Décimo segundo capítulo

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Me senté en mi escritorio, y me puse a escribir un borrador.

"Querido Oliver, Feliz Navidad! Bueno, Quería confesarte que me gustas mucho  y qu- "

No, muy directo, lo iba a espantar.

"Querido Oliver, como estas? Feliz Navidad! Espero te la estés pasando genial con tu familia, yo estoy en mi casa con mis padres. Mis padres y yo iremo- "

No, muchas vueltas, se aburriría fácil. No sabía como empezar, así que intenté ser directa, pero no tanto. Empezé a escribir lo que realmente pensaba, sin fijarme en los defectos.

"Querido Oliver, Feliz Navidad! Espero que te la estés pasando genial, pero en realidad quería escribirte para confesarte algo que nunca antes te había dicho, y que creo que debes saber. Me gustas, y de hecho mucho. No se si sientes lo mismo por mi, pero solo quería decírtelo para sacarme el peso de encima. Me divertí mucho contigo estos 2 meses llendo a la torre de astronomía, y lamento no habértelo dicho antes. Feliz Navidad Oliver!

_________"

Eso estaba bien, ahora solo debía esperar a Navidad para dársela. Se la mostré a Fred y George, quienes dijeron que era una gran idea, y se divirtieron mucho leyéndola mientras me imitaban.

Ya era miércoles, y iría a ver a Oliver otra vez , y tenía que verlo después de nuestra charla de el día anterior. Al llegar, estaba Oliver en el balcón viendo hacia afuera. Se volteó al escuchar mis pasos, y antes de que el pudiera decir algo, yo hablé. —¿Te parece si vamos al lago?— le dije yo. —Si, esta bien— dijo el, y arrancamos a caminar los dos. Tenía muchas ganas de tomar su mano mientras caminábamos juntos, y que todos nos vieran , pero preferí no hacerlo. Al llegar, nos sentamos los dos, y ambos miramos hacia el lago. —¿Te asusta?—me dijo el. Abrí grande los ojos, me asusto ya que creí que había descubierto que me asustaba confesarle mis sentimientos. —El lago—me dijo el, al ver que yo no respondía. —Ah, bueno si. Un poco. Es que, se ve profundo, uno nunca sabe lo que hay ahí—le contesté yo. —Bueno, ¿Y que harías si yo te empujara adentro ahora mismo?—me dijo el. Me alejé un poco de el, y el sonrió. —Ni se te ocurra—le contesté yo. —No te preocupes, no lo haría—me dijo el, apoyando su mano en mi hombro.

Estaba oscureciendo un poco, ya eran las 18 en punto. Oliver estaba sentado con las piernas extendidas, así que me acosté apoyando mi cabeza en su falda. Cerré los ojos ya que estaba medio cansada, y también para no ver la reacción de Oliver. Creí que me echaría, pero sentí su mano pasar desde mi cabeza, hasta la punta de mi cabello. Siguió acariciando mi pelo por un rato, y yo me hubiera dormido rápido, si no fuera por el hecho de estaba apoyando mi cabeza en la falda de el chico que me traía como una tonta desde hace 2 meses.

Derrepente, siento que el me sacude levemente por el hombro. —__________, estas dormida?— me preguntó Oliver susurrándome. Abrí los ojos lentamente, Oliver me miró, sus ojos brillaban mucho. Le respondí. —Sip, estoy despierta —le dije. Wood sacó una pequeña risa. —Bueno, que te parece si nos vamos a la sala común, ya es un poco tarde.—me dijo. Me enderezé un poco, eran las 18:30 y estaba bastante oscuro. Las estrellas ya se podían ver, igual que la luna llena.

Oliver se estaba por parar, pero mi instinto lo detuvo. —Oliver... —le dije yo, casi susurrando. Oliver se volvió a sentar, y se giró hacia mi. —¿Que paso?—me dijo el. Lo tomé del brazo, y ambos nos recostamos, apoyando nuestras cabezas en el césped. —Solo quería ver las estrellas—le dije yo. —Bueno, esta bien, pero solo 10 minutos más—me contestó. Nos quedamos en silencio, pero luego yo giré mi cabeza hacia el. Oliver hizo lo mismo, y me miró. —Te brillan mucho los ojos— le dije yo. El sonrió, nuestros rostros estaban cerca, bastante. Giré del todo mi cuerpo para acercarme más a Oliver. Noté que el estaba nervioso. —Tus ojos también brillan mucho, _____—me contestó el. Me enderezé, y Oliver también se sentó. —Oliver, hay algo que debo decirte— le dije yo, un poco nerviosa. Oliver me miró algo confundido. —Te escucho—me dijo el. Me miro a los ojos, sentí como si pudiera leerme la mente, y mi valentía se fue por el abismo. Giré mi cabeza hacia el lago para evitar su mirada. Oliver se acercó a mi para verme bien, sentía su respiración sobre mi mejilla. —______?—me dijo el. Giré mi cabeza para verlo, y quedamos a pocos centímetros. No pude más, y decidí romper la distancia entre nosotros. Cerré los ojos, y lo besé. Después de unos largos 2 meses, me animé. Después de unos 5 segundos, los mejores segundos de mi vida, nos separamos. Ambos estabamos sorprendidos por lo que acababa de pasar.

Me avergonzé mucho, y me giré. —Lo siento, no debí haberlo hecho, perdón. —le contesté yo. Me paré, pero cuando estaba por irme, sentí la mano de Oliver, tomando la mía. Me giró de manera un poco bruscá, me acercó a el, y me volvió a besar. Tomó mi otra mano también, y yo sentí como mis hormonas se descontrolaban por dentro. Nos separamos, y sonreímos. El acarició mi cabello, y yo me sonrojé como siempre. Lo abrazé, y el también me abrazó. El era mas alto que yo, así que tenía mi cabeza undida en su pecho. Podía escuchar sus latidos, sincronizados con los míos. Oliver acarició mi cabeza, —¿Te parece si nos vamos a la sala común —me dijo el, mirándome a los ojos. Asentí con mi cabeza, nos tomamos de la mano, y entramos a el castillo.

A fool for Oliver Wood (tu y Oliver Wood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora