NUESTRO PEQUEÑO FAROL

CAPÍTULO 23

Sentí claridad en el rostro, abrí los ojos lentamente, me giré para ver a Logan, él estaba despierto, al verme sonrió.

-¡Buenos días!

-¡Buenos días Addison!

-¿Cuánto tiempo llevas despierto?

-Lo suficiente como para observarte.

-Eres muy tierno.

-¿Tierno? Creí que era un idiota.

-¿Escuchaste cuando le dije a Margaret?

-Sí.

-No me disculparé, era la verdad.

-Lo sé, pero voy a cambiar por ustedes. - dijo y depositó un beso a mi vientre.

-Y nosotros te ayudaremos.

-Gracias.

-No tienes nada que agradecer.

-Margaret salió temprano, los fines de semana va a visitar a su hermana así que hoy prepararé el desayuno.

-¿Y qué vas a preparar?

-¿Qué se te antoja?

-Waffles con miel.

-¿Algo más?

-Sí, jugo de naranja.

-Muy bien, primero me bañaré y después preparo el desayuno.

Yo quería bañarme primero, me levanté de la cama rápido y corrí al baño, cuando iba a entrar a la puerta unos brazos fuertes me detuvieron.

-Yo voy primero. - le dije.

-Pero hay otros baños.

-Pero yo quiero este.

-Yo también quiero este.

-Me dejas por favor. - dije haciendo puchero.

-Tengo una mejor idea. - dijo sonriendo pícaramente.

-¿En serio? - dije pasándo mis brazos alrededor de su cuello.

-Sí. - dijo dándome un beso en la nariz.

-¿Cuál?

-Pues podemos compartir la bañera.

-Eres un pervertido.

-No, bueno un poquito.

-Tu oferta es muy tentadora.

-¿Entonces?

-No lo sé.

-Pues que te parece si lo piensas mientras entramos a la ducha.

Nos reímos, lo besé, entramos al baño, tiramos la ropa en la entrada del baño, entramos a la ducha, nos duchamos entre besos y risas, después de media hora salimos.

-Logan.

-¿Qué pasa?

-Ya tengo hambre.

-Ya voy a preparar el desayuno, mientras lo hago vístete.

-Como usted diga jefe.

-Muy bien señorita, apúrese a cambiarse, no queremos que se vaya a enfermar.

Me reí, me acerqué a él y le dí un beso rápido, Logan salió de la habitación directo a la cocina, tomé mi ropa y me vestí, hice mi rutina diaria, cuando estuve lista fui a la cocina, Logan estaba sirviendo el desayuno, me senté en la barra de la cocina y observé todo lo que hacía.