☪🌨️;; 𝙈𝙞𝙣𝙃𝙤𝙣𝙣𝙞𝙚.

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— ¡Basta, JiSungie! —Gritó el pequeño omega retorciéndose en su cama, su estómago estaba un poco hinchado y por lo tanto el alfa había estado dándole besitos y caricias haciéndole reír

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— ¡Basta, JiSungie! —Gritó el pequeño omega retorciéndose en su cama, su estómago estaba un poco hinchado y por lo tanto el alfa había estado dándole besitos y caricias haciéndole reír.

— Ha pasado un mes y está tan grandecito mi cachorro. —Exclamó JiSung pasando las yemas de sus dedos por el vientre de MinHo.

– Tendré que pedir vacaciones para lo que queda de embarazo... —Puchereo el omega, la verdad es que se había encariñado con el lugar y más que todo con su compañera de trabajo Wheein, esperar unos cuantos meses antes de volver a verla sería triste.

— Hmh, tienes razón, ¿Crees que va siendo hora de comprar nuestra propia casa? —MinHo miró con ojos abiertos a JiSung, ¿Estaba bromeando?

— ¿E-Estás... Enserio.? —Verdaderamente sorprendido, así estaba ¿Y cómo no? Si a su corta edad ya iba a tener cachorros y tras de eso quizás una casa para su pequeña familia.

— Por supuesto.... No he trabajado estos meses por nada, Honnie. —El alfa junto sus narices y las movió suavemente de un lado a otro.

MinHo se sentó en la cama y tomó el rostro de JiSung entre sus manos mirando fijamente sus ojos, hizo una mueca con sus labios y escaneó cada facción del perfecto alfa, recordó cuando le contó acerca de los supresores y se puso como un bebé pidiéndole que dejará de usarlos, claro, lo tuvo que hacer porque embarazado más que dañino para él, sería dañino para su lindo cachorro.

Sonrió cuando JiSung formó un puchero ante su escrutadora mirada, posicionó sus dedos en los hoyuelos del chico e hizo una mínima presión admirando la suave piel bajo su toque, JiSung era todo lo que había querido...

— Esta bien. —Por fin formulo, JiSung levantó sus brazos y soltó un gritito entusiasmado.

– Pero primero. —Llamó la atención del alfa. – Necesito ir a la cafetería a pedir el permiso. —JiSung hizo un puchero pero sin más asintió, debía dejar de ser tan sobre-protector, además en todo este tiempo no habían tenido noticias ninguno de sus respectivos padres, así qué, ¿Qué podría salir mal?

 —JiSung hizo un puchero pero sin más asintió, debía dejar de ser tan sobre-protector, además en todo este tiempo no habían tenido noticias ninguno de sus respectivos padres, así qué, ¿Qué podría salir mal?

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— No era necesario que me acompañarás, Imnie. —Murmuró el omega poniendo su cubre-bocas.

—Me queda de paso hyung, además, Minnie me pidió que le llevará un postre. —Sonrió el alfa caminando a su lado.

—Oh bien. —Sin más comenzaron a caminar hacía la gran cafetería, MinHo se preguntaba como debería pedir permiso, después de todo, la única persona que sabía su verdadera identidad era Wheein, quizás Baekhyun le despidiera por mentirle y sobre todo por ser omega.

— Quédate aquí. —Pidió MinHo cuando estuvieron dentro del lugar, el omega pasó por detrás del mostrador y subió unas escaleras directo a la oficina de su jefe, logró olfatear en el aire el fresco olor de Wheein por lo que se relajo y sin pensárselo mucho la buscó con la mirada.

—¡Wheein! —Llamó a la alfa que salía del baño, noto como los ojos de la chica se abrían y sonreía.

— ¡Tu! —Hace tiempo no te veo aquí, ¿Qué ha sucedi-. —Calló y comenzó a olfatear el cuerpo de MinHo a una debida distancia hasta que sus ojos se posaron en la marca de su cuello.

— ¡Travieso! así que has conseguido alfa y notó que no han perdido el tiempo... —Señaló su vientre a lo que MinHo se sonrojo y asintió.

—Por eso... Vine a hablar con el jefe. —Wheein frunció su ceño pero sin más se aparto de su camino y le señaló la puerta entreabierta.

— Suerte.

El omega asintió y después de respirar profundo se encaminó hacía aquel lugar, puso sus manos en su vientre y con un poco de temor tocó con sus nudillos la puerta de su jefe, esperó lo suficiente como para sentir como su cuerpo de a poco comenzaba a temblar por la incertidumbre, tenía aquel sentimiento de ser observado desde que entró a la cafetería y eso no hacía nada más que alterar sus nervios.

— Pase. —Anunció la conocida voz de su jefe, entró a pasos lentos abriendo sus ojos lentamente cuando vio la imagen frente a él.

— ¡MinHonnie! —Canturreó una voz rasposa, retrocedió comenzando a negar con su cabeza, chocó contra un cuerpo y solo ahí se dio cuenta que había caído en una trampa.

— Hijo, cuanto tiempo sin verte. —Gruñó el hombre forzando una sonrisa, MinHo respiró profundo y se enderezo, no era más el omega cobarde que fue, debía demostrarlo ahora.

— ¿Qué quieres? —Preguntó con voz firme, su interior temblaba pero sus instintos no le pedían retroceder, así que apretó sus puños a los costados de su cuerpo al ver como su padre señalaba el cuerpo de Baekhyun con un afilado cuchillo de plata.

— Oh, solo cumplir mi palabra querido. —Acomodó mejor su cuchillo y dejó un pequeño rasguño en la blanca piel del chico, para su sorpresa su jefe ni siquiera se inmutó.

— ¿Por qué no me dejas en paz? —Gruñó en respuesta  rodeando su vientre con sus brazos a modo protector.

El hombre sonrió en grande al ver aquel movimiento, suponiéndose claro que era lo que sucedía con su hijo.

— Así que es cierto. —Murmuró para si mismo el viejo señor. —Finalmente conseguiste a alguien que te dejará preñado, por mucho tiempo me pregunté como es que no lo resultaste con los otros alfas. —Apretó sus dientes y frunció su ceño.

—Pero ya veo que... La pequeña escoria tiene un omega selectivo, vaya asquerosidad estás hecho. —MinHo bufó e ignoró las palabras destructivas de su padre, por supuesto, su lobo no hizo lo mismo y le obligó a gruñir a modo de protesta.

— Y tras del hecho... Es un maldito rebelde. —Su padre dejó el cuchillo en el escritorio y se alejó de su jefe para acercarse a él.

— MinHonnie, ¿Lo recuerdas, no? —Murmuró en su oído, MinHo tragó saliva sintiéndose de repente desprotegido y como si retrocediera años atrás volviendo a ser un cachorro asustado.

«—Si algún día llegas a escapar, pequeña escoria. Me aseguraré de encontrarte y hacerte la vida imposible.—»

— Claro que lo recuerdas, así que es momento de demostrarte que iba en serio. —Le tomó del cuello y comenzó a arrastrarlo fuera de la oficina.

— ¡Oh! Deberías agradecerle a tu suegro, claro, si es que sobrevives a lo que te haré. —MinHo  gimoteo adolorido pero quizás... Solo quizás no estaba tan perdido.

Si logró escapar una vez... Podría hacerlo una segunda también, ¿Verdad...?

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ʀᴜᴍᴘɪᴛᴜʀ / ᚒ໑᮫۫ຳེ᳕ʜᴀɴᴋɴᴏᴡ༣᮫ࣤᤳᚒ  Where stories live. Discover now