El principio del fin

438 42 2
                                    

Soy Rius, actualmente estoy lejos de lo que algún día se hizo llamar mi hogar, estoy aquí mejorando mi vida para arruinar la de alguien que me hizo daño, pero como inicio esto pues vamos a empezar por el fatídico día.

Pasado

Caminaba en dirección al parque, dentro de una semana cumplía el aniversario de enamorados con el amor de mi vida, su nombre es Timba, llevamos casi 3 años de enamorados, me senté en una silla para ver pasar a las personas.

— Buenas tardes pequeño— dijo una señora.

— Buenas tardes señora, ¿En qué puedo ayudarla?— respondí.

— Solo quería saber en dónde se encuentra aquel pozo dónde tiran cartas los enamorados— respondió con una sonrisa.

— Descuide no está muy lejos, la voy a guiar si es necesario— dije con amabilidad.

— Que bonito jovencito— me elogio la señora.

Me puse en camino, empecé a guiarla, llegamos en unos minutos, ella dijo que estaba llendo a ver a su hija, hoy le presentaría al enamorado,sonreí por eso, era una hermosa tarde para ello, cuando nos acercamos con la chica noté como Timba era el que la traía de las manos, incluso la beso pero él aún no me había visto.

— Lo siento señora, fue un placer guiarla pero recordé que tengo algo que hacer— dije y me puse a correr lo más rápido que pude para llegar a mi departamento.

Por qué Timba me estaba engañando, seguro que tenía una explicación, no entiendo nada, espero que todo sea mentira.

Ya me encontraba esperando a Timba, puesto que lo había invitado a mi casa para que venga en la noche, dijo que no podía, pero claro de seguro estaría con su amante, sin embargo le inventé la historia de que hoy me había caído y me había fracturado el brazo.

— Rius, ya llegué— dijo al otro lado de la puerta.

—Puedes pasar esta abierto.

Él entro pero al verme bien empezó a fruncir el seño, su expresión cambiaba a de uno enojado.

— Hoy estube en el pozo de cartas — dije mirándolo a los ojos.

Su rostro de nuevo cambio, se acercó me hizo sentar en el sofá y se puso de rodillas.

— ¿Quién era?— pregunté.

— Su nombre es Jane, es una buena chica— respondió.

—¿Cuánto tiempo?

— Salimos por ya casi un año.

Quedé en silencio no podía creer, casi un año poniéndome los cuernos, mis ojos empezaron a derramar lágrimas, sentía como el corazón se hacía añicos y empezaba a doler.

— Rius, lo nuestro ya no funciona desde hacer tiempo, pensaba decírtelo varias veces, esto ya no es amor, estás ocupado casi todo el tiempo, no me das tiempo, además no sé si tienes a alguien más, yo no quiero una relación así —dijo viéndome.

— Solo por qué tú me engañes no significa que haga lo mismo, y yo solo estaba trabajando para esto— saqué una cajita de mi bolsillo se puse en las manos.

¿Perdonar? Ni que fuera DiosWhere stories live. Discover now