CAPITULO 3

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No soy dueño de Kung Fu Panda ni de sus personajes. Créditos a sus creadores, lo que sí es mío es el fic.

Narré yo.

Todos los habitantes del valle se habían retirado, Shifu y yo los esperábamos.

-Maestro Shifu: Ya viene. -Yo: ¿Crees que pueda derrotarlo? -Maestro Shifu: Claro que sí.

En eso apareció Tai Lung.

-Tai Lung: He vuelto, maestro. -Maestro Shifu: Esta ya no es tu casa, y yo ya no soy tu maestro. -Tai Lung: Sí, escuché que tienes otro favorito. ¿Y creo que es él o me equivoco, Ziro?

Yo lo miré con una mirada amenazante. Tai Lung hizo lo mismo. La tensión se sentía en el ambiente, era odio y hostilidad.

-Maestro Shifu: Te enfrentarás a mí, no a él. -Tai Lung: Así es como son las cosas. -Maestro Shifu: Así es como deben ser.

Tai Lung gripe y por impulso le da una patada a Shifu, adentrándolo al Palacio.

-Tai Lung: Me pudrí en prisión por veinte años por culpa de tu debilidad. -Maestro Shifu: Obedecer a tu maestro no es debilidad. -Tai Lung: Sabías que yo era el Guerrero Dragón, siempre lo supiste. Pero cuando Oogway dijo lo contrario, ¿qué hiciste? ¿Qué hiciste? ¡¡NADA!! -Maestro Shifu: No fue culpa mía. -Tai Lung: No fue culpa tuya, ¿quién me llenó de dueños mi cabeza? ¿Quién me entrenó hasta que se me rompieran los huesos? ¡¡Quién me negó mi destino!!

Tai Lung lanza tablas, lanzas y espadas mientras discute con Shifu.

-Maestro Shifu: Esa devoción no me correspondía.

Tai Lung se dirige al bastón de Oogway y lo toma. Shifu se pone nervioso al ver que Tai Lung toma el bastón de su maestro, Oogway.

-Tai Lung: Ahora sí.

Tai Lung y Shifu se avalanzan de nuevo, pero la ventaja la tenía Tai Lung, sujetando a Shifu del cuello con el bastón de maestro Oogway, colocando presión en él y rompiéndolo por la mitad. Shifu miró eso con tristeza, ya que era lo último del maestro Oogway que había dejado. Tai Lung salta y lo manda al cielo, destruyendo el techo y manteniendo una pelea no muy pareja. Ziro, observando todo lo que ocurría, quería interrumpir, pero solo se limitó a observar. En eso, Shifu intenta tirarlo al suelo, pero Tai Lung se libera y sujeta a Shifu, haciéndolo estrellar por el techo y lanzándolo al otro lado del Palacio. Tai Lung cae en un caldero de fuego azul y sus manos quedan en llamas mientras va corriendo hacia Shifu.

-Tai Lung: Todo lo que hice fue para que estuvieras orgulloso, Shifu. ¿Dime que estás orgulloso, Shifu? ¡¡DÍMELO!!

Tai Lung lanza a Shifu cerca del estanque, apaga el fuego en sus manos y se acerca a Shifu.

-Maestro Shifu: Siempre estuve orgulloso desde el primer momento, que no me daba cuenta en lo que te convertías, en lo que yo estaba transformado. Lo... lo siento.

Tai Lung, con esas palabras, sentía impotencia, tristeza y desprecio. Pero Tai Lung solo quería el rollo del dragón y lo sujetó del cuello a Shifu.

-Tai Lung: No me importan tus palabras. Ahora adiós, maestro.

Antes de que Tai Lung colocara presión en el cuello de Shifu, salté para darle una patada y liberar a Shifu.

-Yo: Ya es suficiente. Ahora pelearé contigo. -Tai Lung: Bien preparado.

