¡MÍA! Bueno ¿De Nosotros?

-Capitulo 8-

¿Quién soy en realidad?

Escuché como tocaron la puerta de mi habitación pero estaba tan cómoda que ni siquiera pude abrir mis ojos, no fue hasta el momento que sentí como acariciaban mi cabello que los abrí.

Vi como Rosse me sonreía mientras me seguía acariciando el cabello, siendo sincera esperaba a alguien más.

-Buenos días linda, vi que no bajabas a desayunar así que preferí despertarte para que no llegarás tarde a la universidad.-

Le sonreí con algo de nostalgia y le agradecí por despertarme, luego de que Rosse se fuera empecé a alistarme.

Fui al baño y hice todas mis necesidades luego de eso empecé a vestirme, me vi en el espejo y me sentí estupenda.

Está vez preferí usar un vestido negro básico de mangas, con un escote algo pronunciando y unas botas negras con decoración en dorado.

Empecé a bajar las escaleras y me di cuenta de que no alcanzaba a desayunar así que me acerque a la cocina agarre una galleta,  me despedí de Rosse ya que era la única que se encontraba en la sala.

Subí al auto y me di cuenta que Evan estaba más alegre de lo normal.

-Por qué tanta alegría Evan?- Pregunté, mientras el empezaba a manejar

-Mi esposa estaba muy enferma y no encontrábamos cual era el problema, pero ya sabemos que es y se está recuperando muy rápido-Dice Evan muy alegre

Le hago saber que mi satisfacción al saber que su esposa está bien, para seguir el camino en total silencio.

Cuando el auto se detiene en frente de la universidad, me doy cuenta que está más lleno de lo normal, pero no le preste mucha atención a eso.

Había tanta gente en el pasillo que apenas podía caminar todas se veían alegres e eufóricas, ¿Que estará pasando?

De repente a lo lejos escucho como pronuncia mi nombre en un grito, me volteó de inmediato y efectivamente tal y como lo imaginé la que me llamaba era Becca.

A su lado se encontraba James, no sabía que ellos se conocían.

-Hola hermosa-Me saluda Becca

-Hola linda-Me dice James con un tono coqueto cosa que no esperaba

Les devolví el saludo a ambos y les pregunte el porque de tanta gente, y me contaron que era el aniversario de la universidad, me agarraron de la mano y me llevaron al salon con la idea de que ya era muy tarde.

Pasamos toda la mañana juntos, hablando y riendo, mientras cada uno contaba una anécdotas.

Nos dirigimos a la cafetería y empezamos a hablar de cosas triviales mientras comíamos.

De repente se escuchó un gran estruendo, al voltearme a ver qué ocurría me di cuenta que la puerta de la cafetería estaba en el piso y un humo blanco salía de ella, hasta que todas las luces se apagaron y quedamos totalmente oscuras.

Luego de eso todo fue CAOS.

Se escuchaban los disparos, los gritos de las personas desesperadas y las pisadas de todos tratando de huir.

Los tres nos agarramos de las manos para evitar perdernos, pero fue imposible con el bullicio de personas desesperadas, perdimos a James en el camino de repente soltó mi mano.

Becca y yo, nos agarramos las manos aún más fuerte y sintiendo una gran preocupación por nuestro amigo, seguimos nuestro camino tratando de que las personas no nos arrollaran.