- No, quédate un poco más- habló Sara escondido el rostro en el cuello de su novia mientras que tomaba firmemente su cuerpo. Quería pasar todo el día en la cama.
- Princesa, tengo reunión y ya voy a llegar tarde.
- ¿Es obligatorio que vayas?- preguntó con la esperanza de que dijera que no.
- Si, amor, tengo que ir- la fotógrafa al escuchar aquellas palabras suspiró- Pero puedo salir si quieres un poco antes.
- ¿En serio? Paso a recogerte ¿A que hora puedes salir?
- Cuando termine todo el trabajo te envío un mensaje- Leo con cuidado se levantó de la cama y empezó a buscar por la habitación toda la ropa. Últimamente dormía más en casa de la fotógrafa que en la suya.
- Está bien ¿Quieres ir a algún sitio en especial?- Sara quería seguir consintiendo a Leo, tenía el dinero y las ganas de hacerlo, así que cualquier cosa que la abogada le pidiera ella intentaría hacerlo.
- Un lugar tranquilo estará bien.
- Entendido, lugar tranquilo- y la fotógrafa ya tenía diversas ideas de donde poder llevarla- ¿En serio tienes que ir?- formó un pequeño puchero cuando vio que su novia ya se había vestido.
- Si, este fin de semana el bufete está cerrado por no se que, y el lunes tengo una vista. Así que si, tengo pasarme.
- Está bien, está bien- finalmente se rindió de tratar de convèncer a Leo. Era imposible.
- Entonces te veo luego- dijo Leo una vez vestida a centímetros de la boca de su novia.
- Si. Que te vaya bien- la mayor dejo un pequeño beso antes de sonreír y salir de la casa de Sara. Llegaba increíblemente tarde y sabía que le esperaba una Nora furiosa nada más pisará el bufete. Pero no era culpa suya, Sara sabía convencerla demasiado bien para que se quedará un rato más.
- Perdón por la tardanza- se disculpó nada más vio a la otra abogada. Nora se limitó a rodar los ojos.
- No te disculpes. Aquí tienes una copia de la declaración del nuevo testigo, ya que no has aparecido en ningún momento te toca a ti revisarlo- Y Leo no podía renegar nada, sabía que ella tenía razón, ya hacia bastante con no decirle a su jefe que más de una vez llegaba tarde por estar acostada con su novia.
- Entendido ¿Ha dicho algo raro? ¿Alguna cosa que preocuparme?- preguntó Leo abriendo el informe y empezando a leer.
- No, ha dicho lo mismo que los otros tres testigos.
- Genial, a escuchar lo mismo por milésima vez- susurró para si misma- Lo tendré listo en unas horas.
- Está bien, avísame cuando hayas terminado, Villar.
*****
- ¿Y una habitación de un hotel es un lugar tranquilo? ¿No follais?- preguntó Daniel con el ceño fruncido mientras que jugaba con su batido.
- No es eso, solo es que no se que me pasa. Últimamente Leo me toca un poco y bum, ya estoy sobre ella tratando de desnudarla- confesó la fotógrafa, había pensado diferentes lugares para llevar a la abogada después del trabajo, un parque, una cafetería apartada de la ciudad, un lago, ir a hacer senderismo, pero de repente pensó en Leo desnuda y ya estaba pensado en solamente llevarla a su casa otra vez.
No era que el sexo fuera malo todo lo contrario, de hecho Sara estaba convencida de que ese era el problema, Leo Villar era perfecta e irresistible.
- Piensas más con el coño que con la cabeza.
- Si, pienso con el coño ¿Algo más que decir a tu hermana que te ha pedido consejo para ver dónde llevar a su novia?
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Destino, te odio
RomanceElla esperaba no volver a verla. Habían pasado ya 10 años y solo se vieron una vez en toda su vida, pero eso fue suficiente para que supiera que no la quería volver a ver más. Lastima que el destino las quisiera juntas.