En eso, Tai Lung agarra dos espadas y yo con mi báculo combatimos en el Palacio. Se escuchaban los golpes y las chispas salir con cada contacto. En eso, con el báculo, le saco las espadas y a toda velocidad me lo saca del Palacio por las escaleras de manera brusca, cayendo los dos al valle. Nos colocamos en pose de combate y nos miramos.

-Tai Lung: Peleas bien, pero puedes seguirme el paso.

En eso, avanzamos al combate de nuevo. Golpes, bloqueos, patadas, era una pelea pareja. Me lanzó al techo y me impulso para derrotarlo, peleando en todas partes: el techo, el suelo, el aire. En eso, Tai Lung, por detrás mío, me lanza al suelo y el rollo cae frente a Tai Lung.

-Tai Lung: Por fin, el secreto del poder ilimitado es mío...

Tai Lung abrió el rollo y no encontró nada, solo era su reflejo, y comenzó a reírse.

-Tai Lung: ¿QUÉ ES LO QUE TE DA GRACIA? -Yo: El que no comprendas el rollo. -Tai Lung: ¿Qué? Pero aquí no dice nada.

Yo me levanté y me acerqué a él.

-Yo: Exacto, solo eres tú.

Tai Lung en ese momento me ataca en un punto vital para paralizarme, pero para su sorpresa, no me pasa nada. En eso, lo ataco y él a mí, teniendo yo una mayor ventaja, peleamos de forma coordinada. Lo llevo al cielo y, juntando mis dos manos, lo mando de vuelta al suelo, impactando en él y creando un cráter enorme.

-Tai Lung: Tú no puedes vencerme. Solo eres un lobo frágil y débil. -Yo: En eso te equivocas. El frágil y débil eres tú por no aceptar que no eres tú. El débil eres tú por querer tomar el rollo y ser más fuerte sin saber si lo entenderías. Y ahora, el que está derrotado eres tú, ya que no puedes vencer al Guerrero Dragón.

Tai Lung, con ira, trata de golpearme, pero lo sujeto con la mano izquierda y extiendo mi mano derecha hacia él, sorprendi

-Yo:buen un buen combate
-Tai long: La "llave dactilar Wuxi
-Yo: ah conoces esa técnica eh.
-Tai long: tonto shifu no te enseñó esa técnica
-Yo:No, lo aprendí sólo¡¡skin dush!!

En eso abro mi palma y lo empujo a lo más profundo de la tierra haciendo que una luz lo absorba llevándolo al mundo espiritual.

En otra parte, la gente del valle, llena de esperanza, regresaba a su ciudad. Una misteriosa onda azul resonaba en el valle, atrayendo su atención. Todos voltearon y vieron una figura emergiendo de una nube de polvo. Cuando el polvo se disipó, se hizo evidente quién era.

-Yo: Lo logramos, chicos.

Los Cinco Furiosos se acercaron a mí y, con respeto, hicieron una reverencia.

-Los Cinco Furiosos: Maestro.

En ese momento, recordé a Shifu y me apresuré al Palacio.

-Yo: Maestro, ¿estás bien? -Maestro Shifu: Has vencido a Tai Lung. -Yo: Sí, maestro. -Maestro Shifu: Bien, ahora necesito descansar. -Yo: ¿Por qué no vienes a comer algo primero? -Maestro Shifu: Me parece una excelente idea.

Mientras el valle resonaba con los vítores y la alegría por la derrota de Tai Lung, cada uno de nosotros en lo más profundo de nuestros corazones comprendíamos que esta victoria marcaba el inicio de un nuevo capítulo, uno lleno de desafíos aún mayores y pruebas que superar.

-Yo: Esto apenas estamos comenzando.

Dije mientras mis ojos se perdían en la plateada luz de la luna, sintiendo cómo una inquietud creciente se apoderaba de mi ser, preparándome para iniciar un nuevo aullido que resonara en la noche, un eco de determinación frente a los desafíos que aún estaban por venir.

CONTINUARÁ

Espero que disfruten y les agradezco sus comentarios y apoyo. ¡Hasta la próxima!

YO EN KUNG FU PANDA NuevoWhere stories live. Discover now