Mira, princesa- dijo él agarrándola de la mandíbula- ante de que alguno de ellos te encuentre tú estarás en mi cama y en la parte de atrás de mi moto, y te puedo asegurar que no querrás irte jamás.
Mira, princesa- dijo él agarrándola de la mandíbula- ante de que alguno de ellos te encuentre tú estarás en mi cama y en la parte de atrás de mi moto, y te puedo asegurar que no querrás irte jamás.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita u...