Accidente

1.8K 339 122
                                    

Después de la diálisis y de enfrentarse a la noticia del fallecimiento de su amigo, Xiao Zhan se dirigió pasado el medio día como cada día a trabajar al bendito jardín costero del gran escritor Wang Yibo, quien a esa hora de la tarde dormía aún.

Xiao Zhan empezó el trabajo con la máquina que Darren le había enseñado a manejar, la excavadora no era silenciosa, lo que hizo despertar al hombre que dormía plácidamente cayendo esté al piso de tantas vueltas que hizo sobre la cama para levantarse rápidamente y saber de qué se trataba tanta bulla, al salir al balcón observó como Xiao Zhan maniobraba una pequeña excavadora.

—Admiro mucho tu valor —le hablo a Xiao Zhan, pero esté no lo tomó en cuenta haciéndolo sentir algo molesto por su actitud—. ¿Puedes decirme que estás haciendo con tu vida?

—Trabajando por el anticipo que me dio, no tengo remedio —respondió cortante Xiao Zhan.

Al estar pendiente de la mirada seria de Wang, Xiao Zhan no se percató que estuvo muy cerca de pasar a llevar los cables eléctricos que iban por el suelo y que quedaron una parte a la vista. 

Wang había desaparecido del balcón, pero apareció en la terraza caminando directamente hacia donde estaba trabajando él.

—¿Si te doy más dinero, apagarías por un momento esa máquina infernal?

Xiao Zhan lo miró muy serio, prácticamente le frunció el ceño y paro la excavadora.

—¿Tan mal estuvo la cita? —le preguntó demasiado intrigado.

—Hoy no estoy de humor para nuestras batallas, ¿okey?

Yibo se percató de su tono de voz demasiado apagado, algo le había ocurrido al chico de cabellos negros.

—Dime, has removido hasta la última esquina de tierra, solo para plantar esas...

—Hortensias, se llaman hortensias.

—Sí, esas mismas. ¿No será demasiado?

—Son unas de mis plantas favoritas, ¿a poco no le gustan?

—Si claro, son preciosas —le contesto irónicamente Yibo. Pero al momento se arrepintió de su tono de voz y vió que Xiao Zhan miraba hacia el mar muy triste—. Xiao Zhan a tí te está costando excavar tanto como a mi escribir, ¿qué te parece si nos tomamos un descanso? —Xiao Zhan lo miró extrañado—. Bandera blanca.

Optaron por caminar en la costa, con el viento soplando fuerte. Xiao Zhan en absoluto silencio caminaba mirando las olas que se desvanecían en la orilla.

—¿No quieres contarme que es lo que te sucede?

Xiao Zhan suspiró profundamente y lo miró por primera vez en todo lo que llevaban de caminata.

—Mi buen amigo Yi-long ha fallecido de pronto y sin previo aviso.

—Lo siento mucho y, ¿cuál fue la causa?

—Un fallo renal. Llevaba años en diálisis y al final se fue sin conseguir un donante. Señor Wang..

—Yibo, dime Yibo.

—Está bien Yibo. ¿Qué hacías en el hospital?

Ahora fue el turno de Wang para ponerse nervioso y algo asombrado. Al percatarse Xiao Zhan trató de arreglar el tema.

—Su cara es conocida sale en todos sus libros. Yi-long lo vio allí en el centro de trasplante, ¿qué hacia ahí?

—Investigaba para mi libro.

—Pero estaba en la lista del quirófano.

—¿Cómo demonios sabes tú eso? —preguntó sorprendido Yibo.

Una Parte de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora