Capítulo 3

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Los sonidos de sus pasos mientras se movía entre este laberinto de árboles.

Todo su cuerpo ardía de dolor, ¿Cuánto tiempo habia corrido? No lo recuerda.

El miedo puro de volver de nuevo a ese lugar la habia impulsado a seguir corriendo sin descanso superando cada limite posible.

Tenía miedo

Tenía miedo

Tenía miedo

¿Porque pasaba esto? ¿Porque a mi?

La sangre goteaba de sus heridas, sus uñas habían sido arrancadas desde las base, su torso contenía múltiples laceraciones.

Siguió corriendo cuando se dio cuenta de algo. Habia sangre en el piso. El lugar vagamente familiar y la mano ensangrentada de su tamaño en un árbol.

Imposible

Imposible

Ella...Ella... Habia corrido en circulos todo este tiempo.

Su cara se contorsiono en una expresion de horror.

Retrocedió unos pasos en miedo, y choco con algo... No, con alguien.

Ojos perversos la miraron.

Este era su fin. Una risa maniaca se podia oir por todo el laberinto de árboles.

Una mano la agarró con fuerza del cuello, estrellandola con un árbol.

El oxígeno se le acabo en poco tiempo, la conciencia se desvanecia, mientras sentia como su cuerpo se debilitaba y trataba de ganar oxigeno, ella iba a morir.

Talvez era lo mejor.

Morir era mejor que volver con ella.

Pero justo cuando pensaba que iba a morir, su agresor la soltó.

Ella cayó al piso de rodillas y
instintivamente trato de obtener aire, y la horrible voz de su agresor se podía oir.

"Disculpe la rudeza señorita, pero a mi Señora no le gusta cuando los invitados se van sin avisar, ella piensa que es una muy, muy grave falta de respeto." De repente paró un rato. "Y las faltas de respetó son castigadas."

El la jaló del cabello, mientras su rodilla chocaba con su cara, sus dientes salieron volando del impacto, la alzó parandola un poco sólo para volver a bajarla con un puñetazo en el estomago, obligandola a vomitar sangre. Esto siguió de un serie de golpes a su rostro, las lágrimas escapaban con cada golpe.

"¡Si~ ¡Si~ Esa es la mirada que quiero! La desesperación~ Estas lista querida. Lista para mi señora." La voz de su agresor parecia llegar a un éxtasis mientras mas la golpeaba. De pronto la agarró de la cara y estrelló su cara con el piso destruyendo su nariz.

"Thorkos! Ya termina de una vez." Y una voz terminó con todo esto.

"Disculpa, Madam Blavatsky, sin embargo usted ya debe saber que este es mi trabajo."

"Ya sé que es tu trabajo, pero simplemente no puedo soportar ver esto, eres demasiado cruel."

"Demasiado cruel? Yo sólo sigo la ordenes de nuestra señora. Igual que tu. Despues de todo ambos somos siervos leales a nuestra señora."

"Siervos leales a una mujer que mata inocentes ya no sólo por un deseo egoísta, sino tambien por placer. Eso ya lo se Thorkos, es el camino que escogí."

"Um~ disculpe Madam la herí de alguna manera."

"No Thorkos no es nada, sólo algo mío. Llevate a la joven con la Condesa. Yo tengo que investigar algo."

Bell Bathory, Pecados de SangreWhere stories live. Discover now