Últimamente el menor de los Hamato siente que sus hermanos no le importan mucho lo que le suceda, pero si están cuando mete la pata para gritarle. Mikey siente que sus hermanos ya se están hartando de él y la única solución que encuentran es ignorar...
Creditos a la artista original del dibujo de arriba
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Mikey se encontraba en el sofá de su hogar, mirando el techo en la oscuridad, realmente no podía dormir, y todo porque no se siente tan cómodo. El sofá ya se estaba volviendo incomodo para Mikey dormir, ósea era suave claro, pero no lo suficiente como una cama normal.
"Pues claro Mikey, en el sofá es para que uno se sienta a ver televisor, no para dormir ocho horas" Pensó mientras llevaba sus manos a su rostro y suspiraba de frustración. Se levanto quedando sentado dejando que su manta cayera en sus muslos, observo a su alrededor para ver si podía hacer que lo entretuviera sin despertar a nadie. Prender el televisor no es una opción ya haría mucho ruido incluso con el volumen mas bajo, y de igual forma a la 3: 15 am no hay ningún programa que a Mikey le gustara. Frustrado se endereza quedando de pie, dejando su manta y almohada atrás en el sofá que en estos momentos Mikey estaba detestando.
Camino hacia el dojo encendiendo las luces y cerrando la puerta al estar completo adentro, camino por el dojo observando con detalle ese árbol que según Mikey recuerda, tanto él como sus hermanos jugaban mucho alrededor del árbol, hasta lo escalaban y hacia competencia de ver quien llegaba a la sima primero. Sonrió por ese recuerdo, camino hacia el centro de este y se arrodillo, cerrando lo ojos intentando meditar. Claro estarán sorprendido de ver que Mikey estab meditando por voluntad propia, pero Mikey muchas veces cuando no podía dormir, tenia pesadillos o mucha presión con todo, siempre meditaba. Era algo su Sensei le enseño una noche que lo encontré despierto sin lograr conciliar el sueño, le explico que el meditar podía ayudar a aclarar su mente, hasta el punto en donde su cuerpo queda totalmente relajado y asi dormir. Pero parece que ahora no lo estaba logrando, abre sus ojos haciendo un puchero por no encontrar paz y relajación en su cuerpo para asi dormir unas horas. Suspiro y lo único que vino a su mente fue la idea de entrenar un poco, tal vez asi su cuerpo de canse lo suficiente para lograr dormir algo.
Comenzó con movimiento de calentamiento bastante básico, para luego tomar su arma y comenzar a entrenar, intentando no hacer mucho ruido para no despertar a nadie. Luego de lo que parecían pasar algunos minutos Mikey comenzó a dar vueltas en el aire y en unas de ellas al girar quedo frente a la entrada del dojo y justo vio la silueta de alguien más.
–¿Leo?... – Pregunto no muy seguro, porque de todos sus hermanos era más lógico a Leo de despertar por alguna inquietud.
–¿Qué haces despierto Mikey?... – Pregunto entrando por completo al dojo dejando ver a Mikey que si se trataba de su hermano mayor.
–No pude dormir, pensé que si entrenaba un poco lograría cansarme lo suficiente como para dormir algo. – Le explico secando un poco el sudor de su frente con su mano.
–¿Quieres que te prepare un poco de Té? Puede ayude un poco.
–Si, esta bien. – Y asi Mikey salió del dojo junto a Leo y ambos fueron directo a la cocina, en donde Leo comenzó a calentar un poco de agua para el té. Mikey no odiaba té, dependiendo que tuvo de té era, porque si hay algunos que Mikey los encuentran bastante malos, pero Leo sabe que té le gusta a Mikey. Bueno el punto aquí es, que el té para la tortuga de pecas no era algo que le gustara beber cada día, pero si le gustaba.
