CAPITULO 1

6K 379 84
                                    

No soy dueño de Kung Fu Panda ni de sus personajes, créditos a sus creadores. Lo que sí es mío es el fic.

Narrador: Yo

Al día siguiente me levanté temprano para entrenar, fui a un bosque un tanto cerca del Palacio. Entrené durante 2 horas y luego volví. Me encontré con Po.

Yo: Hola Po, ¿qué haces?

Po: Hola Ziro, aquí ayudando a mi padre con el restaurante.

Señor Ping: Buenos días Ziro, ¿cómo ha sido tu mañana?

Yo: Buenos días señor Ping, ¿necesitan ayuda?

Señor Ping: Claro, ¿por qué no?

Después de la plática, ayudé a Po y al señor Ping con el restaurante. En otra parte, vi a un panda rojo tocando una flauta.

De repente, una Tigresa, un mono, una víbora, una grulla y una Mantis atacaron al panda rojo, pero este esquivó todos los ataques usando su flauta como arma.

Maestro Shifu: Bien, si lo que querían era decepcionarme, Tigresa más ferocidad, mono más velocidad, grulla altura, víbora sutileza, Mantis...

Pero en eso llega alguien y le dice a Shifu:

Zeng: El Maestro Oogway quiere verlo.

Shifu fue al Palacio y se encontró con el Maestro Oogway.

Maestro Shifu: ¿Quería verme?

Maestro Oogway: Sí, y veo que estabas entrenando a tus alumnos.

Decía mientras apagaba una vela y otra y otra hasta que Shifu las apagó completamente.

Maestro Shifu: Decía usted.

Maestro Oogway: Tuve una visión, Tai Long escapó de prisión.

Maestro Shifu: Es imposible, nadie puede escapar de esa prisión.

Maestro Oogway: Solo es una predicción.

Maestro Shifu: Zeng, ve a la prisión, diles que dupliquen armas, guardias, todo.

Zeng: Sí, Maestro Shifu.

Zeng salió volando y Shifu y Oogway se quedaron solos.

Maestro Oogway: Amigo mío, eres como el agua. Si te alteras, se ve borrosa, pero si estás calmado, todo se ve claro.

Maestro Shifu: El rollo, pero ¿quién es digno de tener el poder ilimitado?

Maestro Oogway: Yo no sé.

Narrador: Yo

Ayudé a Po y a su padre en el restaurante y después entraron unas personas que colgaron un cartel que decía que el Maestro Oogway iba a anunciar al Guerrero Dragón.

Vi a Po que estaba ansioso en bronces. Me acerqué a él y le pregunté qué pasaba.

Yo: Lo que pasa.

Po: El Maestro Oogway nombrará al Guerrero Dragón. Todos vayan al Palacio de Jade.

Yo: Oye, Po, ¿te gusta mucho el kung fu, verdad?

Po: Sí, pero como ves, no creo que sea un maestro del kung fu. Me gusta ayudar a mi padre con los fideos.

Yo: Ya veo, iré a ver a quién nombrará. Bye, Po.

Po: Sí, bye. Te veo arriba.

Narrador: Yo

Fui con los demás para saber quién será el Guerrero Dragón, ya que como conozco este mundo, Po es el Guerrero Dragón, pero ahora es diferente.

Fui subiendo las escaleras y aunque eran muy largas, no me inmuté con el cansancio. Llegué a la cima y me coloqué en las gradas y se escuchó la voz del Maestro Shifu.

Maestro Shifu: Ciudadanos de la aldea de la paz, les presento a Tigresa, Víbora, Mantis, Grulla, Mono, los cinco furiosos.

Los cinco furiosos aparecieron de una forma dramática después se pusieron en fila. Los vi a todos, pero vi a la maestra Tigresa mirándome, yo hice lo mismo y aunque parecía seria, se puso un poco incómoda. El primero fue Grulla, después siguió Mantis, seguido de Mono y Víbora. Por último fue la maestra Tigresa, miraba cada movimiento, pero en eso Oogway iba a anunciar al Guerrero Dragón.

Justo cuando Oogway iba a decir quién era el Guerrero Dragón, una niña cayó del balcón. Yo salté y la recogí antes de que cayera, caí en frente de los cinco furiosos y dejé a la niña que fuera con su madre. Después me percaté de que Oogway me estaba señalando.

Yo: Disculpe, Maestro Oogway, solo quise salvar a esa niña.

Maestro Oogway: Interesante...

Tigresa: Maestro Oogway me está señalando a mí.

Maestro Oogway: No, a él. El universo no ha enviado al Guerrero Dragón.

Después de decir eso, todos esperaron a celebrar. Me levantaron y me llevaron al Palacio de Jade, me dejaron adentro y empecé a mirar. Después escuché la voz del Maestro Shifu.

Maestro Shifu: Así que tú eres el Guerrero Dragón.

Yo: Sí, eso parece.

Maestro Shifu: No, no lo eres. Solo fue un accidente que te cruzaras en frente de Tigresa.

Me dijo con un tono amenazante, pero no me inmuté y de forma calmada le dije:

Yo: Los accidentes no existen, ya que todo está escrito como debe ser.

Shifu me miró con sorpresa y no dijo ninguna palabra, solo me hizo una señal para seguirlo. Yo solo lo seguí. Entramos a un salón donde se encontraban los cinco furiosos entrenando. Ellos se detuvieron y se acercaron. Shifu me miró y dijo:

Maestro Shifu: Si eres el Guerrero Dragón, entonces podrás hacer cada uno de los entrenamientos de los cinco furiosos.

Yo solo asentí y me fui en donde entrenaba Mono. Entonces salté, y me costaba tener equilibrio. Pasé donde entrenaba Grulla, luego por la de Mantis y Tigresa, y por último la de Víbora. Después me coloqué en frente de ellos y estaba con quemaduras. El Maestro Shifu aceptó y volví a hacer cada uno de los entrenamientos, y esta vez lo hice de mejor manera, saltando y colocándome en frente de ellos.

Maestro Shifu: Nada mal, ahora vayan a dormir.

Los cinco furiosos y yo fuimos a las montañas y cada uno entró a sus habitaciones. Yo me quedé afuera mirando el cielo. Después entré, fui a mi habitación y cuando iba a entrar, la maestra Tigresa me habló.

Tigresa: No deberías estar aquí.

Yo: Lo sé, tengo otro lugar donde quedarme.

Tigresa: Me refiero a que no deberías estar en el Palacio de Jade. Y si aprecias lo que hacemos, te habrás ido en la mañana.

Justo cuando Tigresa iba a entrar a su cuarto, le dije:

Yo: Claro que lo aprecio, por eso te veo como igual. Buenas noches.

Cerré la puerta, cosa que molestó a la maestra Tigresa. Me acosté y cerré los ojos para esperar un nuevo día.

CONTINUARÁ

YO EN KUNG FU PANDA NuevoOnde histórias criam vida. Descubra agora