Casarse porque su padre lo ordenó, era algo que Taemin sabía que algún día iba a tener que hacerlo, sólo que siempre había visto como a su futuro esposo a un príncipe como él, no al general de la guardia real, a quien su padre estaba agradecido por salvarle la vida en dos ocasiones, ¿qué mejor manera de pagarle que confiándole el mayor tesoro que tenía? Min Ho conocía su lugar como general de la guardia real, y nunca ambicionó más allá de lo que tenía, sin embargo, el rey le acababa de entregar a su hijo en matrimonio, y lo único que tenía claro que su nueva misión era hacer feliz al príncipe Taemin.