Enamorarse era parte de la vida de todo adolescente, pero Izuku estaba más centrado en convertirse en un héroe, el amor para él pasaba a segundo plano.
O así era hasta que vió a esa chica en la cafetería de la esquina y le mandó un flechazo directo...
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Ahí se encontraba Midoriya, observándola.
La miraba fijamente notando como ella sacaba unos cuadernos junto a unos lápices y un libro del cual no alcanzaba a leer el título, pero sí aseguraba que era demasiado grande.
Toda la cafetería estaba envuelta en risas o comentarios, menos las mesas de ellos dos.
Él la miraba en silencio y con total concentración sin intentar siquiera disimular, ella parecía concentrada y tan solo en esos pequeños momentos podía notar gestos en la fémina que lo estaban haciendo desfallecer.
Esa ligera forma que tenía en morder el lápiz cuando parecía concentrarse lo estaba hipnotizando de a poco y podía asegurar que su singular sonrisa emocionada que formaba cada vez que parecía entender algo la hacía resaltar en todo el lugar.
O tal vez solo para él.
— Ella podría opacar al sol con su sonrisa... — Murmuró inconscientemente mientras sonreía de forma boba.
Fijó su mirada un poco más arriba notando como su cabello amarrado en una coleta, a pesar de estar desordenado, se veía totalmente sedoso y sus ojos tan hermosos como luceros lo estaban haciendo sonrojar de una forma inimaginable. Vio con un poco más de claridad a la chica en sí.
Pudo observar que estaba con una falda al parecer verde y unas medias que llegaban un poco más arriba de la rodilla, una negra y otra blanca por lo que supuso que era estudiante. Por un momento la gran posibilidad de que ella podría estudiar en su misma academia vagó por su mente, pero como ella llevaba una chaqueta negra y ancha no podía verificarlo con su blusa o siquiera la corbata.
— ¿Estudiará en la academia... ? — Susurró ilusionado mientras se acomodaba nuevamente en el asiento.
Volvió su vista al rostro de la chica y entonces notó que ella miraba en su dirección.
Solo un segundo bastó para que comenzara a temblar y su rostro se volviera un tomate, estaba dispuesto a gritar una disculpa por observarla, pero entonces vio su mano alzada y al camarero caminar hacia ella.
Ella no lo estaba mirando a él.
Rápidamente volvió a respirar al mismo tiempo que se tiraba algo de aire en su rostro, poco después se dedicó a observarla mover sus labios de forma rápida a la par que guardaba sus cosas y el mesero asentía. A los segundos la vio levantarse y agarrar su bolso.
Ella pidió para llevar.
Cuando pasó por su lado quedó levemente atontado por el perfume y solo al escuchar la campana de la puerta de esa cafetería suspiró como bobo.
— Quería verla un poco mas...
Al darse cuenta de sus palabras se sonrojó de golpe y comenzó a ponerse nervioso mientras miraba a todos lados intentando asegurarse de que nadie lo había oído, pero estaba seguro que sentía su pulso acelerarse como loco.
— ¡S-Seguro parecía un acosador!
Comenzó a entrar en una mini depresión combinada con una crisis al notar que no dejó de mirarla en todo el tiempo que estuvo en la cafetería, pero a pesar de estar tan avergonzado solo un pensamiento pasaba por su mente dejando de lado la vergüenza.
"Quiero volver a verla"
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