Seis años.
Harry se mostró feliz en todo el día, sonreía más de lo pensado y sus ojos brillaban con cada regalo que recibía. Sus familias se habían juntado como antes acostumbraban para festejar y su madre había invitado al vecino nuevo que se había mudado hacía una semana antes.
A lo cual Harry, no evito ponerse feliz sabiendo que tal vez el niño de ocho años y medio tal vez sea su amigo y no lo tratase como un bicho raro tal como lo hacían sus compañeros del kinder.
Gemma estaba allí y jugaba con su hermano pequeño corriéndolo por la casa con una manguera de agua helada. Todavía no terminaba la temporada de invierno, por lo cual hacía un poco de frío como para que Harry termine empapado con agua fría.
Esté reía mientras Des los observaba desde una esquina. Su hijo lucía tan normal, tan tranquilo, tan feliz, cosa que pasaba muy pocas veces a causa de la depresión infantil que conllevaba.
Harry convencía a sus padres la mayoría de veces que él estaba bien, y se sentía bien. Pero sus padres dudaban de eso, y más cuando el pequeño se ponía nervioso y comenzaba a tartamudear de manera exagerada al tratar de convencerlos que se encontraba en perfecto estado.
Des pensó más de una vez en llevarlo a un psicólogo pero decidió llevarse a lo que Anne decía: "Es una etapa".
Anne entro a la casa con el pequeño de ojos azules tomada de la mano evitando que este no sea tímido y traía una caja un poco grande para su tamaño.
Harry chilló de alegría al ver a su madre sin captar que el castaño estaba con ella, en cuanto se dio cuenta de la presencia dio tres pasos hacia atrás alejándose de él.
"Louis, él es Harry." El más grande levanto su mirada observando al pequeño de ojos verdes y el pequeño estiro su mano solo para saludarlo. Louis se acerco hasta a él a una distancia demasiado cerca para el pequeño y lo abrazo.
"Yo no doy la mano, yo doy abrazos." Harry quedo estático al escuchar el susurro de este cerca de su oído y chilló de forma alarida. Anne se percato que Louis lo estaba tocando y Harry comenzaría a tener otro ataque.
"Louis suelta a Harry, por favor." El mayor se despego rápidamente del pequeño para observar como los orbes verdes de Harry se llenaban de lágrimas. Louis se alejo unos pocos pasos de este observando cómo comenzaba a hipar y sus lágrimas descendían por sus pequeñas mejillas ruborizada.
"Harry, él solo quiso ser amable." El más pequeño corrió hacía su madre abrazándola por la cintura para comenzar a llorar desconsoladamente.
"Lo siento pequeño, Harry tiene un cierto miedo cuando lo tocan o están demasiado cerca de él." Harry continuaba llorando sobre la camisa de su madre, ganando un puchero entre los labios de Louis al escuchar lo que la madre de su próximo amigo le había dicho.
"Harry." Lo llamó con su voz aguda ganando la atención de los ojos rojos por parte de Harry que lo miraban expectantes. "Yo solo quiero ser tu amigo, prometo no volver a acercarme demasiado si tu no lo deseas." Bajo la mirada y el pequeño se soltó de su madre al notar que el mayor no tenía ninguna intención de hacerle daño.
Hipó, respirando con irregularidad y abrazo a Louis por menos de cinco segundos para luego soltarlo y alejarse rápidamente.
El pequeño elevo su pulgar al aire sonriéndole al mayor de ojos azules, Louis elevo su pulgar también manteniendo su distancia.
"Puedes ser mi amigo." Harry sonrío mostrándole los hoyuelos confiando en aquel pequeño sabiendo que su inocente mirada no tenía segundas intenciones con el fin de hacerle daño al pequeño.
Louis y Harry jugaron por toda la casa, Louis mantuvo su distancia respetando a Harry lo cual provoco que el pequeño consiguiera tener confianza con el nuevo niño de la cuadra.
"¿No crees que soy raro?" Harry preguntó sentándose en la hamaca que su madre había construido para él y para Gemma, pero que ya la casi adolescente había dejado de usar hacía unos años antes.
"No, no lo eres. Solo tienes miedo." Louis le sonrío al pequeño de ojos verdes ganándose una mirada brillante por parte de Harry, el mayor sabía cómo tratarlo y estaba haciendo lo posible para que este fuera su amigo.
Aunque Harry ya le había dicho que podía ser su amigo, este se tomo como desafío ganarse el lugar y la confianza del más pequeño. "Y esta bien, esta bien tener miedo."
Harry comenzó a balancearse mientras observaba el pasto verde, pensando en las palabras justas para comunicarse con Louis sin tartamudear o ser fluido al hacerlo.
"Yo..." comenzó a decir pero calló al instante ganándose una pequeña risa que salió escapada de los labios finos del mayor.
"Eres mi am-amigo Lou-Lou." Louis comenzó a reír al ver que el pequeño tartamudeaba al estar nervioso. "Louis" se corrigió Harry.
"Prefiero Lou-Lou, Hazza".