OMD : III

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NamJoon...

Ese nombre seguía rondando por la mente de Shuhua luego de que este y SooJin se fueran.

La peli negra decidió caminar y conocer un poco la mansión en la que se encontraba mientras esperaba a la rubia.

Salió de aquella sala y caminó por el largo pasillo hasta toparse con una puerta. Había varias puertas igual, así que decidió entrar primero por esa en la que estaba parada enfrente; giró la manilla y se adentró a la habitación.

Dentro de esta, todo era negro al igual que todo lo demás en la mansión a diferencia de algunos detalles en rojo y un gran trono de color dorado  que se encontraba en el centro de la habitación, detrás de este, había un enorme retrato de Satán luciendo hermosa y seductora como siempre; en el retrato llevaba puesto un traje negro, unos guantes del mismo color con adornos y joyas y su cabello era de un color rojo intenso como la sangre.

Shuhua pensó que esa chica era realmente diferente a la que había conocido en el cielo, y valla que había cambiado, sin embargo, la pelinegra no sabía que tanto...

En los muros al rededor del trono había más retratos, nueve de ellos para ser exactos. La chica reconoció a todos y cada uno de los demonios pintados, además, todos los cuadros tenían una inscripción en la parte inferior con su respectivo nombre. En el muro a la derecha estaban Belial y Mefistófeles, luego estaba ese chico de antes de cabello rubio, NamJoon, solo que en el retrato su cabello era de un tono morado. Su traje era el mismo, a excepción de que unas alas negras brotaban de su espalda

Amon... Eso decía la inscripción.

Así que el es Amon, dijo Shuhua para sus adentros. Ya hablaría con SooJin sobre él más tarde.

Luego de el, habían otros dos retratos de hombres que de igual manera vestían completamente de negro y unas alas del mismo color se asomaban de sus espaldas al igual que el anterior, haciéndolos lucir jóvenes y muy atractivos.

Belcebú y Belfegor.

Del lado izquierdo, había otros cuatro cuadros iguales a los tres anteriores, la única diferencia entre ellos era el demonio retratado y las inscripciones.

Leviatán, Asmodeo, Mammon y Lucifer eran los nombres que se leían en aquellos retratos.

—Atractivos, ¿no es así? —Alguien habló a sus espaldas sorprendiendo un poco a Shuhua. Reconoció inmediatamente a la dueña de aquella ya tan conocida voz.

—¿Uh? —Preguntó confundida, la rubia señaló los cuadros con la mirada y la peli negra miro hacia lo que se refería dándose cuenta que hablaba de aquellos hombres —Ah... Si, claro.

—Supongo que sabes quiénes son, ¿o me equivoco? —SooJin se acercó a la otra chica que seguía admirando los retratos.

Shuhua suspiró y miró al demonio —No te equivocas. Me han causado bastantes problemas en los últimos siglos para no saber quienes son. — La peli negra apartó su mirada de la contraria luego de que esta soltara una risilla nerviosa —¿Qué quería Amon? ¿Tuvo complicaciones para sellar otro trato? —Shuhua escupió esas palabras bruscamente poniendo nerviosa a SooJin y esta última pasó saliva ruidosamente al sentir la mirada cargada de ira de la otra chica sobre ella.

Amon o NamJoon, como prefieran llamarlo, conoce el pasado y futuro dando autoridad de reconocer y reclamar las almas de los pactadores otorgando ese conocimiento a todos aquellos que han pactado con Satanás; conoce y vigila a todas esas personas.

El hecho de que había personas sin alma destinadas a pasar la eternidad sufriendo por ese estupido pacto, no hacía muy feliz a Shuhua. Sabía que había escuchado el nombre de NamJoon en algun sitio, solo que no recordaba de donde ni a qué se dedicaba. La peli negra se molestó porque la rubia se fue a atender asuntos que sabía que le desagradan.

OH MY GOD [수슈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora