Delirios Inocentes (Fanfic El diablo a todas horas)

Capítulo 8: Algo nos orilla a cometerlo

Pasaron 3 meses de esos hechos y Lenora salía con mucha frecuencia al bosque o a veces a la iglesia para encontrarse a su "amado" sin que nadie supiera acerca de su relación enfermiza. Un día en cuánto dejó la casa. Emma se cercioró que ya se hubiera ido y se dirigió a la mesa donde estaban Arvin, Earskell y Joanna. Los dos primeros jugando cartas y la última peinando a su muñeca de trapo.

- ¿Creen que tenga un novio? -Preguntó la anciana

Los presentes en la mesa trataron de contener la risa, pero no pudieron como si se tratara de un buen chiste

-El día que ella se la capitana del equipo de porristas y sea la novia del chico más popular de su escuela, va a ser el día que los cerdos vuelen-Dijo Earskell recuperándose de la gran carcajada

-Digo, el físico no lo es todo-Aclaró Emma

-Tiene más probabilidades de acabar como una monja solitaria que como alguna otra cosa-Dijo Joanna mientras seguía haciéndole la trenza a su muñeca

-Eso sí es cierto y si lo llegara a tener sería como ella lo llama "Un milagro del Señor"-Dijo Arvin tirando una carta

Mientras tanto Lenora se había reunido con el reverendo para contarle algo

-He escuchado casos horribles en mis lecturas, sobre el pecado, por eso alguien se puso tan enfermo que cayó en cama... debido a un pecado que cometió... pensó que lo que había cometido era tan terrible que empezó a alucinar cosas o hace tiempo leí una historia sobre gente pobre que apenas sabían escribir y se creían el presidente o una celebridad de Hollywood como Ava Garner -Dijo el predicador

-No entiendo de que habla-Dijo Lenora tímidamente

-Tan sólo piénsalo ¿cómo nosotros podríamos ser padres? cuando todo lo que hicimos fue pasar tiempo con el Señor-Dijo él tratando de persuadirla-

-Dice ¿Qué no recuerda todo lo que hicimos en su auto? -Dijo Lenora

-Lo que digo es que debes estar loca para venir a la casa del Señor y hablar de toda esta basura-Dijo Preston Enfurecido-Mira mi consejo para ti es que encuentres una forma de deshacerte de eso. -Añadió él-Porque si no lo haces vas a terminar como madre prostituta, con su hijo bastardo corriendo por ahí, viviendo en la casa de la pobre anciana que te crio-Continuó Preston

La cara de Lenora no podía estar más confundida

-Al menos piensa en ella, se morirá de la vergüenza o también piensa en tu hermanita ¿Qué ejemplo le vas a dar? -Finalizó el reverendo

De pronto Lenora sintió indignación y culpa al mismo tiempo, salió de la iglesia completamente humillada mientras que Preston Teagardin le valía un cacahuate lo que pasara

En la noche mientras Joanna ya estaba acostada en su cama, Lenora se encontraba en una de sus sesiones de oración nocturna arrodillada a los pies de la cama, Joanna se volteó disimuladamente del lado de la cama y notó como de la cara de su hermana caían unas cuantas lágrimas y tan solo alcanzó a distinguir una frase de las muchas de las que murmuraba: "Perdóname Señor por lo que haré, pero ya no tengo elección". Joanna se acercó, se bajó de la cama, se sentó en el piso y abrazó a Lenora

- ¿Qué es lo que tienes? -Preguntó la niña tratando de consolarla

-Nada especial, simplemente... extraño a mis padres-Respondió Lenora

-Si te sirve de consuelo... yo a veces lloro por lo de mis padres-Dijo Joanna en tono consolador

-Ya vete a dormir, porque si no mañana estarás cansada-Dijo Lenora, seguido de esto la besó en la frente