El momento había llegado caminaba junto a su hija llevándola hacia el altar observando su semblante. Se detuvo a unos pasos de entrar al lugar dónde estaban todos los invitados y por ende Alan esperando por ella.
Volteó a ver a su padre sonriéndole— No vayas a hacer una escena dramática papá, solo estoy haciendo las cosas como ustedes quieren
Negó con la cabeza— Lo que tu madre y yo deseamos es que seas feliz hija y que sin importar que suceda sigas a tu corazón como siempre lo has hecho, desafiando todo por conseguir tus sueños. Eso es lo que deseamos para ti —acarició su mejilla dándole un beso— te amamos hija y siempre te apoyaremos
—Gracias papá —le sonrió sutilmente— pero esto es lo que he decidido y espero que me apoyen siempre —ahora fue ella quien le dio un beso en la mejilla— te quiero mucho papá
—Y yo a ti hija. Por favor nunca dejes de seguir a tu corazón ¿sí? —suspiró, estaba empeñada en casarse así que de momento aconsejarla era lo único que podía hacer. Fijo la mirada en Alan que esperaba, pudo notar que no estaba ansioso como cualquier otro novio. Se mostraba tranquilo, pero al mismo tiempo triste.
—No te preocupes papá, estaré bien —respiró profundamente palmeando su mano— es hora —relajo su semblante mostrando una sonrisa lista para avanzar hacia el altar.
La condujo con pesar hacia él. Ya no dijo nada, tan solo entrego su mano asintiendo con un suave gesto.
Era el jardín más hermoso que pudo haber imaginado. Como escenario las ruinas de aquel que debió haber sido uno de los reinos más majestuosos. La tarde comenzaba a caer y ella estaba ahí de pie junto a su esposo. Lucia el vestido más maravilloso que pudo lucir, hecho exclusivamente para ella, según había dicho la diseñadora era perfecto para su personalidad.
Un cuello halter dejaba al descubierto sus hombros, el escote era profundo hasta el vientre, pero una trasparencia se ajustaba a su cuerpo dejando también al descubierto su vientre y costados. La mitad de la espalda lucia descubierta, la falda amplia con pequeños corrugados la hacían lucir como toda una muñeca. El cabello sujeto por completo decorado con dos finas franjas de pedrería resaltaban en su cabello, el velo bordado de las orillas era el complemento perfecto de ese su traje de novia, con el que se uniría de por vida a Alan. Al tomar su mano le sonrió notándolo un poco extraño, pero quizá se debía a los nervios de la boda.
Tomó su mano, lucia sumamente hermosa, mucho más de lo que imagino en ese que debiera ser un día especial para los dos, pero esa sonrisa vacía dejaba poco que desear. Recordó las fotos que había visto de ella en casa de Seiya. Cerró sus ojos, quizás no podria resistir por mucho tiempo sin embargo la ceremonia dio inicio.
Prestó atención por completo a la ceremonia, ya no tenía nada que pensar a partir de ese día su vida tomaría un giro, dejaría de ser Serena Tsukino para ser formalmente ante todos Serena Stevens. Oprimió la mano de Alan sonriéndole, sí sería en la medida de lo posible feliz con él.
La miraba de vez en cuando no correspondiendo a su sonrisa, porque sería mentir. En realidad, no se sentía feliz, hasta el momento en que el padre hizo la pregunta obligada a Serena.
—¿Acepta por esposos al señor Stevens amarlo y respetarlo en las buenas y en las malas hasta que la muerte los separe?
—Si, acepto —dijo sin dudarlo volteando a verlo, aun lucia extraño quizá pensó que se arrepentiría, eso sería tonto de su parte.
—Señor Stevens ¿acepta por esposa a la señorita Serena Tsukino para amarla y respetarla en los buenos y malos momentos hasta que la muerte los separe? —preguntó el sacerdote fijando la mirada en el novio.

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Amor A Través del Tiempo
Fanfiction¿Qué pasa cuando se casan por conveniencia? ¿Qué hay del amor? ¿y si entregaste tu corazón a la persona incorrecta? un reino depende de Seiya y Serenity pero también están en juego sus corazones. Esperamos que disfruten de esta nueva historia y nos...