Gratitudes y celebraciones (Especial de Navidad)

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Aun recuerdo aquella vez en que conocí el verdadero significado de disfrutar la Navidad, recuerdo las palabras de mi madre que en cada Navidad me recordaba lo maravilloso que era tener la dicha de pasar en familia esta importante festividad. Un suceso muy importante, que siempre significó un deleite para el reino de Hyrule, un momento en el que la mayoría de los problemas, prejuicios y calamidades cedían para contemplar el maravilloso regalo de vivir la vida.

Fue hace ya muchísimo tiempo, no recuerdo cuando esto sucedió, pero recuerdo a la perfección los eventos de aquella víspera de Navidad, el 24 de diciembre del primer año de nuestro noviazgo.

Tras meses de expectativa y emoción, llego la fecha que Link y yo tanto habíamos anhelado desde que empezamos a salir formalmente, aproximadamente unos 5 o 6 meses después de declararnos Eterno Amor en aquel atardecer en la playa de Onaona. Iba a ser la noche perfecta, y no solo la noche, sino también el día, pero en realidad fue toda una odisea que empezó el jueves por ahí de las 8 de la mañana, cuando después de depositar un beso en la mejilla de mi amado y saltar de la cama para vestirme y salir a buscar todo lo necesario para la noche, la misión era simple pero como todo en esta leyenda se dividía en tres partes: los adornos para el lugar en el que pasaríamos la noche, la cena y los regalos que tenia pensados y reservados para Link. Él por su parte tenia una sola tarea, como buen hombre que es, solo podía pensar en una sola cosa a la vez (umm..tal vez esa sea la razón por la que tardo un rato en ir a rescatarme, en verdad me pregunto que clase de misiones habrá hecho durante ese año y medio después que despertó), y la misión era igual de simple pero a la vez laboriosa, conseguir un lugar en el cual pasar la noche, yo le había comentado que no tenia problema con estar en la casa de Hatelia pero Link se negó rotundamente e insistió en darme una sorpresa con el lugar en el que pasaríamos aquella velada. Y así, con todo el animo, emoción y expectativa nos dirigimos cada uno de nosotros, en los tiempos requeridos a nuestras misiones por algunas regiones del reino.

Yo decidí empezar a buscar los adornos para la casa, no sería una tarea muy difícil, solo tenia pensado ir a algún campo y recoger algunas flores bonitas que se dan por el reino en la temporada navideña, una especie de Princesa de la Calma pero de otra variante que asimilaba demasiado el color carmesí de la luna en dicha fecha. Además pensaba buscar unos cuantos muérdagos, para hacer un poco mas interesante la noche y tener la excusa perfecta para mis travesuras con Link (era muy joven y quería experimentar a cada rato). Después de buscar por un rato con la canasta que me acompañaría toda la tarde, logre tener todas las flores, algunas telas bastante bonitas y demás adornos para el lugar en el que cenaríamos. Tras un par de horas haciendo dicha tarea decidí que era buen momento para ir a buscar los ingredientes para hacer la comida de la noche, no sin antes pasar a desayunar con Impa, eran apenas las 10:30 am y tenia tiempo de sobra (o al menos eso pensaba yo), la cena seria a las 7:00 pm. Una vez terminado el desayuno me percate que eran ya casi las 2:00 de la tarde, es decir pasé como tres horas comiendo y platicando con las chicas de Kakariko que el desayuno se volvió la comida, tenia que apresurarme. Corrí y salí rapidísimo de la aldea para dirigirme a la ciudadela del castillo, era lo mas sensato ir hacia allá, puesto que era el lugar con mas mercados y puestos de alimentos en todo el reino. La idea era buscar un buen pedazo de alguna proteína, había pensado en cuco, pescado pero finalmente caí en cuenta el amor que Link le tenia a la res, sabia que esa seria la mejor propuesta y a mi amado le fascinaría. Pasé por algunas otras verduras y setas para acompañar el platillo fuerte, y así, una joven de apenas 18 años llevaba en esa canasta que no se rendía, alrededor 20 kilogramos de comida y cosas varias, un sacrificio para mi espalda pero que valdría la pena para lo que significaría en aquella anhelada noche. Salí después de 3 horas de la ciudadela y me dirigí a la, gracias a las diosas, no muy lejana aldea de Mabe, era el lugar en el que encontraría y recogería finalmente el regalo de Link, una sorpresa que había trabajado con algunas personas por un par de meses atrás, no estaba segura de que le encantaría a Link la idea, pero había dejado mi alma en ese regalo y sabía que la idea de hacerlo con todo mi corazón le encantaría. Fui entonces a la aldea, vi el regalo y lo envolví en una especie de funda especial con toques navideños para poder dárselo a Link y que no sospechara para nada de que cosa se trataba, quería que todo fuese muy especial. Salí de la aldea y dieron las 6:30 de la tarde, era momento de ir a reunirme con Link al castillo, según él, saldríamos desde ahí para dirigirnos al lugar en el que tenia planeado y había estado buscando quedarnos por esa noche. Llegue al castillo, después de unos minutos de haber caminado con todas las cosas que producían un inmenso dolor en mi cintura, las deje en mi laboratorio muy bien guardadas y espere a que Link llegara de donde fuese que viniese. Finalmente, lo vi llegar y sabia que debíamos irnos, entonces pedí que alistaran mi caballo y que subieran todas las cosas que había comprado, para este momento el dolor era insoportable por lo que decidí generar un aura del poder de la trufuerza en mi que pudiera curarme de las molestias que presentaba, era una clase de truco que había siempre que me sentía enferma o adolorida, el poder servía y hasta la fecha sigue sirviendo para un montón de cosas que uno ni se imagina.

Eterno Amor (Zelink)Where stories live. Discover now