CAPÍTULO 17

52.5K 2.5K 643
                                    

El olor a medicamentos inundó mi nariz, abrí los ojos lentamente, estaba en una habitación de hospital, me intenté mover pero estaba adolorida, al voltear a mi lado ví a Logan, al ver que me moví se levantó rápidamente.

-¿Cómo te sientes?

-Me duele todo ¿El bebé, cómo está? - dije alterada.

-Tranquila, está bien, afortunadamente llegamos a tiempo.

-Lo siento, debí controlarme, por mi causa casi pierdo el bebé. - dije llorando.

-Tranquila, yo también lo siento, dije cosas que no debía decir.

Se sentó en la cama, nos abrazamos, así nos quedamos hasta que me tranquilicé, Logan se sentó en el sillón donde estaba.

-¿Cuándo me puedo ir de aquí?

-Mañana, pero no te irás sola.

-Sí.

-No.

-Yo me iré sola, porque aún así, no estaré cerca de ti.

-Sí lo estarás, quieras o no, cuando salgamos de aquí te vas a ir conmigo a mi casa.

-No.

-Sí, será más fácil cuidarte en mi casa.

-Pero tú no me quieres cerca y yo menos quiero estar cerca de ti.

-No es una pregunta.

-Te dije que no.

-Vas a irte conmigo y punto, tuviste una amenza de aborto y no podemos arriesgarnos, hazlo por nuestro hijo.

-Está bien, pero solo unos días.

-Hasta que estés fuera de peligro y yo esté seguro de que puedes estar sola.

-Bien.

-Debes descansar, duerme otro rato.

-No quiero.

-Debes de.

-Está bien.

-Saldré para avisarle al abuelo que ya estás mejor.

-¿Le dijiste?

-Sí, si no le digo y se entera me mata.

-Parece que le tienes miedo.

-No miedo pero si respeto.

-Si tú lo dices.

Salió de la habitación, cerré los ojos y caí dormida, pasamos todo el día y la noche en el hospital, Logan no se separó de mi ni un segundo, cada que me movía se acercaba para ayudarme, parece que al final de cuentas si se preocupa por los demás.

Por fin llegó el momento de salir de el hospital, me sacaron en una silla de ruedas hasta el auto, Logan me ayudó a subir y arrancó hacia mi apartamento, me dejó en el auto mientras el subía por mis cosas, después de unos minutos bajó con todo listo, lo subió a la cajuela y se subió al auto para ir directo a su casa, llegamos hasta un gran portón, lo abrió y entramos, era una casa grande y hermosa, estacionó el auto frente a la casa, se bajó y me ayudó a bajar, no quisé que me cargara así que me ayudó a caminar lentamente, cuando llegamos a la puerta nos abrió una señora grande de edad y sonrió.

-¡Hola niño Logan!

-¡Hola nana!

-¡Hola, tu debes ser Addison! - dijo la señora sonriendo.

-¡Sí, usted es...!

-Soy Margaret, he sido la nana de mi niño Logan desde que era pequeño.

-Es un gusto conocerla.

-El gusto es mío.

-Nana, debo llevarla para que descanse.

-Claro mi niño, prepararé la habitación

-No te preocupes nana, dormirá en mi habitación.

Mis ojos se abrieron tan grandes que creí que se saldrían, parece que Margaret lo notó porque se rió, después se despidió para ir a la cocina, caminamos hasta las escaleras, Logan me cargó para subir, entró conmigo en brazos a una habitación, era grande y bonita, estaba muy ordenada, me subió a la cama y me quitó los zapatos.

-¿Estás cómoda?

-Sí, gracias, ¿Dónde dormirás tú?

-Aquí, la cama esta lo suficientemente grande.

-Pero...

-Pero nada, voy a estar aquí por si necesitas algo en la noche o para cualquier cosa.

-Bien.

-Sí, será mejor que descanses.

-Estoy bien, no quiero descansar, me aburro.

-¿Entonces qué quieres hacer?

-¿Tienes un libro?

-Sí, ¿Clásico?

-De lo que sea.

-Ahora vuelvo.

-Está bien.

Salió de la habitación, me quedé acostada sin poder moverme, me aburro, pero por el bien de mi bebé lo haré, tengo que estar por lo menos dos semanas en reposo.

-¡Hola pequeño, me alegro de que estés bien, perdóname por no haber tenido cuidado, por poco te pierdo, te prometo que me voy a cuidar muy bien para que pronto puedas estar aquí conmigo, ya quiero tenerte entre mis brazos, sobre tu papá, aunque diga que no, yo sé que muy en el fondo te quiere, no te preocupes, él te quiere aunque no lo demuestre mucho! - dije acariciando mi vientre abultado.

Me quedé así unos minutos hasta que escuché a Logan, entró con un libro en la mano.

-¿Cómo se llama?

-Orgullo y prejuicio.

-¿En serio? - dije emocionada.

-Sí.

-¡Gracias!

-Parece que te gusta.

-Sí, es mi libro favorito, lo he leído tres veces y no me canso.

-Si quieres puedo traerte otro.

-No gracias, éste es perfecto.

-Está bien. - se acostó en la cama y se quitó los zapatos.

-¿Haz leído éste libro?

-Nunca.

-¿Y por qué lo tienes si no es para leer?

-Digamos que hay una gran colección de libros aquí.

-¿En serio?

-Sí, hay una biblioteca.

-¿Puedo verla?

-Sí, cuando estés mejor.

-Ouh.

Logan se veía cansado, tenía unas ojeras muy notables, no durmió bien, sería mejor si descansara, no quiero que vaya a enfermarse.

-Te ves cansado.

-Estoy bien.

-No lo creo, mejor descansa.

-Estoy bien.

-No te estoy preguntándo, descansa.

-No quiero.

-Tienes que.

-Bien, pero solo un rato.

-Está bien.

Se acomodó en la cama, apenas puso la cabeza en la almohada y se quedó dormido, se veía como un ángel inofensivo, pero no es nada que ver a cuando está despierto, voy a acercarme a él, debo de hacerlo, pero esta vez trataré de ser más cuidadosa para no arriesgar a mi bebé, después de observarlo por un momento comencé a leer el libro.

Por poco pierden a su bebé, fue un gran susto para los dos ¿Después de ésto, podrá Logan recapacitar y cambiar un poco?

NUESTRO PEQUEÑO FAROLWhere stories live. Discover now