JunHee no telegrafió, ni se puso en camino inmediatamente. Aunque deseaba ser amable, e intentaba pensar en DongHun razonablemente, se negó a obedecer órdenes como antes.
Volvió a Suwon cuando le apeteció hacerlo. Telegrafió desde Gwongae a la oficina de DongHun, y esperaba encontrarlo; cuando no le vio allí tomó el tren hacia los suburbios, con el fin de hablar con él lo más rápidamente posible. Su actitud era amistosa y tranquila.
Era un atardecer de octubre; las hojas caídas, la neblina, el canto de un búho, le llenaron de placentera melancolía. Grecia había sido luminosa, pero muerta. Le gustaba la atmósfera del norte, cuyo mensaje no es verdad, sino compromiso. Él y su amigo acordarían algo que incluiría a las mujeres. Más tristes y más viejos, pero sin crisis, se deslizarían en una relación, como el ocaso en la noche. Le gustó también la noche. Poseía gracia y calma. No era una oscuridad absoluta.
Justo cuando empezaba a perderse en el camino de la estación, vio otro farol, y después otro. Había eslabones en todas direcciones, y él los seguía hacia su objetivo.
SooHyun oyó su voz, y salió de la sala para recibirle. SooHyun era la persona de la familia de la que siempre se había ocupado menos, no era una auténtica mujer, como advirtió entonces, y ella traía la noticia de que DongHun se había quedado en la ciudad por cuestión de trabajo.
—Mamá y Yerim están en la iglesia —añadió—. Han tenido que ir andando, porque DongHun necesitaba el coche.
—¿Y dónde ha ido?
—No me lo preguntes. Deja su dirección a los criados. Nosotras sabemos menos de DongHun que cuando estabas aquí, si es que lo crees posible. Se ha transformado en una persona muy misteriosa.
Le sirvió el té, tarareando una melodía.
Su falta de sensibilidad y de encanto produjeron en él una reacción, no desagradable, en favor de su hermano. Ella continuó quejándose de la forma timorata que había heredado de la señora Lee.
—La iglesia sólo está a cinco minutos —subrayó Jun.
—Sí, ellas estarían aquí a recibirte si él nos lo hubiera dicho. Él todo lo mantiene en secreto, y después se ríe de las niñas.
—Fui yo quien no se lo dijo.
—¿Cómo es Grecia?
Él se lo explicó. Le aburría tanto como a su hermano le hubiese aburrido y no tenía la virtud de leer tras de las palabras. JunHee recordó cuántas veces había discurseado para DongHun y sentido al final una sensación de intimidad. Había mucho que salvar en el naufragio de aquella pasión. DongHun era grande, y muy sensible una vez que entendía.
Una voz profunda los interrumpió; ya regresaban de la iglesia. Yerim entró, ataviada con un jersey, una gorra de cuadros y una falda gris; la niebla del otoño había dejado una delicada escarcha sobre su cabello. Tenía rosadas las mejillas y brillantes los ojos; le saludó con evidente placer, y aunque sus exclamaciones fueron las mismas de SooHyun, produjeron un efecto diferente.
—¿Por qué no nos dijo que iba a venir? —exclamó—. No habrá nada más que pastel. Le hubiéramos preparado una auténtica cena.
Él dijo que tenía que regresar a la ciudad en seguida, pero la señora Lee insistió en que debía quedarse a dormir. A él le alegraba hacerlo. La casa se llenaba ahora de tiernos recuerdos, especialmente cuando hablaba Yerim. Él había olvidado que fuese tan distinta de SooHyun.
—Creía que era usted DongHun —le dijo—. Sus voces son asombrosamente parecidas.
—Es porque tengo catarro —dijo ella riendo.
STAI LEGGENDO
Wrong [DongJunChan]
FanfictionLee DongHun, a la edad de 14 años, recibe una charla de su maestro sobre el sexo y las mujeres. DongHun se siente aislado, y excluido de la idea adulta del matrimonio con una mujer como meta en la vida. Además se enraiza su profundo desdén hacia su...
![Wrong [DongJunChan]](https://img.wattpad.com/cover/249113127-64-k306698.jpg)