Capítulo 10: Una promesa de dos partes

175 10 0
                                    

Pasaron días después del entierro y ni Emma ni Joanna salían de sus cuartos ambas abatidas por la tristeza, ambas parecían haber perdido un gran pedazo de corazón. Arvin salía a menudo nadie sabía para qué y finalmente Earskell hacía lo que podía para sacar a la familia adelante.

Una noche Joanna estaba en su cuarto, sentada en la orilla de la cama, mientras el tío Earskell y Arvin compartían una botella en el porche. Joanna seguía llorando, comía muy poco, había noches las cuales no dormía debido a que los recuerdos nostálgicos salían al acecho. Sentía la misma sensación de soledad y abandono que cuando murieron sus padres. Recordaba como ella a veces se escapaba para irle hacerle compañía a Lenora a la hora del almuerzo en el patio de la escuela y como decía que fantaseaba que cuando creciera, trabajaría y se compraría una casa en Nueva Orleans y que vivirían juntas ahí. También recordaba el día del abrazo, fue algo así como una despedida, pero no sentía lo mismo, así eran muchos pensamientos como aquellos.

-Joanna, querida, no llores más-Dijo una voz que para ella era bastante conocida

Joanna volteó a su lado y era Lenora sentada al lado de ella, llevaba puesto un vestido blanco y con la sonrisa que la caracterizaba. Sus ojos no podrían creer lo que veían.

-Fue por mí ¿verdad?, ¿no me soportabas tampoco? -Dijo Joanna apartando la mirada mientras se deslizaban lágrimas de su cara pecosa

-Claro que no, no digas eso-Dijo Lenora tratando de consolarla

- Lenora... ¿A caso te importaba? -Dijo la pequeña

- Por supuesto que sí, me importaste más que nada-Dijo Lenora con su tono calmado de siempre

- ¡Si te hubiera importado, no te hubieras matado! -Gritó Joanna y lloró desesperadamente

-Recuerdas lo que hablamos aquella vez...acerca de que teníamos razones para hacer las cosas-Dijo Lenora

-Sí lo recuerdo, ¿Te orillé hacerlo?, Fue mi culpa si no hubiera ido a la iglesia, pude haberte detenido... ¡Seguirías con vida! -Dijo Joanna y las lágrimas corrían por su rostro cada vez más alterada

-Tú no me orillaste hacerlo y me encantó lo que hiciste ese día... de verdad me hizo muy feliz que fueras en mi lugar, pero al final pasó lo que tenía que pasar, pero no fue tu culpa, míralo así, ahora estoy en paz-Dijo Lenora tocando su hombro

- ¿Me quieres? -Preguntó Joanna mientras la miraba con los ojos cristalizados

-Desde que te conocí- Respondió Lenora sonriéndole

-No me dejes-Dijo Joanna mientras se abrazaban fuertemente

-Nunca lo haré, siempre estaré en tu mente y en tu corazón-Dijo Lenora y le besó la frente

Por un momento Joanna se sintió más tranquila, pero cuando Lenora desapareció, sus ojos se llenaron de lágrimas y tuvo el corazón dolorido. Ya que le costaba aceptar que todo fue un delirio inocente para llenar el vacío que provocó la despedida que nunca tuvo.

Arvin entró a la habitación con una manzana en la mano, se sentó a lado de ella y le ofreció la fruta

-Oye tienes que comer algo porque si no te puedes enfermar y no quiero eso-Dijo Arvin

Joanna tomó la manzana mas no la mordió

- ¿Lenora me quería? – Preguntó Joanna mientras unas últimas lágrimas resbalaban por sus mejillas

-Mucho, de hecho, rezaba por ti todas las noches-Contestó Arvin tratando de consolarla

- ¿Y tú me quieres, Arvin? – Preguntó Joanna nuevamente

-Joanna, ¿Cómo no te voy a querer?, eres mi hermana-Respondió Arvin acariciándole la cabeza como Lenora solía hacer

-Y yo no sería una de las razones por las cuales se suicidó ¿cierto? -Dijo la niña

Arvin suspiró y la miró a los ojos

-Se que no te debería decir esto, pero Lenora...llevaba tres meses de embarazo-Dijo Arvin

Joanna bajó la mirada tan confundidamente como siempre hacía cuando no entendía algo del todo

- ¿Embarazada?... ¿Pero cómo? La hubiéramos apoyado-Dijo Joanna perpleja

-Sí lo sé, también a mí me sorprendió, pero lo tienes que mantener en secreto hasta que la abuela lo sepa-Dijo Arvin

- ¿Tú nunca me abandonaras? -Dijo Joanna mientras mordía la manzana

-No exactamente-Contestó Arvin

- ¿A qué te refieres? -Dijo Joanna mientras terminaba de comer

-Sé quién preñó a Lenora, tengo que ir a rendir cuentas con él y por razones legales ya no podré estar aquí, eso también será nuestro secreto-Respondió Arvin viendo hacia la ventana

-Iré contigo-Dijo Joanna decididamente

-No puedes, y alguien tiene que estar cuidando a la abuela-Dijo Arvin gravemente

-Pero ¿Me prometes que vas a regresar? -Dijo Joanna mientras le extendía su dedo meñique

-No te puedo garantizar nada-Dijo Arvin aparatando su mirada

-No necesito que me lo garantices, necesito que me lo prometas-Dijo la niña

- ¿Qué tal si hacemos una promesa de dos partes? -Dijo el chico-Yo haré lo posible por regresar, mientras que yo estoy fuera cuidarás de la abuela y no cometerás ninguna estupidez ¿Esta bien? -Añadió Arvin mientras cerraba el trato con su meñique

- Esta bien-Afirmó Joanna

-Ahora vete a dormir, que también te ha hecho falta estos días-Dijo Arvin mientras salía de la habitación y cerraba la puerta

Joanna se fue a dormir, se durmió sabiendo que a la mañana siguiente que Arvin ya no estaría y efectivamente eso pasó, aún con el pijama puesto fue a ver a Emma la cual estaba siendo consolada por el tío Earskell.

- ¿Qué es lo que pasa abuela? -Pregunto Joanna

La anciana solo le dio una nota que decía lo siguiente:

Querida Abuela:

Te escribo por qué no puedo decirte adiós de frente, te amo y siempre recordaré todo que hiciste por mí, sé que al principio será difícil, pero no será imposible mi partida. Tendrás al tío Earskell y a Joanna, a esta última tenle paciencia y cuida de ella, solo necesita un poco de comprensión.

Lo que voy a hacer, lo haré porque lo tengo que hacer no porqué quiero.

Por favor, no me busques.

Con amor Arvin

Joanna miraba la carta con culpa por no decirle a su abuela la razón por la cual Arvin se había marchado, pero ella debía cumplir su parte.

Delirios Inocentes (Fanfic El diablo a todas horas)Where stories live. Discover now