Emerald University - A Shadamy Story

91. No se trata de mí

Narra Shadow

Lo primero que veo al despertar es su delicado rostro junto al mío mientras duerme plácidamente y siento sus piernas entrelazadas con las mías bajo las sábanas. Maldición.

Me separo de ella con cuidado de no despertarla y me levanto de la cama alcanzando un pantalón deportivo para ponérmelo y salir de la habitación. Cierro la puerta detrás de mí y me dirijo al baño para lavarme la cara con agua fría, seco mi rostro y veo mi imagen reflejada en el espejo, sintiendo una gran frustración.

Maldita sea, no debí dejar que eso pasara. ¿En qué diablos estaba pensando? Sólo estoy logrando que me duela más su partida...

Salgo y me dejo caer sobre el sofá, sintiéndome contrariado y confundido; me quedo ahí recostado un momento poniendo mi antebrazo para cubrir mis ojos, pensando en Rose y en mí. Por más que lo intento, no logro aceptarlo. Soy egoísta. La quiero conmigo, no quiero que se vaya... Si se va, no sé qué va a pasar con nosotros. Suspiro pensando en ello y río por lo bajo con melancolía. Es increíble, jamás había sentido algo así por alguien, que me hiciera saber con certeza que la amo y que deseo estar con ella en el futuro, pero ahora... Ahora que está conmigo... ¿debo resignarme? ¿Este es nuestro destino, Rose?

-Shadow... -Escucho su voz después de un rato y quito el brazo de mi rostro para encontrarme con sus orbes jade mirándome desde arriba del respaldo y con una notable inquietud. -¿Estás bien?

Asiento con la cabeza y me incorporo para sentarme en el sofá; Rose se sienta junto a mí y se acomoda para recostarse con su cabeza sobre mis piernas.

-No te sentí levantarte. -Me dice con voz suave y dirige su mirada hacia mí. No respondo, me limito a observarla pensativo mientras uso mi mano para quitar el cabello de su rostro y acariciarlo suavemente, ella me observa con curiosidad mientras lo hago. -¿En qué piensas?

Sigo en silencio un momento más y suspiro lentamente antes de decidirme a hablar de ello.

-Así va a ser más difícil el día que te vayas, Rose. -Le digo con suavidad mientras acaricio su pómulo; frunce el ceño ligeramente y me dirige una mirada reprobatoria.

-No vas a perderme, Shadow. Deja de pensar que algo malo pasará, seguiremos juntos.

-¿Cómo estás tan segura? -Inquiero con seriedad. Rose toma mi mano con las suyas y la deja sobre su pecho, estrechándola hacia ella con fuerza y sonríe.

-Porque somos nosotros. -Musita decidida mientras me dirige una tierna mirada; me limito a observarla por un momento, pensando en ello.

-Tal vez no sepa mucho al respecto, pero pasé mucho tiempo en hospitales, Rose. Sé cómo es. Y ser soldado en G.U.N. tampoco es un trabajo con horarios flexibles.

-Encontraremos la manera. -Me dice enseguida y sin dudar. Suspiro al escucharla.

-Siempre eres demasiado idealista. -Musito con cansancio.

-Y tú muy pesimista. -Reprocha inflando sus mejillas con enfado; niego con la cabeza para contradecirla.

-Sólo soy realista, Rose.

-Entonces lleguemos a un punto medio. -Dice sonriente e incorporándose para sentarse y poder quedar a mi altura para verme directamente a los ojos. Acerca su mano y acaricia mi mejilla con cariño. -Será difícil, sí, discutiremos y nos enojaremos, pero cuando así sea sólo debemos recordarnos que nos amamos y al final, todo estará bien ¿si?

La observo mientras me sonríe con gran calidez, segura de sus palabras; es ella, es la chica que amo, tan optimista y decidida, quien me sonríe de esa forma tan cálida que adoro. Sólo quiero seguirla viendo sonreír. Acerco mi mano a su rostro para acariciar su pómulo y asiento con la cabeza en respuesta.