Una noche para recordar

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Entre al departamento y vi a Sparta con Acenix revisando un álbum de fotos en el sofá.

— Esta es de cuando fuimos a una fiesta de una modelo—señalaba Acenix.

— Se ve bonita, ¿ Y este quién es? — pregunto Sparta un poco sorprendido.

— Un cantante muy bueno, estuvo coqueteando con Rius y aquí se ve el claro ejemplo de cuando lo invitó a bailar pero Rius lo rechazo— Respondió Acenix— Hay un video en Internet, dejame lo busco y te muestro.

Acenix saco su celular y empezó a buscar el dichoso video, creo que estaban muy entretenidos hablando que no se dieron cuenta de mi presencia.

— Sparta— dije llamando su atención, me acerque a su lado y solté un pequeño suspiro— Timba se fue con Agapito.

Se sorprendió un poco luego soltó una sonrisa muy linda.

—¿Entonces me puedo quedar? — preguntó con mucho entusiasmo.

— No estoy muy seguro, hay que llamar a Víctor para saber si te puede dejar quedarte— dije con cierta duda.

— Fue de viaje a las montañas en algún lugar del país, viaja mucho —dijo con una sonrisa.

—Entonces ¿ Cómo informó a tu casa que vas a estar aquí? — dije totalmente serio.

— A mi tío Flex, yo lo llamo— dijo totalmente alegre.

Suspiré y vi con Sparta se metía en el  baño para hacer la llamada, me pareció extraño pero seguro era por privacidad.

— Papá, ¿Podemos hacer una pijamada? — preguntó Acenix.

Lo pensé un momento, hace tiempo que no me divierto y no pasó mucho tiempo con Acenix.

— Esta bien, trae todo lo necesario a la sala— dije con una sonrisa.

Acenix corrío hacia su habitación en busca de mantas y almohadas, estaba feliz y fui a preparar algunos bocadillos a la cocina.

— Chicos ya llegué— se escucho en la sala, supuse que era Musi y fui a saludarlo.

— ¿Qué tal tu día?— pregunté.

— Sabes mañana después de tu cita vas a tener que ir a una entrevista para televisión, después de mucho lo conseguí, estoy muy muy exhausto— dijo entre animado y cansado.

— Rius— dijo Sparta llamando mi atención, recién estaba saliendo del baño.

— ¿Qué sucede? — pregunté.

— ¿Puede venir mi tío a acompañarnos? — dijo con un poco de nervios.

Estaba a punto de responder pero llegó Acenix con sus mantas y almohadas.

— Claro, una pijamada es mejor cuando hay varios personas— dijo animado.

— ¿Vas a hacer una pijamada? — Preguntó Musi.

— Si, salió a última hora.

— Diviértanse, me voy a mi habitación— hablo Musi con una sonrisa.

Alguien tocó la puerta y Acenix salió a abrir.

— Vamos pasa— dijo haciendo entrar a ese chico, lo vi y recordé que lo había visto ese día en el parque.

— Buenas noches, mi nombre es Flexvega un gusto conocerlos— se presentó.

Al verlo con más detalle, me di cuenta de que se parecía a la difunta esposa de Musi.

— Esperenme un momento— dijo Musi corriendo a su habitación.

Todos nos miramos confundidos, y Musi volvió con un álbum de fotos que le dejó su esposa.

— ¿Flex sabes lo que esta pasando? — preguntó Sparta en un susurro.

Flex nego con la cabeza, todos mirábamos a Musi mientras el sacaba algunas fotos de aquel álbum.

— ¿Éste eres tú verdad? — pregunto Musi mientras pasaba algunas fotos a Flex.

Flex se quedó viendo las fotos por un momento y algunas lágrimas comenzaron a salir, mire de reojo las fotos y recordé que hace mucho Musi trataba de encontrar a el hermano de su esposa, pero se dio por vencido.

— Creí que era un sueño, antes creía que está chica solo era parte de mi imaginación— dijo Flex mientras se sentaba— solo recuerdo que estaba con ella y que era importante para mi pero no se que pasó y me llevaron lejos.

— Ella era mi esposa, me contó sobre su hermanito y que se habían separado cuando sus padres murieron, creo que dijo que sólo tenías 2 años cuándo te mandaron a otro país— dijo Musi sentándose a su lado.

Estaba muy confundido, intercambiamos miradas con Sparta y Acenix, pero  estábamos casi igual.

— ¿Entonces cómo es que eres hermano de mi papá? —preguntó Sparta.

— Bueno yo recuerdo que vivía con tu papá y su mamá, me dijeron que éramos hermanos pero un día solo me sacaron de la casa y no lo volví a ver— dijo Flex, se escuchaba triste.

— ¿Tú vida suena interesante, nos la cuentas? — dijo Acenix, se sentó y miró fijamente a Flex—Soy todo oídos, puedes empezar.

Me senté junto a Sparta y Acenix.

— Pues mi vida es algo complicada, prefiero no hablar de eso — dijo con algunas lágrimas, se las seco y vio a Musi a los ojos— ¿Cómo está mi hermana?.

Musi se quedó en silencio, yo sabía muy bien que ella había muerto, ¿Cómo se lo diría?.

— Ella está en un lugar mejor— dijo con una mirada perdida, talvez decir eso no fue fácil, o solo le trajo recuerdos de ella.

Vi a Flex, estaba llorando, se cubrió la cara pero igual se notaba como las lágrimas caían, Sparta se le acercó y solo le dió un abrazo.

— Flex, ¿Cada cuánto vas a qué te hagan un chequeo general en el hospital?— preguntó Musi.

Deduje que la pregunta se debía a qué Flex podría tener la misma enfermedad que su hermana.

Flex no podía hablar, él solo lloraba, algunas veces por más que no hayas conocido a alguien te sientes mal por su muerte, por qué te pones a pensar en que si hubieras hecho algo probablemente las cosas no sucederían de ese modo.

Flex se quedó dormido en los brazos de Sparta, sus ojos estaban hinchados por haber llorado por casi 3 horas.

Prepare el cuarto de invitados y deje que Flex duerma allí, Sparta y Acenix compartieron el cuarto y yo dormí en el mío.

(...)

La mañana había llegado, estaba cansado y no quería despertar, escuché entre sueños como entraron personas a mi cuarto, pero insistí en dormir, hasta que me destaparon y jugaron a hacerme cosquillas, allí si levanté de golpe para golpear al que estaba queriendo acabar con mis hermosos sueños.

Vi a Sparta y Acenix riéndose, estos dos bandidos me habían logrado despertar.

— ¿Qué hay de desayuno?— pregunté mientras me tallaba los ojos.

— Acaso no recuerdas que hoy desayunas con el famoso cantante Mondongo— dijo Musi que estaba apoyado en la puerta.

¿Perdonar? Ni que fuera DiosWhere stories live. Discover now