3. Lágrimas

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POV de Ashton: 8:15 A.M.

Me desperté y me incorporé en el sofá. Miré afuera, Los Ángeles estaba cubierta de una niebla espesa, y los picos de los pinos del jardín sobresalían un poco por ella. Me levanté del sofá y fui hacia la cocina, empecé a hacer el desayuno. Hice unos gofres y preparé el café

Los pasitos de Petunia se escuchaban por el pasillo, seguidos de los pasos de Luke. Luke entró a la cocina, con Petunia a la cabeza.

- Buenos días Ash - dijo con voz ronca

- Muy buenos días, Lu - le respondí - ¿Qué tal te encuentras?

- Estoy mejor, aunque aún me duele bastante - respondió

- A ver, déjame ver - me retiré de la cocina y fui hacia donde estaba Luke. Le retiré el vendaje y le inspeccioné la zona - Necesitas un poco más de pomada, Lu - le dije - Túmbate en el sofá

Luke anduvo hacia el sofá y se tumbó.

Cogí la pomada de la mesa y le extendí un poco sobre la herida.

Luke se estremeció un poco del dolor.

- Ya está - le dije - Ahora quédate así un rato, voy a traerte el desayuno.

Fui hacia la cocina y cogí un plato, puse dos gofres con nata e hice un café mocca para Luke.

- Oye, Ash,¿ puedo pedirte un favor? - dijo Luke

- Pues claro, ¿Qué quieres?

- ¿Podrías ir a mi casa, ahora, después de desayunar? - dijo Luke 

- Pues claro, necesitas algo, ¿verdad? - le respondí mientras andaba hacia el con el plato de desayuno en la mano derecha y su café en la izquierda

- Necesito ropa y algunas cosas importantes, me vendría genial que pudieras ir a cogerlas, enserio - dijo Luke sonriente mientras bebía un poco de café. 

Luke aún no estaba bien, tenía ojeras y su voz tenía un tono triste, lo máximo que podía hacer era ayudarle.

Mientras Luke tomaba el desayuno, yo fui hacia mi habitación a vestirme. Cuando terminé, volví a la cocina, dónde Luke estaba fregando su plato

- Eh - corrí hacia donde estaba - Para el carro, vuelve a tumbarte por favor, no quiero que te hagas daño, Lu - le dije preocupado

Luke resopló y volvió al sofá.

- Ash, no quiero que hagas tu todo, lo mínimo que puedo hacer es ayudarte a ti también - sus ojos se iluminaron con el sol 

- Antes tienes que recuperarte, ¿vale?

- Vale - resopló Luke 

Me levanté del sofá rumbo hacia la puerta del garaje

- Ashton, ten mucho cuidado con Arzaylea, por favor - dijo Luke - No quiero que te dañe a ti también

- Lo tendré, Lu - salí de la cocina y fui hacia el garaje, encendí el motor y conduje hacia la casa de Luke. 

Antes de entrar tomé aire e intenté relajarme por que sabía que si me encontraba con ella lo primero que iba a salir de mi interior eran insultos y amenazas.

Salí del coche y abrí la puerta con las llaves que Luke guardaba siempre debajo del felpudo. Abrí la puerta de la casa lentamente. La casa estaba totalmente destrozada, había cristales rotos, cuadros, latas de cerveza y vidrio roto en el suelo. Cuidadosamente entré y cerré la puerta tras de mí para intentar no hacer ningún ruido.

Subí las escaleras hacia el cuarto de Luke, parecía que no había nadie en casa. Cogí la maleta que Luke guardaba debajo de la cama y la llené con sus pertenencias, algunas cosas de Petunia y casi toda su ropa. Investigué por la casa, buscando más cosas que podrían resultarle útil a Luke. Entré en el baño, la bañera tenía gotas de sangre, la sangre, de color rojo muy oscuro, casi negro, era reciente, así que sería probablemente la sangre de Luke. El espejo del baño estaba totalmente hecho añicos. Abrí el botiquín y cogí medicamentos y su cepillo de dientes.

Cuando terminé de investigar el baño, volví al pasillo. La puerta de la casa se estaba abriendo. Lo primero que escuché fueron risas, una de Arzaylea, probablemente y una de un chico. Pensé en esconderme, pero no lo hice, tenía que hacer justicia por Luke, así que, di la cara contra Arzaylea.

- Eres despreciable - la dije mientras bajaba las escaleras

- ¿Qué haces tú aquí? - dijo de forma despectiva, mirándome con cara de asco 

- He venido a por cosas para Luke, ahora quítate de mi camino, zorra - dije empujándola

- Oh, que mono - dijo ella - ¿Vienes a por cosas para tu novio?

Aquello me sentó como un punzón en el corazón. La empujé y salí de la casa. 

Me senté en el coche y puse mis brazos en el volante mientras pensaba en lo que esa tipa había dicho.

¿Realmente yo amaba a Luke? ¿O era todo un cuento? Luke era para mí un hermano, pero jamás había pensado en el como algo más.

Con lágrimas cayéndome por las mejillas, encendí el motor y me dirigí hacia la colina, necesitaba pensar en todo lo ocurrido, necesitaba meditar de todo eso.

Llegué a la colina en menos de 10 minutos y aparqué el coche, como era usual, no había nadie allí.

El sol estaba en su mayor esplendor cuando llegué, así que me senté, admirando la bella ciudad. Por mi cabeza pasaban todo tipo de cosas, pero sobre todo, era aquel sentimiento. No estaba muy seguro de cómo veía a Luke, si como mi amigo, mi hermano, o como algo más. Mis ojos se deslumbraron con la luz del sol, lágrimas caían por mis mejillas. Ni siquiera sabía si estaba llorando de dolor por las palabras de Arzaylea, o por mis sentimientos hacia Luke.

Estaba muy confuso, yo sabía que Luke me quería, pero no sabía exactamente si el me veía como algo más que su amigo. Para mí Luke era un ángel, de las mejores personas que mis ojos habían visto en los 26 años de vida que tenía. Todo en él era perfecto, ese pelo rubio cobrizo, los ojos más bonitos que he visto, de color azul cielo, transmitían una expresividad hermosa.

Las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas, pero seguía sin tener una respuesta, así que me metí en el coche y conduje hacia mi casa.

𝙃𝙤𝙢𝙚 - 𝙇𝙖𝙨𝙝𝙩𝙤𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora