ChristianSostenía en mis manos esa pequeña pijama y aún no podía creer la maravillosa noticia que mi hermosa esposa me acaba de dar.
¡Un bebé!
Dios, gracias por escuchar las oraciones de mi esposa y también las mías. Esto sin duda es un milagro. Las posibilidades eran escasas y a pesar de eso lo logramos.
Mis mejillas seguían llenándose de lágrimas, pero no me importaba. Durante años era incapaz de derramar una lágrima, y las veces que lo he hecho ha sido de dolor, pero hoy no. Hoy son de alegría y no me importa que toda mi familia me vea así. Estoy tan emocionado, feliz, eufórico. Son tantas emociones que estoy sintiendo en este momento que no pienso contenerme.
Ana se sienta en mi regazo tratando de calmar mi llanto, yo la envuelvo en mis brazos mientras me refugió en hueco de su cuello y siento como pasa lentamente sus manos en mi espalda. Me acaricia levemente hasta que poco a poco voy tranquilizandome.
-Se que estás muy emocionado, mi amor, pero toda la familia está muy preocupada.-susurra en mi oído.
-Estoy tan feliz, nena.-digo sin apartarme de ella.
-Yo estoy igual. No sabes cuánto.
-Ana ¿ Que le pasa a Benjamín?-pregunta mi padre muy preocupado.
-Mejor llamemos una ambulancia.-dice James con voz trémula.
Que exagerados.
Todos empiezan a murmurar y estoy completamente seguro que ya están coordinando mi traslado al hospital.
-Guardemos la calma. Blake revisa a tu hermano.-habla el abuelo Nick.
-Tranquilos, solo necesita un momento.-les dice mi nena.
Ana levanta mi rostro y del bolsillo de mi camisa saca mi pañuelo, con delicadeza lo pasa por mi rostro hasta limpiar cada lágrima. Suspiró más tranquilo aunque la emoción en mi corazón aún no para.
Seré papá por tercera ocasión.
-¿Más tranquilo?
-Si, nena.
Miro a toda mi familia con la expectativa y preocupación plasmada en sus rostros. Aún siguen sin comprender que es lo que pasa. Mi abuelo baja la mira y ve la pijamita en mis manos, sonríe y sus ojos azules se cristalizan. Papá lo ve a él y luego mira mis manos notando la razón de mi llanto.
-¡Seré abuelo otra vez!- exclama eufórico, se levanta de su asiento y se lleva las manos a la boca. Mi madre abre sus ojos con incredulidad y papá la toma entre sus brazos dándole vueltas.-Gail, vamos a tener otro nieto. Serán dos bebés en casa, esto es una bendición.
Su reacción me deja sorprendido, si yo pudiera estar de pie de seguro también tendría entre mis brazos y dándoles vueltas a mi esposa de la alegría.
-Ana y yo estamos esperando un bebé.-confirmó cuando me doy cuenta que todos están en shock al ver a mis padres tan felices.
-¡¿Que?!-gritan todos al unísono.
Ana y yo nos reímos mucho cuando vemos a Cárter, Álex, Peter y James con la boca abierta y sus rostros más que pálidos. Sara y Luke nos sonríen y son los primeros en acercarse para felicitarnos.
-¡Qué emoción! Felicidades.-dice Sara.
Ana se levanta de mis piernas y se abrazan con mi cuñada.
-Hermano, felicitaciones. Esto es increíble.-dice Luke muy sonriente y palmea mi hombro.
-Gracias, Luke. Pronto tendremos dos bebés en casa.
