VEINTICINCO

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Es el día, claro que es el día. Aunque JiMin no sepa si será bueno o no el tiempo no espera a nadie, la noche pasó rápido, ahora llegó el día.

El aniversario de JiEun.

El aniversario de la madre de los chicos.

El aniversario de la ex-esposa de Jungkook. Su actual pareja.

Se levanta de la cama. Sabe que Jungkook no está a su lado porque escucha ruido de sartenes en la cocina. Estira su cuerpo y sale de la habitación, sin olvidar echarle un vistazo al calendario en la pared señalando la fecha.

Suspira.

Baja al comedor donde encuentra a YeonJun y Miyeon desayunando. Jeongsan y Jisung parecían seguir durmiendo lo cual es comprensible pues al ser fin de semana, tienen la libertad de dormir hasta más tarde.

Camina en silencio hasta la cocina atravesando el comedor y sala.

―Buenos días.―Dice acercándose a Jungkook en la cocina, quien exprime unas naranjas, y lo abraza por detrás para después dejar un beso en su espalda.―¿Te sientes bien?

―Sí, estoy bien.

La respuesta es corta y en tono bajo. JiMin asiente, deja un último beso ahora en su hombro y se retira hacia el comedor para servirse el desayuno.

Pasas los minutos y ya están todos reunidos alrededor de la mesa rectangular. Hasta los gemelos habían sido despertados para desayunar todos juntos.

Pero hay algo diferente esta vez.

Nadie habla.

¿Por respeto a la fecha? ¿Por falta de ánimos? No sabría decirlo. Solo sabe que aquel silencio lo incomoda.

Lo incomoda porque le hace recordar esos tiempos donde vivía solo con la única compañía de Lili en su lujoso departamento al centro de Seúl. Donde al comer no había ningún tipo de ruido. Tenía que colocar la televisión en algún canal para no sentirse tan asquerosamente solo.

Ahora esos días se ven lejanos desde que se atrevió a vivir con lo Jeon hace unos meses. Pero es este tipo de silencio tan inusual en la movida familia que lo extraña y lo hace recordar sus solitarios días.

Solos, tan solos...

Terminan el desayuno y cada uno lava lo utilizado al comer; excepto los gemelos, para retirarse a sus habitaciones.

JiMin termina ordenando su habitación con Jungkook mientras este se sienta en el balcón de la misma para beber una tasa de café y mirar los alrededores.

Solo eso; mirar en silencio.

Hace una mueca.

Sale a la habitación de Jisung y Jeongsan para ayudarlos con sus tareas ya que al parecer nadie tiene las intenciones de hacerlo.

Todos están encerrados en sus habitaciones, en silencio.

Para el almuerzo la misma historia del desayuno se repite. Nadie habla y nadie levanta la mirada para mirar a los otros. Nadie parece tener ganas de estar ahí. Excepto los gemelos pues ellos parecen igual que siempre. Incluso él mismo está callado y desanimado.

El ambiente parece ser contagioso.

―JiMin...

Gira su torso para ver quién lo llama y son los gemelos.

Ahora está sentado sobre el césped del jardín con Lili echada en sus piernas, dormitando al parecer. Él acaricia su pelaje blanco con manchas marrones.

Lili es su única fiel compañera.

―¿Que pasa?―Sonríe hacia los gemelos quiénes lo llamaron.

Ellos se acercan a él y ambos se sientan a su lado derecho pues el cuerpo de la perrita ocupa el espacio izquierdo.

―Estás solito aquí.―Dice Jisung con tristeza.―¿Tu tampoco nos quieres a tu lado?―Pregunta tímido.

El rubio niega.―Para nada, me gusta tener su compañía, solo que quise salir de casa a tomar aire porque todos en la casa están muy nostálgicos, excepto nosotros claro.

―¿Nastalgicos? ¿Qué es eso, mamá?―Pregunta Jeongsan abrazando el peluche entre sus bracitos.

Observa la mueca de confusión en Jeongsan y ríe.―Nostálgicos.―Corrije.―Significa que una persona está triste al recordar algo.―Explica y se inclina hacia ellos.―Tu papi, hermano y hermana están recordando a su mamá que hace años ya no está.

Jeongsan mira a su hermano y ladea la cabeza hacia JiMin.―¿Entonces están tristes por su mamá?

Duda en respondes pero al final asiente con calma.

―¿Qué podemos hacer para que no estén tristes?

JiMin sonríe ante la inocente pregunta de Jisung.

Los gemelos aún son jóvenes y no entienden por lo que sus hermanos mayores y papá pasan, lo cuál es comprensible.

Es su inocencia tan linda que no puede evitar acercarse para dejar un beso en su cabello negro.

―Podria decirles que vayan y llenen de besos a su papá, pero no se como se lo tomaría.―Ríe nervioso.―Así que mejor solo esperen a que se les pase, ¿Okay?

―Pero los extraño... ¡Todo está muy aburrido y triste!―Puchereó Jeongsan tan directo como siempre.

JiMin sonríe hacia ellos y así platican y juegan un poco entre ellos hasta que la noche cae.

Vuelve a su habitación luego de arropar a los gemelos y encuentra a Jungkook volviendo del balcón.

El balcón donde estuvo horas y horas.

Pensando quien sabe qué. Solo JiMin puede decir que por la expresión en su cara se trata de JiEun.

Esa expresión abatida.

Le recuerda a aquel Jungkook que encontró en las escaleras jace años, ese día donde vio aquella mirada tan perdida y desanimada con la vida.

La expresión de un hombre abatido.

―Buenas noches.

Se despiden al acostarse.

La luz es apagada.

La noche los consume.

¿Porqué el día fue tan tranquilo?

Cenizas de un Amor | KookminWo Geschichten leben. Entdecke jetzt