El Inconveniente.

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.

Derechos Reservados.

Capítulo 19: El inconveniente.

Los hicieron ir a un salón y cuando estuvieron allí, ella se sentó pesadamente y ocultó su rostro con ambas manos. Sesshomaru la observó con dolor ¿es que le causaba tanto pesar casarse con él? De todas maneras comprendía su sentimiento ahora. Pero, lo había besado, es decir, había dejado que la besara y le había salvado la vida, tal vez sus sentimientos no eran tan fuertes como los suyos ¿podría ser eso? O estaba insegura.

- Milady...- Susurró. Pero ella no respondió. Se acercó y le tocó el hombro, Kagome alzó el rostro a él lleno de incertidumbre y dolor.- No debe tener miedo.

- No tengo miedo- Respondió la muchacha con orgullo y clavando su mirada vidriosa en él- ¿Cree que le tengo miedo?

Sesshomaru esbozó una sonrisa maliciosa.

- Pues... no lo sé. – Y alzó una ceja- ¿Por qué sufre entonces?

La chica parecía respirar con fuerza y aún tenía gotitas en su frente, Sesshomaru se preguntó si estaba bien realmente, pues a decir verdad, lucía enferma.

- Por... ¿el matrimonio?- Alzó la voz casi histérica. Estaba con sus mejillas muy rojas y su pecho bajaba y subía exageradamente- Me fueron a buscar y no me dijeron nada en todo el viaje hasta que llegué a la corte y...- Se puso de pie lentamente y afirmó su mano en el respaldo de la silla, esquivando la mirada de él- Ya sabe lo que pasó. – Su mirada se perdió cuando miró a través de la ventana que mostraba los magníficos jardines verdes y en flor del soberano, pero ella no se fijó en eso- Obligándonos a casarnos... lo han humillado.

Sesshomaru se acercó a ella, la joven apartó la mirada perdida y pareció asustarse cuando lo encontró en frente suyo.

- Él piensa que me ha humillado, pero para mi, no es humillación.

Kagome quiso llorar, se apartó de él agitada y turbada.

- Si me quiere castigar con lo que le hice hace años, pues ya he pagado ¿sabe? – Le respondió, dolida- Lo que lamento es que sus aventuras con lady Kagura hayan sido descubiertas.

Sesshomaru volvió a acercarse y la tomó de los brazos para aclarar las cosas, pero ella lo esquivó con rudeza.

- ¡Déjeme! - Le reprochó ahora sin mirarlo y perdiendo más la compostura, él notó que ella parecía a punto de colapsar, se impresionó, nunca la había visto de esa manera, vio que algunas lágrimas cayeron de sus ojos- Usted no me ha perdonado. Desde que llegó me ha humillado constantemente y juega, juega con...- Tragó con fuerza pero sin mirarlo-.. con mis sentimientos.

Sesshomaru nunca había lidiado con una mujer en esas condiciones, ella estaba triste, dolida y él necesitaba aliviarla ya que ese dolor era su propio dolor, podía sentirlo en su pecho, en su corazón. Se acercó un poco más a la joven, quiso tocarla, pero Kagome volvió a alejarse y se sentó pesadamente en la silla, ocultando el rostro porque se sentía muy avergonzada que la viera llorar.

- Milady...- Murmuró.

La muchacha pareció exasperarse, alzó el rostro rojo de enojo y le gritó.

- ¡No me diga milady! Yo no soy lady de nadie, ¡menos de usted!

Sesshomaru quiso decirle algo, pero en ese momento Jaken llegó y dijo que el rey autorizaba que se retiran del palacio. Kagome tembló cuando escuchó aquello y luego se mordió los labios. Así que sin demora salieron rápidamente de allí y subieron al carruaje. El sirviente de Sesshomaru subió el equipaje de su amo y luego le preguntó a ella por el suyo, Kagome parecía haber perdido por completo su personalidad, apenas negó y murmuró que no tenía equipaje.

El Demonio BlancoWhere stories live. Discover now