Una Confusión Total

223 38 11
                                    

Los trabajos se llenaron mucho, estaba tan ocupado y no había salido de mi casa en dos días.

Me llegó una notificación a el celular, vi y decía "Cumpleaños de Sparta en doce horas", suspiré y recordé que Aga había agarrado mi celular hace unos días.

- Papá, ayudame un momento - hablo Acenix desde la cocina.

- Voy - hable y fui a ayudar a preparar la cena.

Después de la cena nos sentamos en el sofá, el silencio era agradable, mis ojos se estaban cerrando poco a poco.

- ¿Qué día tranquilo verdad? -- dijo Acenix evitando que me quede dormido.

- Si, es un día muy relajado -respondí.

-¿Sabes dónde se fue Musi? -- volvió a preguntar.

-No, solo dijo que iba estar ocupado y regresaría en unas horas.

- ¿Cuándo es tu cita?- preguntó aún con más entusiasmo.

- Creo que mañana.

- ¿Podemos salir a pasear?.

- Okey, me voy a cambiar de ropa y salimos- dije y me fui a mi habitación.

Mientras me cambiaba escuche como alguien tocaba la puerta desesperadamente, me preocupe y fui a abrir lo mas rápido que pude.

Al abrir la puerta mis ojos chocaron con los de Timba, él estaba allí, se veía enojado y olía a alcohol, a su espalda estaba Sparta con ojos llorosos, tenía un moretón en la mejilla.

- Rius tú eres mío, regresa conmigo y deja a ese estúpido chico que tienes a tu lado - dijo con tono autoditario.

- ¿Papá quién es esa persona? - preguntó Acenix detrás mío.

- Timba por favor vete, en estos momentos estas borracho, además no queda nada entre nosotros e incluso escuche que estas casado- dije seriamente, estuve a punto de cerrar la puerta pero vi como Sparta temblaba y sus ojos se llenaban de miedo.

- Rius tu no comprenderias por que yo me casé con ella, yo me voy a divorciar y voy a volver contigo- dijo poniendo una mano en la puerta.

- Timba entiende que no me importas, yo ya no te quiero, tú me hiciste tanto daño y nunca volveré a estar contigo- dije enojado.

Sentí un impulso por jalar a Sparta, sus ojos decían que lo salve y se notaba que tenía miedo. Cerré la puerta en la cara de Timba y le puse seguro.

- Acenix llama a los guardaespaldas para que se lleven a Timba - hable rápidamente.

Vi en rostro de Sparta y era un desastre, el golpe estaba morado y tenía los labios agrietados, su ropa olía a alcohol y tenía ojeras, se veía tan diferente.

Detrás de la puerta Timba estaba gritando y tocando fuerte para que lo habrá pero le di poca importancia.

- Acenix trae el botiquín- dije mientras iba a mi habitación jalando el brazo de Sparta.

- Rius no es necesario, Timba se va enojar aún más si me quedo aquí- dijo quejándose e intentando soltar su brazo.

- Pues que se enoje, no es como si eso fuera tan importante- dije sin darme cuenta.

En la habitación cure a Sparta, con ayuda de Acenix logramos hacer que el acceda a usar un poquito de maquillaje.

- Listo, mis dos bebes se ven hermosos- dije con alegría al verlos usar una ropa que combina y junto al maquillaje quedaban divinos.

- ¿Aún me consideras tu hijo? - Preguntó Sparta con cierta nerviosidad.

- Claro, hace cinco años era como tu mamá, y te quería como a un hijo, así que aún eres como mi bebé - respondí alegremente.

- Genial, somos con hermanos- dijo Acenix abrazando a Sparta.

- Bueno, los voy a dejar para que se conozcan un poco-dije acercandome a la puerta- al parecer Timba aún no se fue.

Salí de la habitación y me diriji hacia la puerta, la abrí y allí estaba él, tenía los ojos llorosos y la cara hecha un desastre, estaba tirado en el suelo.

- Rius lo siento- dijo levantando la mirada.

Quise responderle de la forma más horrible, pero aún no comprendía por que el solo hecho de verlo así, me causaba culpa.

- ¿Por qué bebiste tanto? - pregunté mientras me sentaba a su lado.

- No lo sé, acaso en verdad soy un ser despreciable- respondió como si esa respuesta hubiera sido para sí mismo.

Lo mire por un rato, estábamos en silencio, antes imaginaba que al verlo lo odiaría tanto que ni su presencia podría soportar, pero ahora creo que no siempre las cosas salen como uno las imagina.

- ¡Rius! - se escucho un grito al fondo del pasillo, voltee a ver y vi a Aga furioso.

- Maldito Timba, quieres que te ponga una orden de alejamiento para que dejes de molestar a Rius- dijo cuando estuvo cerca.

- A mi no me hablas así- respondió Timba, se le acercó y le dio un golpe en la cara.

Quizá los momentos con calma sean las que anteceden a los momentos con furia, ver el cambio de humor de Timba no era bueno.

- Aga por favor no empiecen una pelea- dije interponíendome entre ellos.

- Timba por que no le dices que todo esto fue por tu hermano, que lo dejaste por tu hermano - dijo Aga todo furioso.

Recordé que antes cuando conocí a Timba el decía que tenía dos hermanos secretos, habíamos decidido buscarlos pero casi siempre llegamos a un callejón sin salida, así que nos rendimos.

-¿ Timba, qué es lo quiere decir? - pregunté.

- Pues verás Rius esa alimaña que ves allí, terminó siendo amenazado por una chica, y sabes que es lo peor-respondió Aga, todo era confuso para mi.

- ¡NO TE ATREVAS A DECIRLE AGA, LO PROMETISTE, DIJISTE QUE PASE LO QUE PASE NO LO CONTARÍAS, POR FAVOR AGA! - grito Timba.

- Este ser tan repugnante se enamoro de ti, hacer que te engañe le hubiera sido difícil para esa chica, e hizo que Timba arriesgue todo por su hermano y por ti- dijo Aga con un rostro neutral.

- ¿Por qué haces esto Aga? - dijo Timba, sus ojos comenzaron a ponerse rojos.

- Por qué esa maldita bruja que tienes por esposa acaba de enviarle a mi madre las fotos que prometiste borrar, y también esta amezando con publicarlas si es que no dejo a Rius- dijo Aga, yo no conocía a esposa de Timba, por que ella quería que Aga me deje, no lo sabía, pero de seguro ella quería hacerme daño y lo estaba logrando.

- Lo siento -se disculpo Timba, estaba cabizbajo y triste.

- Un lo siento no arregla nada, esto debe parar, tienes que terminar con esa bruja, y destruirla- dijo Aga enojado.

Él y Timba se fueron, mientras yo solo estaba demasiado confundido.

¿Perdonar? Ni que fuera DiosWhere stories live. Discover now