5 años

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Llegar del viaje fue una etapa, cuando llegue a la casa e instale todo, sentí como la puerta estaba tan lejos, quería salir pero tenía miedo, pase una semana encerrado, cuando por fin salí, termine chocando con alguien.

— Lo siento muchísimo— dijo ayudándome a levantarme.

— No es nada— respondí.

— Mi nombre es Musicraftero pero me puedes decir Musi, soy tu vecino, te vi llegar hace unos dias— habló presentándose.

— Ah, mi nombre es Rius— dije.

Después de hablar unos momentos él se fue y yo di un paseo para conocer el lugar, llegué a una licorería, ví cada cosa de ese lugar,  me llamo la atención los vinos y terminé comprando una docena.

De camino a casa me tope con Musi quién discutía con un señor, alcancé a escuchar sobre una hipoteca.

Cuando él señor se fue me acerque a Musi y hablamos, terminamos vendiendo su casa y quedándonos con una Boutique qué heredó de su madre.

— Rius, tú serás el jefe, ya que si tomamos en cuenta, sin tí estaría perdido— dijo Musi anotando en una agenda.

— Gracias, pero ¿Tú qué harás? — respondí, él sonrió anoto unas cosas más y me entrego su cuaderno.

Leí cada cosa, analice y la conclusión llegaba a qué yo sería dueño y modelo, formaríamos una empresa de productos de belleza, este plan era de lo mejor, Musi llamo y contacto a varias personas y logramos lo que queríamos en un año éramos la mejor empresa de Canadá.

— Puedes dejar el vino— dijo Musi quitándome mi botella.

— No te metas con mi soporte de vida— hablé e intente quitarle la botella, pero como estaba un poco mareado resbale.

— Rius te embriagas cada noche, haces ejercicio, te bañas y luego duermes— dijo serio.

— Esto no interrumpe mi desempeño laboral— dije lanzándome sobre él, pero de nuevo fallé y caí sobre el sofá.

— Este no es un estiló de vida saludable, te la pasaste así un año, pareces un adicto al trabajo y también al alcohol— reprendió.

— ¡Está es mi vida! — grite y está vez intenté hacerlo caer, pero falle, de un momento a otro sentí todo borroso uno de mis ojos comenzó a sangrar, Musi se acercó y me cargo.

— Te llevaré al hospital— dijo pero se notaba preocupado, comenzó a correr hasta llegar al auto que compartíamos

En el hospital me operaron un ojo, dijeron que tendría ojos bicolor, podría ver bien pero mi ojo cambiaría de color.

Pasó dos años en los que me tuve que acostumbrar a qué Musi sea más y más sobreprotector, justificaba todo con que yo era la imagen de la empresa.

Un día mientras volvía tranquilo me encontré con un señor golpeando a un chico, me acerque y ayude al muchacho.

— ¿Por qué te golpeaba?— pregunté mientras ayudaba al chico a caminar a un lugar seguro.

— Es mi papá, dice que parezco una chica, siempre fue homofóbico, pero hoy alguien le dijo que yo era gay, por eso me golpeaba— respondió mientras brotaban lágrimas de sus ojos.

— ¿Cómo te llamas?— pregunté.

— Acenix.

— ¿Cuántos años tienes?

— 15

— Bueno, creo que puedo ayudar, tómalo como un préstamo, necesito a alguien que esté dispuesto a ser modelo, si me ayudas yo me podré convertir en tu tutor, te daré todo lo que necesitas — le dije, ví como sus ojos dejaron de llorar y se lanzó a abrazarme, yo solo correspondí al abrazo.

Ayude a Acenix, ahora yo era su tutor legal, le puse profesores privados, un día él conoció a un chico llamado Jon que era cantante, acepte que salieran hacían una linda pareja.

Musi se había casado y quedó viudo en un mes, él se enamoró de una chica, muy linda amable y humilde, pero ella tenía una enfermedad, Musi se casó sabiendo que ella moriría, lo ví llorar y también lo consolé, ahora éramos dos adictos al trabajo.

— Tenemos qué expandir la empresa — habló Manu, uno de los accionistas importantes de la empresa.

— Sería lindo tener puntos de venta en el extranjero— comento Tina.

— Bueno, hay que tener en cuenta algunas propuestas y ver en qué país nos puede ir mejor para poder iniciar la creación de puntos de venta en el extranjero— argumente.

— De acuerdo a lo que dices, el mejor país donde podríamos crear un punto de venta es en España — dijo Musi

— No hay otro, por ejemplo Francia o Italia— dije, ví como Musi sonrió, hace mucho él había empezado a preguntar sobre mi pasado pero yo no le respondía nada.

— España se adecua a nuestros ingresos, allí empezaríamos a crecer como empresa mundial — respondió.

— Lo voy a pensar mejor— dije.

Todos se fueron, pero empezé a recordar, ya pasaron 5 años, no entiendo el por qué ahora tenía que volver a España, talvez ni me reconozcan.

— ¿Y qué decides?— dijo Musi entrando a la sala de reuniones.

— Habrá un punto de venta, pero me teñire un poco el cabello— respondí.

— No puedes hacer eso, tu grupo de fans creerán que lo haces por fanatismo— advirtió con un rostro algo molesto.

— Ya lo decidí, es una condición que pongo para poder hacer ese punto de venta— dije seriamente.

— Okey, pero Acenix tendrá que ser adoptado legalmente por tí, ya no serás solo su tutor— dijo.

— Está bien.

Pasó un mes, en él que hicimos trámites, adoptar a Acenix fue fácil, el tenía 17 años, ya  podía tomar algunas decisiones.

—¿Qué hay en España?— preguntó Musi.

— Cosas del pasado— respondí.

— Cuéntame— dijo mientras se colocaba para escuchar.

Le conté todo lo que pasó, el solo cambiaba de expresiones, al terminar la historia, me di cuenta de que estaba llorando.

— ¿No te quieres vengar?— preguntó.

¿Perdonar? Ni que fuera DiosWhere stories live. Discover now