger había amenazado a la pobre mujer con romper un jarrón de Carla si no los casaba.

-Tsk, oye...

-¿Hmm?-Eren lo miró.

-Acabamos muy rápido tu tarea de matemáticas, tú no tienes problemas con ello.

-¿Yo? Nop, yo soy muy bueno en eso, mi maestra dice que soy el mejor-sonreía orgulloso.

-¿Qué?, No espera... Tu madre dijo...

-¡Ya llegué Eren!-la voz de Carla se escuchó.

-¡Mami!-el castaño corrió a los brazos de su madre-¡Llegaste!¡Te extrañe mucho!

-Mi niño...-lo abrazó-gracias por hacerte cargo de él Levi.

-Señora Jaeger, tengo algo que hablar con usted...-Levi la miró con seriedad-¿Sabía que su-

-¡Jaja!¡Mira la hora! Deberías quedarte a comer, debes tener hambre... Ordenaré que cocinen algo delicioso-rapidamente se alejó de su hijo y fue a la cocina.

-Tsk.

-¿Qué es ese sonido?

-¿Ah?-Eren estaba nuevamente a su lado.

-Ese sonido, chrsk-trató de imitarlo-¡Suena genial!

-¿Esto? Tsk.

-Si, hazlo otra vez-el menor asentía emocionado.

-Tsk.

-¡Es increíble!-sus ojos de iluminaban.

-¿Si? Tsk, tsk, tsk.

-¡Aaaah!-Eren gritaba feliz.

Todos miraban la escena de Levi chasqueando la lengua mientras era elogiado por el pequeño.

Era bastante tierno.

-La comida estuvo deliciosa, muchas gracias... Creo que ya debo retirarme, hay algunas cosas qué debo hacer-Levi hizó una reverencia.

-Ow... Deberías quedarte, a Eren le gusta tu compañía, ¿No es así, cariño?-hablaba Carla.

-¡Si!-respondió alegre.

-No puedo.

-¿Por qué no puedes? Quería jugar más contigo-Eren hizo un puchero, sus ojos se hicieron llorosos.

Levi no podía con eso, ver esos bonitos ojos apunto de llorar lo hacían sentir mal, sin contar que el pequeño le agradaba hasta cierto punto.

-Supongo que un par de horas no haría daño, ¿Qué vamos a jugar esta vez, eh?

Continuará...