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Los reflejos dorados del sol que se filtraban por la ventana impactaron directamente contra el rostro de Lan Wangji, se sentía cálido, casi tanto como el cuerpo entre sus brazos.

Lan Wangji delineó con lentitud los labios de Wei Wuxian, acariciando sus mejillas y rozando sus pómulos. Había al menos una decena de marcas de mordidas y chupetones desde su cuello hasta sus piernas, pasando por su pecho, abdomen y espalda. Un ligero sentimiento de vergüenza se apoderó del ojimiel, vamos que era prácticamente imposible cubrir todas esas marcas, y si eso era imposible, más imposible era que los padres de Wei Wuxian no lo notarán y lo acusaran deliberadamente de abusar del ojigris. Aunque, seamos francos, fue abuso consensuado. De no haber sido por la deliciosa manera en que su pareja se retorció debajo de su cuerpo gimiendo y gritando por más, su autocontrol seguiría ahí.

Pero aquello era también una mentira bastante patética, desde que conoció a Wei Wuxian la palabra "autocontrol" perdió todo sentido. Parecía que la necesidad de cuidarlo, saber de él, escucharlo hablar o simplemente de verle bien se había vuelto crónico, pero se sentía bien con ello, estaba tranquilo, en otras ocasiones había considerado llamarlo obsesión, sin embargo, después de mucho meditarlo concluyó que no era así, bueno, veamos, quería estar con el, si, pero no quería mantenerlo encerado en una jaula, también quería verlo feliz, con sus amigos, con su familia, con su trabajo, y quería ser feliz con él. Por lo que era equilibrado.

Suavemente se hizo a un lado y salió de la cama, mirando el móvil eran al rededor de las siete y media, y bien sabido tenía también que el ojigris no se iba a levantar al menos hasta que el reloj diera las diez como mínimo. Tomó la bata de dormir del borde de la cama y caminó directamente hacia la cocina.

A través de la ventana podía divisar el pequeño jardín trasero, cubierto de hierba alta y de florecillas que habían crecido descuida pero lindamente ente el pasto, también se divisaban las siluetas de las casas de la calle de atrás, los suaves tonos anaranjados del cielo al amanecer y también la calma de la ciudad por las mañanas. Abrió las cortinas suavemente permitiendo la entrada de luz y caminó directamente hacia la cocina, sobre la encimera, había una pequeña cesta con comida y una nota doblada al interior. Lan Wangji no quiso abrirla, lo más probable es que Lan Xichen hubiese dejado la cesta la noche anterior, y no tenía cara para verlo.

Ignoró la vergüenza que le inundó y acomodó los productos en la alacena, usando la cafetera para calentar café, esperó pacientemente hasta que soltó el hervor y sirvió el agua caliente con café de grano disuelto en una pequeña taza de porcelana. Olía bien, le gustaba el café, era profundo y agradable. A menudo evitaba usar el exceso de azúcar y tomarlo cargado, pero sinceramente tampoco deseaba subir sus niveles de cafeína en la sangre. Acomodó la taza sobre un plato a juego y luego se acomodó a si mismo en el sofá de la sala dejando el café en la mesita de centro mientras tomaba un libro viejo y emprendió lectura. En realidad era un libro bastante simple, tan solo algunas prácticas de contabilidad. Pero había que admitir que no había visto ningún resumen tan breve sobre la teoría de la partida doble como el que tenía en las manos, en ocasiones se preguntaba a si mismo, si, en caso de no haber estudiado Diseño gráfico y Publicidad, se hubiese inclinado por los datos y la contabilidad, siempre fue bueno para los números, y los asuntos contables no eran precisamente exigentes en cuanto a operaciones se refiere. Pero estaba conforme con su carrera y con su forma de trabajo hasta el momento. En realidad, era sorprendente el hecho en si mismo, de que hubiese estudiado publicidad, la primera vez que se lo dijo a su tío, juró que estuvo a punto de sufrir un aneurisma, pero ese ya era otro cantar.

Lo importante era que no tenía arrepentimientos graves hasta el momento en su vida.

— Er-gege — la voz cantarina de Wei Wuxian resonó en sus oídos igual que el suave susurró de la brisa por la tarde. — Siempre tan correcto... ¿Te costaba tanto dormir unos cinco minutos más?

Close the Door 彡 WangxianWhere stories live. Discover now