CAPÍTULO 29 [✓]

14.5K 1K 48
                                    

RAVEN

Mí cuerpo se encontraba tenso, maldición, sus gritos no me ayudaban mucho la verdad pero aún así trataba de mantener la calma, ya que era la única que la podía ayudar en estos momentos porque el medico se encontraba fuera atendiendo a un grupo de heridos que lidiaron con un grupo de vampiros que trataron de entrar a su Manada

—Tengo miedo—susurra asustada.

Levanto mí vista rápidamente para verla a los ojos, en los cuales veo un gran miedo, la tensión se esfumo y fue reemplazada por cariño, sujeto su mano y ella me mira mientras que unas lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas.

—Todo va estar bien, Luna Ruth—sonrío de lado—Estoy aquí y nunca la voy a dejar sola—digo en tono serio.

—Prométemelo, por favor—suplica sollozando

Mí antigua yo hubiera ignorado su petición, mejor dicho, ni siquiera hubiera estado aquí, pero he cambiado, logre ver mis errores y tratar de redimirme.

—Es una promesa—sonrío y ella asiente—Ahora, necesito que puje.

Ella comienza a pujar, sus gritos eran dolorosos, ya que podía sentir su miedo y dolor, uno lo sentía porque temía no ser una buena madre y lo segundo por no tener a su Alfa en estos momentos, un dolor en mí pecho se hace presente, ella aún no ha superado su muerte pero lo sí ha superado fue su deseo de morir, ahora ella quiere dirigir la manada hasta que su hijo tenga lo suficiente para tomar el mandato.

—¡Un esfuerzo más! ¡Lo puedo ver!—exclamo

Ella puja y el llanto de un alfa se hace presente, ella trata de normalizar su respiración mientras que yo me encargo de limpiar al bebe y envolverlo con una manta, su llanto cesa, abre sus ojos y veo que tornan rojos, sonrío de lado, mis ojos se tornan celestes y sus ojos vuelven a la normalidad, sin duda será un gran Alfa, lo llevo hasta su madre, quien derrama lágrimas de felicidad, besa suavemente la frente de su hijo.

—Felicidades, Luna Ruth—murmuro sonriendo.

—Gracias, gracias por abrirme los ojos y ayudarme a traer al mundo a mí cachorro—dice ella mirándome.

Estiro mí mano y limpio sus lágrimas, ella se asombra, beso su frente. Desde que la conocí ella despertó un sentimiento de protección, no podía abandonarla y nunca lo hare, siento que ella es como una hermana para mí, aparte ya la han abandonado mucho.

—Luna—ella me mira—Como usted sabrá, yo antes no era así y por acción fui al Limbo de las almas oscuras.

Markus me habló de eso una vez—parpadea—Dijo que allí iban las almas que habían sufrido y tomaron una mala desición pero que la Diosa Luna los castigaba viendo el motivo porque el que se habían vuelto así y si realmente se arrepentian eran perdonados.

—Así es—suspiro—Tuve un guía, un lobo de pelaje dorado y ojos de color amarillos intensos—el asombró tiñe su mirada—Sí, era el Alfa Markus—miro al pequeño Alfa y luego a ella—Me pidió que la ayudará, quería que cuidará de sus prioridades.

—No rompió su promesa—las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas—Me sigue cuidando.

—Cuando un lobo le hace una promesa a su pareja nunca la rompe—murmuro sonriendo.

—Viste cachorro—mira su a bebé—Papa está con nosotros aún—solloza.

—Ya no llores, no estás sola y nunca lo estarás—miro a su cachorro quien comienza llorar pero de dolor, sabe que su padre no está entre nosotros y llora su ausencia—Le informare a los demás del nacimiento del futuro Alfa de la manada Crimson—digo poniéndome de pié.

EL DEMONIO Y LA LOBA [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora