-El mundo es frío - la miró a través de sus largas pestañas - sólo debes aprender a escoger el "lado" que te dé más calor Las palabras resonaban en su cabeza, incrementando su ya punzante dolor, la simple idea le causaba nauseas y repulsión... ¡Cómo había tenido el valor de presentarse frente a ella!. Con determinado cansancio se lo suplicó -Mátame - lo tomó por la camisa aventurándose al castigo que le podría proporcionar por ello - ten consideración por una vez en tu vida y termina con mi sufrimiento Con la mirada altanera levantó el pequeño objeto plateado que estaba frente a la mesa y lo extendió colocándolo alrededor de sus muñecas -Tendrás que ganarte ese derecho - murmuró - camina Derrotada y sin fuerzas, agachó la cabeza haciendo que su cabello cayera en cascada nuevamente ocultando su rostro de las personas y con los pies arrastrándose siguió al que sería su verdugo fuera de la habitación