Capítulo 5 "Revelaciones"

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Apartamento para Emergencias, Moon Falls, Massachusetts.

El sol casi está en la cúspide del cielo. Su radiante luz se adentra por los amplios ventanales del “apartamento para emergencias” de mi madre. Estos dejan su brillante marca en las paredes de ladrillos desnudo que me rodean. A esta casa sólo la he habitado en algunas ocasiones cuando había reparaciones en la mansión, pero ahora es el único techo que tengo, no quiero molestar más al Sr. y a la Sr. Baxter, sobre todo después de lo que pasó la última noche que estuve en su finca.

Por suerte, sólo pasé dos días en el hospital después de que desperté. Ahora, estoy sentado en el sofá, hasta que a Alexa le convenga, esperando un e-mail de los inversionistas de mi madre. La espera me aburre demasiado. Mientras tanto, Alex creo que rebusca algo en la cocina.

—¿Ya hablaste con los oficiales? —pregunta Alex curiosa por saber lo que me dijeron.

Resoplo y me llevo la palma de la mano derecha a la frente al recordar las incoherentes palabras del sheriff Roys y su inepto ayudante.

«¿Por qué tenías que recordármelo?»

—Sí, lo hice. Adam tenía razón —no me gusta que la tenga. Sigo sin confiar en él.

—Te lo dije, es de confiar. Se preocupa por nosotros aunque te cueste aceptarlo —me regaña como si fuera mi madre, lo que un poco más dulce a decir verdad. Helen Black a estas alturas me hubiese mandado a hacer doble sesión de entrenamiento.

—¡Es que cómo la van a dejar escapar! Ya ni cuidar a un recluso saben hacer.

—Dave, tú viste lo mismo que yo. La proyección de tu madre que salió de la mano de Ava no es lógica. Ni siquiera tú la puedes explicar. No sabemos cuántas cosas más oculta. —deja lo que estaba haciendo y se asoma a la sala para mirarme de forma entrecerrada.

—¡Eso no es cierto! Tengo mis teorías. Lo que no puedo probar ninguna —me defiendo.

—O sea, te pasaste la noche entera en vela y no tienes nada sórdido —intenta hacerme sentir culpable. A pesar de que sabe que eso no funciona conmigo.

—¿Por qué me miras así? El médico mandó reposo y yo estuve todo el tiempo sentado —termino de hablar y alzo los hombros con desdén.

—Hmm… El reposo incluye horas de sueño, ¿lo sabías? —sigue con su mirada recriminatoria.

—Eres un demasiado extremista para tu edad. Ambos conocemos que no me gusta quedarme sin explicaciones. Necesito información. No puedo dormir sin ella.

Alex me da la espalda y regresa a la cocina. No pude ver su rostro pero estoy seguro que reviró sus ojos al oírme. Siempre me hace lo mismo cuando menciono a mi insoportable insomnio.

—Además en esta semana he dormido más que en los meses anteriores. Deberías estar feliz por mí —reitero y siento un extraño olor que posiblemente venga del horno.

«Por favor Adam, si quieres que agradezca tu tardía aparición, ven con algo de comer que esta mujer me va a envenenar» suplico para mis adentros poniendo mis manos en forma de rezo.

El lustroso libro se encuentra en la mesa de centro justo frente a mí. No puedo evitar mirarla cada cinco minutos. Es tan… No sé. Me complace contemplarlo.

Lo extraño es que cada vez que acerco mi mano el cristal de la cubierta cambia de color magenta a gris y al alejarla vuelve de nuevo al color inicial, al parecer tiene sensores de movimiento o algo. Además sus páginas están en blanco.

«¿Tanto forcejeo en el bosque por unas cuántas hojas blanquecinas pegadas?»

Por otra parte, el diario de mi padre, se haya escrito en clave o tal vez otro idioma. Las formas de los símbolos son tan insólitas que no pude conseguir ninguna coincidencia en Google. Incluso hasta le envié una foto a un excéntrico filólogo que encontré en la red y no supo hablarme de ellas.

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⏰ Last updated: Mar 20, 2021 ⏰

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