¡MÍA! Bueno ¿De Nosotros?

-Capitulo 2-

-Cenas interesantes y Sueños húmedos-

Empiezo a bajar los escalones empezando a sentirme un poco nerviosa ya que no sabía con qué tipos de personas me podría topar.

Tal vez podrían ser muy amables o tal vez podrían ser asesinos buscando una nueva víctima.

*ADARA*

Me reclamé internamente al tener ese tipo de pensamientos absurdos.

Cuando terminó de bajar me adentro a la sala y ellos están hablando, parece ser que no se dan cuenta de mi presencia y siguen hablando.

-Ella es, ella es nuestra mate, ella es el amor de nuestras vidas- Dice una de las personas que están de espaldas.

*¿Mate?, ¿El amor de su vida?, ¿De que están hablando?*

Todos se voltean cuando se dan cuenta de mi presencia y ¡POR LUCIFER!.

No exagero cuando digo que son los dos hombres más estúpidamente hermoso y calientes que he visto en mi vida.

Uno de ellos es alto de tez blanca, ojos azules, su cara es perfilada, tiene mandíbula prominente, su labios son carnosos, tiene una sonrisa ladina y unos dientes perfectos.

El otro es alto de tez morena, ojos grises, nariz respingada, cejas pobladas, mandíbula igual de prominente, sus labios son gruesos y tiene un piercing en la esquina de su labio inferior que le da un toque tan sexy.

Los detalle tan bien a cada uno que me di cuenta que sus ojos eran iguales que la de los lobos que vi en la entrada del bosque.

Quedé un poco confundida luego de darme cuenta, coincidencia, supongo.

Rosse carraspea haciendo que todos le prestemos atención.

Ella sonríe y camina posicionándose a mi lado, luego de eso habla.

-Adara cariño, ellos son mis hijos Max y Dylan Bennet.-Dice ella con una sonrisa de orgullo.

El primero en acercarse fue el de los ojos grises, cada vez que se acercaba quedaba en evidencia la diferencia de estatura y el aire de superioridad que emanaba de el.

-Hola, un gusto en conocerte soy Max.-Dice con su voz ronca mientras estiraba su mano para estrecharla.

Al igual que el, estire mi mano y este la agarro dándome un beso en ella.

-Un gusto Adara.-Dije con una voz un tanto nerviosa

¿Desde cuándo me pongo nerviosa con la presencia de un hombre?.

Luego Max se aleja y se acerca el de los ojos azules.

Totalmente diferente a su hermano se veía que desprendía alegría y su sonrisa me daba un poco paz para ser sincera.

-Un gusto en conocerte, soy Dylan Bennet.-Dice con una voz ronca pero no tanto como la de Max.

El estrecha su mano y yo le devuelvo el saludo.

-Adara jones.-Le respondo mientras lo saludo

-Adara, me gusta-

Pronunció mi nombre despacio, y mi nombre se escuchó tan bien cuando lo dijo.

Rosse nos indico que nos sentáramos en la sala y hablamos de cosa triviales, pero mientras hablábamos sentí la mirada de estos dos.

De la cocina salió un hombre alto de tez morena, ojos verdes y una sonrisa increíble.

Joder, los genes de esta familia son impresionantes.

El hombre se acerca a Rosse y le dio un beso en la mejilla.