Una Parte de mí

Duende del jardín

Hola soy Xiao Zhan, tenemos el mismo grupo sanguíneo, y usted iba a donar un riñón, pero se marchó antes —el pelinegro negó con la cabeza—. No, así no. Hola soy Xiao Zhan nos vimos en el ascensor del hospital, ¿se recuerda? —Zhan caminaba rumbo a la casona para poder hablar con Wang Yibo practicando que le diría al verlo—. Hola soy Xiao Zhan.

Al tocar el timbre, espero menos de treinta segundo para que aquella puerta se abriera encontrándose cara a cara con quién quería hablar, pero esa persona lo miró asombrado.

—Vaya, hablando del rey de Roma.

—Hola soy…

—Teníamos un acuerdo, ¿no? Estaba todo programado con unas condiciones.

—Si, por decirlo así…

—Escúcheme, no estoy acostumbrado a esto.

—Por eso mismo eh, bueno yo no esperaba que usted, ya sabe…

—Acabe las frases, eso mejora la comunicación, créame.

Luego de un profundo respiro Xiao Zhan solo consiguió un…

—Sí.

—Los motivos por los que no se ha hecho, no le interesan a nadie.

—Okey. Si, gracias. Genial.

—Bien. Hablemos claro, directamente a los ojos. ¿Quiere seguir adelante con lo que se acordó o no?

—Nada me gustaría más, créame.

—Bien... —Yibo busco en uno de sus bolsillos del pantalón sacando un fardo de dinero.

—¿Quiere pagarme por hacerlo?

—Supongo que pagar por adelantado me dará la prioridad, ¿no es así?

Xiao Zhan estaba perplejo, anonadado dándose esa situación, pagarle porque él fuera el recepcionista del riñón de Wang,  era algo, ilógico por no decir tonto.

En eso una cabellera pelirroja se asomaba detrás de la puerta.

—Yi, cariño —la chica miró a Xiao Zhan de pies a cabeza—.  ¿Quién es él?

—El duende del jardín.

—¿Du- duende de jar- jardín?

—No te lo tomes a mal, pero eran ustedes los encargados de sacar la maleza y cortar el pasto. No yo —le paso unos billetes, que Xiao Zhan recibió mientras procesaba todo lo que había pasado en menos de tres minutos—. Y no olvide pedirle al jardinero que venga lo antes posible.

—¿Jardinero?

—Mi agente dice que SpringDreamGarden's son los mejores. Y me gustaría comprobarlo.

Yibo camino de vuelta a la casa cerrando la gran puerta casi en la cara del pelinegro, Xiao Zhan acababa de caer, Wang Yibo lo había confundido con un contratista de jardines, no lo había reconocido del Hospital. 

Triste se devolvió al auto donde lo esperaba su sobrino quien jugaba con su abultado vientre.

—Bueno, ¿y que te ha dicho? ¿Ya sabe quién eres?

—Soy el duende del jardín.

Fang se largó a reír para luego ver la cara sería de su tío.

—¿Qué has dicho?

—No te rías. Cree que soy un tipo de agente de jardinería.

Xiao Zhan le mostró los billetes y se marcharon de ahí.