∴9∴

49 11 5
                                    


Sook miraba su falda negra una vez más, tratando de sacudir manchas blancas de ella y haciendo que varias arrugas sobre la tela se deshicieran. Luego arregló el cuello de su camisa café y por último acomodó un poco su boina, del mismo color de su falda. Fue a la cocina de su casa, acomodando el pequeño postre dentro de la bolsita de regalo que había comprado junto con el resto de los ingredientes.

Estaba dirigiéndose a la puerta principal, en donde estaban varios pares de zapatos acomodados sobre repisas. Tomó sus botas negras altas y mientras se las ponía visualizó sus zapatos del uniforme escolar. Recordó cuando fue a casa de Taehyung por primera vez y como este se los quitó cuidadosamente antes de llevarla más al interior de su casa.

Sonrió por un momento cuando recordó lo divertido que había sido ese instante, pero segundos después pensó en las palabras que le dijo la semana anterior y la sonrisa fue desapareciendo lentamente.

Suneul no le mentiría, no le haría algo así a ella. Le enojaba que Taehyung pensara así de un chico al que a penas conocía. Sook lo sabía más de él gracias a las sesiones de estudio que compartían, pero Taehyung no tenía derecho a juzgar a Suneul, al menos no desde el punto de vista de Sook.

No le dio muchas vueltas al tema, terminó de ponerse sus zapatos, arregló por última vez su ropa, se acomodó su bolsa, tomó el regalo y pisó fuera de su casa.

Al comenzar a caminar escuchaba cómo el pequeño tacón de las botas golpeaba contra el suelo y, por lo muy curioso que se le había hecho el sonido, volteó hacia abajo. Seguía a sus pies mientras caminaba hasta que se encontró con unos zapatos elegantes color negro, que se encontraban Justo frente a ella.

Sook levantó la mirada algo espantada, pero olvidó ese miedo cuando vio el rostro serio de su mejor amigo a pocos centímetros del de ella.

—¿A dónde, eh?—se acercó un poco más.—¿A dónde vas?—de repente comenzó a escanearla de pies a cabeza.—¿Y por qué tan arreglada?—sonaba inquieto.

Sook se incómodo ante la muy poca distancia entre sus caras, así que se alejó un poco, lo suficiente para tomar un poco de fuerza y pasmar su mano contra el pecho del chico, causando que este diera unos pasos hacia atrás para no perder el equilibrio.

—Si vas a estar en ese plan mejor ni te lo digo.—habló firmemente, regresando a caminar lentamente.

Taehyung rodó los ojos y miró el piso, pensando un poco más sobre su siguiente paso. Al final corrió un poco y se detuvo nuevamente frente a Sook, esta vez viéndola directamente a los ojos.

—No vayas Sook.—soltó fríamente, causando que la chica soltara un suspiro pesado.

—No eres nadie para obligarme, voy a ir.—lo empujó una vez más, solo que más suave.—No me sigas si vas a seguir con esa cara en la fiesta, sería mejor que no fueras.—dijo mientras daba nuevamente pasos con sus botas negras.

Llegó al lugar y buscó cerca de la puerta un timbre, apretándolo suavemente al encontrarlo. Se sobresaltó al escuchar cómo las cerraduras de la puerta estaban siendo abiertas por alguien y se calmó al ver a un Suneul sonriente.

Sus labios carnosos y sus ojos grandes; creyó por un momento sentir que había baba escurriendo de su boca, pero subió su mandíbula y mordió fuertemente, como queriendo masticar algo de una sola vez. Le tomó unos segundos, pero razonó y lo saludó, siendo luego invitada al interior de la casa del chico.

Volteaba a todas partes sin saber realmente dónde mantener su mirada, así que se limitó a seguir a Suneul por los lugares de la casa, llegando hasta lo que parecía ser la cocina. Se le prendió el foco a Sook y rápidamente le extendió la bolsita de cartón de regalo, con un moño dorado como decoración.

—¡Feliz Cumpleaños!—soltó tímidamente, algo ruborizada.

—Vaya, muchas gracias.—sonrió el chico, tomando la bolsa, colocándola sobre una mesa y abriendo el regalo en ese preciso instante.

Vio el pequeño postre, con su nombre cuidadosamente escrito sobre él y con una sola velita color azul. Sorprendido miró a su compañera, quien no supo más que ponerse aún más nerviosa ante esa reacción.

—¿Lo hiciste tú?—habló aún con asombro en su voz. Ella asintió con la cabeza.—Se ve delicioso.

Sook soltó aire suavemente al sentirse aliviada por la respuesta del chico. Sonrió un poco más y Suneul la guió hasta donde se encontraban otros invitados. Ciertamente eran pocos, eso calmó a Sook. Una vez sentada en uno de los sillones revisó su celular, viendo que había recibido un mensaje de Taehyung.

Hizo una mueca de desagrado y abrió el mensaje, que decía "Si pasa algo, llámame". No sabía si pensar que había sido un gesto lindo el preocuparse por ella o pensar en lo muy sobreprotector que era. Estaba un poco irritada de ese comportamiento de parte del chico, pero prefirió guardar su celular y disfrutar de la fiesta.

Cómo en un cerrar y abrir de ojos, la sala estaba mucho más llena y comenzó a incomodarse. Trató de calmarse y respiró profundamente.

"Él no te mentiría, seguro son las últimas personas en venir."

Para evadir un poco la multitud preguntó por algún lugar con un espejo y se acercó a uno de los pasillos de la clase que se le fue señalado. Al mirarse en el espejo buscó alguna imperfección que arreglar en su maquillaje, retocándose finalmente un poco sus labios.

Cuando se sentía más cómoda con su aspecto se dispuso a salir a donde estaba anteriormente y fue bienvenida con varias personas sosteniendo vasos de plástico y riendo intensamente.

Nunca creyó decirlo, pero Taehyung tenía razón; sí eran demasiadas personas. Demonios.

☔︎

Sook acomodaba sus cuadernos de la mejor forma posible en su casillero, cerrando la puerta al terminar de hacerlo. Volteó al lado y tembló ligeramente al ver a Suneul extendiéndole un papel.

—¿Qué?—se esforzó en no hacerlo sonar agresivo.

—Toma.—le dijo una vez más.

Ella quería evitarlo a toda costa, pero ahora que lo tenía frente a ella no le quedaba de otra más que aceptar el papelito. Lo tomó con ambas manos y comenzó a desdoblarlo. Abrió los ojos al ver el nombre de una empresa escrita, los contactos y el nombre del fundador de esta.

—Me dijeron que te interesa mucho trabajar aquí en un futuro no muy lejano, —sonrió Suneul maliciosamente.—así que te conseguí una cita con el mismísimo fundador.—soltó una risita al final.

—¿Cómo?—preguntó exaltada.

—Mi tío es muy amigo de él, así que lo convencí de que te diera una cita con el mismísimo señor Kang. ¿Qué dices? ¿Aceptarás mi humilde propuesta?—volvió a mostrar una de esas sonrisas pícaras.

—¿Cómo puedo confiar en ti?—dijo guardando el papel en su bolsillo.—¿Mhm?—lo penetró con la mirada, dejándolo helado.

Sunuel sonrió de lado y esta vez era Sook la que estaba siendo amenazada con los ojos del chico, con sus grandes y hermosos ojos.

—No es como si nunca lo hubieras hecho, ¿no?

𝒰𝓃𝒹ℯ𝓇 𝒯𝒽ℯ ℛ𝒶𝒾𝓃 [ᴷⁱᵐ ᵀᵃᵉʰʸᵘⁿᵍ] ❥ completaWhere stories live. Discover now