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𝑳.𝑴.𝑯
- ¿Puedes prestarme tu lápiz, por favor? - Preguntó JiSung a mi lado, de repente él había comenzado a sentarse allí, no me disgustaba pero me ponía nervioso.
- Claro. -Se lo pasé, nuestras manos se rozaron más de lo que normalmente debería ser, sentí como mi respiración se aceleraba al sentir como acarició mis nudillos.
- Por cierto... ¿Hoy tienes tiempo libre? -Deje de escribir para prestarle atención, asentí a lo que él sonrió nervioso.
- ¿Quisieras venir conmigo al parque? -Cuando le miré a los ojos, él miraba al suelo o a los lados, tiernamente nervioso.
- ¡Claro!... ¿A la salida?
» Cita! ¡Cita!»
- Si.- Se levantó, recogió sus cosas y se despidió con su mano, toqué mi pecho y respire profundamente por lo menos cuatro veces.
- ¿Estás conquistando a JiSung? -La molesta voz de Yuna resonó por todo el salón, no entendía su odio hacía mi.
- No, ¿Por qué? -Inocente, si, así suelen describirme, ante mi pregunta la pelinegra frunció el ceño y soltó un gruñido.
- Claramente lo haces, deja de hacerlo. -Ordenó, la mire haciendo una mueca de fastidio.
- No lo hago, pero no me alejaré de él si eso es lo que quieres. -Me levanté comenzando a guardar mis cosas sin importar la presencia de la chica.
- No querrás verme enojada. -Gruñó.
- No siquiera quiero verte en sí. -Respondi colocándome la mochila, caminé hacía la puerta del salón pero senti como me tomó del brazo y me jaló.
«De dónde tiene tanta fuerza?»
- Aléjate. Es una orden. -Sentí como todo mi interior temblaba, ¿No se supone que era una omega? ¿Por qué demonios tenía voz de mando?
Me quejé bajito, siempre sería humillante como una simple voz lograba dominarme con tal facilidad, me liberé de su agarré y corrí al comedor, necesitaba salir de allí antes de que volviese a golpearme. Cuando llegué no encontré a SeungMin en ninguno de los asientos.
¿Dónde se habrá metido?
Compré un jugo en caja y un sándwich, sin SeungMin no había ninguna razón para quedarme en aquel lugar por lo que sali de alli directo hacia el patio, me senté debajo de un pequeño árbol y comencé a dar pequeñas mordidas al sándwich.
¿Deberé ir vestido de forma especial a la cita?
¿Cita?
No era una cita, ¿Verdad?
-iMin! -Espera por favor! -Levanté mi cabeza rápidamente al escuchar el apodo de SeungMin, busqué por los alrededores hasta por fin ver dos siluetas.
