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     Taehyung se encontraba molesto, salía de su auto con sus cejas demasiado fruncidas y con un odio racional hacia su jefe. Y es que entendía hasta cierto punto su posición, pero al final, parecía como si lo estuviese subestimando.

—Maldición —murmuró para él y cerró la puerta de su auto con demasiada fuerza—. Necesito un baño largo —dijo, a la misma vez que se acercaba hasta el ascensor del edificio en donde vivía.

Sabía que su jefe Jung Hoseok protegía a su equipo como si todos fuesen parte de su familia, pero, ¿dejar a alguien tan talentoso como él por fuera, simplemente por miedo?

¡Qué desperdicio!

Desde el criterio del castaño, les tomaría años dar con alguna nueva pista si sólo pensaban en una posición en donde no existiesen las pérdidas. Taehyung recuerda su primer caso resuelto; le costó un despido al principio, pero después todo salió muy bien. Y es que si la policía les remitió el caso, era motivo suficiente para no desperdiciar a un detective tan suspicaz como él. ¡Pensar de forma básica sería muy tonto!

Hizo un puchero como forma de berrinche y presionó uno de los botones del ascensor.

—Ábrete, cosa lenta —decía, al mismo tiempo que presionaba tal botón repetitivamente—. Oh, dios, ¿qué estoy viendo? ¡El rostro de Jung Hoseok! —Alegó de forma maliciosa, aún cometiendo la misma acción.

Justo en ese momento, su celular empezó a escucharse y no dudó en contestarlo al ver el nombre de su jefe en él.

—¿Ya llegó a su casa? —Preguntó el mayor.

—¿Me dejará participar en el caso, sí? —Pregunto, un tanto ilusionado.

—No. —El castaño rodó sus ojos y entró al ascensor para marcar el número de su piso. —Le mandé a su correo electrónico el informe de un caso diferente.

—¿Qué? —Habló sorprendido— Pero, Sr. Jung, yo-

—Lo conozco y aún con mi orden, se tirará de cabeza en donde no le llaman. Por esa razón, quiero que me dé resultados en menos de una semana. Tranquilo, Kim, es igual de interesante —aseguró y colgó, dejando al castaño todavía más indignado.

—“Más interesante”, sí, claro. —Negó con su cabeza y cuando las puertas del ascensor se abrieron, un gran perro se acercó hasta él para saltarle encima. —¡Ma-Madre mía! —Chilló asustado.

—¡Lo siento! —Alegó otra persona, mientras se acercaba hasta ellos con rapidez para tomar al gran perro por su correa— Sigo… sin entender cómo esto sigue pasando. —Negó con la vergüenza marcada en sus mejillas y soltó un suspiro.

Taehyung sonrío levemente y levantó su mirada. Sí, como todos los días; era el joven dueño del dóberman que cada que el castaño llegaba al pasillo, lo "atacaba" de forma amistosa. Ah, que debía admitir que el chico era muy guapo; su cabello lo lucía relativamente largo y oscuro, además de su estatura y varios tatuajes en uno de sus brazos.

—Seguramente le agrado —comentó y acarició levemente la cabeza del gran perro—. A todo esto, debería saber el nombre de tan imponente mascota.

—Ah, su nombre es Badáss —respondió el menor y soltó un suspiro—. Es más agradable de lo que parece.

El castaño soltó una pequeña risa.

—Sí, ya me he dado cuenta —aseguró y se dio a la tarea de acercarse a su puerta—. Por cierto, qué nombre tan adecuado —comentó y volvió a sonreír.

—Gracias. —Dio una pequeña reverencia, aún sosteniendo la correa de su perro.

—Y el dueño… ¿Con qué nombre responde? —Preguntó con mucha curiosidad.

—Jungkook —respondió con simpleza.

—Es un gusto. —Hizo media sonrisa. —Pasa buena tarde, Jungkook —se despidió y decidió entrar, dejando al chico completamente solo en el pasillo.

El azabache miró con enojo a Badáss y negó con su cabeza para ingresarlo a su apartamento.

—¿Qué diablos te pasa? —Preguntó en un intento de regañarlo. —¿Por qué me haces pasar esta clase de vergüenza? —Sólo escuchó un ladrido por su parte. —¡Y únicamente con el atractivo vecino de… –Frunció su ceño— Su nombre, ¡no pregunté por su nombre! —Revolvió su largo cabello y soltó un suspiro, sintiéndose completamente derrotado.

[…]


—¿Se aseguró de que el caso no tuviese que ver en nada con el de la desaparición de los omegas masculinos? —Preguntó Hoseok, mientras miraba a Minhyuk.

El chico simplemente asintió.

—Es un caso que lleva años sin tomarse en cuenta, precisamente, porque no hay pruebas a pesar de los evidentes escándalos. Es inconsistentes y lo que se podría hacer es casi imposible.

—Recuerde que hablamos de Kim Taehyung.

—Porque lo sé, Sr. Jung, es que tomé ese caso tan complicado. Le tomará más de un mes, como mínimo, presentarle algo contundente. Si es que llega a encontrar algo.

Hoseok soltó un largo suspiro y se recostó en su asiento. Sabía de lo que era capaz Kim Taehyung. Y también sabía que su palabra para tal joven y exitoso detective valía lo mismo que un tazón de arroz. Por esa razón debía mantenerlo lo más ocupado posible. Amenazarlo con despedirle sólo le daría la libertad suficiente para moverse con mayor comodidad.

Su misma persona era un caso totalmente desesperante.

—Lee —llamó al chico beta y éste lo observó con mayor cuidado—, no le quite los ojos de encima.

—¿También quedaré por fuera del caso?

—¿Tiene la capacidad de estar cerca de Kim Taehyung y que éste no le saque información?

—Su pequeña estrella no es el único con aptitudes sobresalientes, Sr. Jung. Claramente puedo hacer algo tan sencillo como eso —aseguró.

—Por cierto, ¿de qué caso estamos hablando? —Preguntó con curiosidad repentina.

—Sobre el CEO de JMaisson.

Hoseok elevó sus cejas.

—Vaya, Lee, eres bastante cruel.

—Me pidió algo complicado y le he dado un imposible.

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¡Pasen excelente
mañana/tarde!

Nos leemos. ^^

-Gab

CABARÉ [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora