Trabajo fallido

Déjalo ir

Pasaron un par de días y la policía no soltaba a Hinata. Todos esos días el azabache estuvo esperando su regreso, seguro volvería por sus cosas y él estaría ahí, esperándola para explicarle todo.

-¿Qué?- Contesto malhumorado el teléfono.

-Sasuke, tenemos noticias de Hinata- De inmediato Sasuke se reincorporó y puso atención a lo que su padre decía.

-Al parecer la policía quiere mantenerla alejada de aquí, la transferiran a otro sitio, casa, trabajo-

-Pero no le pueden hacer eso si ella no lo desea- Se rascó el cabello desesperado.

-Al parecer lo pidió ella misma, sabe que la policía no puede contra nosotros-

-Entiendo...- Cortó la llamada.

Entendía perfectamente la situación, en resumen, la alejarian de él para siempre, pero no lo iba a permitir.

Llamo de nueva cuenta a su padre pero no contestó, así que decidió ir a la casa Uchiha a buscarlo e idear un nuevo plan para que no pudieran llevársela. No sería complicado, dependiendo a donde quieran llevarla será en un auto blindado o un avión privado, bastante fácil.

Tomo su auto y condujo hasta la casa en la que paso toda su niñez y adolescencia, era bastante lujosa sin llegar a ser una mansión, lo cual era bastante común en su familia.

Bajó y abrió la puerta principal y camino a la sala topandose son su madre.

-Sasuke, ¿qué haces aquí? Hace tiempo no me visitabas- Camino para abrazar a su retoño que correspondió el tierno abrazo.

-Vine a buscar a papá, creí que por su hora de almuerzo estaría aquí-

-¿Buscar a tu papá? Eso es nuevo- Dijo entrecerrando sus ojos, como si quisiera adivinar lo que pensaba su hijo.

-Sí, necesito su ayuda en algo- Dijo algo nervioso.

-Cuentale a mami que pasa, no es normal que vengas hasta aquí a buscar a tu papá- Regaño.

-Mamá... yo... me he enamorado de uno de mis trabajos- Con "trabajos" se refería a las personas de las cuales él se tenía que encargar.

-Sigue- Pidió algo sorprendida, su pequeño hijo que nunca presento sentimiento alguno por una mujer le tiraba la bomba de que se había enamorado.

Al principio el Uchiha se resistió un poco, pero decidió contar todo con lujo de detalle, explicando como poco a poco se había enamorado de esa mujer de ojos claros.

-Entonces planeo decirle a papá que me ayude a detener su llegada a otro lugar...- Terminó de explicar.

-Hijo... mira... Sé que amas a esa mujer, pero debes entenderla, tiene miedo y será muy difícil que vuelva a confiar en ti. Déjala ir- Exclamó algo triste por la situación de su hijo.

-Pero mamá, yo... la amo- Las lágrimas del pelinegro comenzaron a correr como una catarata, no soporto escuchar eso último. Al fin había encontrado alguien que llenaba su vida, y solo pensar pasar una vida sin ella le aterraba.

-Por eso debes dejarla ir. Demuéstrale cuanto la amas dejándola ir- Mikoto también deseaba llorar, ver a su hijo de esa manera era algo que nunca había visto.

Sasuke se fue a la cocina e intento calmarse tomando agua. Se supone que cuando amas algo tienes que luchar por eso pero, ¿qué tal si su madre tenía razón? Miró su teléfono y busco el contacto de su esposa.

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-Vamos Hinata, ya revisaron la casa, él no está ahí, entra rápido, saca lo que necesites y vuelve, aquí estamos para protegerte- Dijo Asuma insistiendo para que la mujer bajara del auto y recogiera sus cosas en la casa.

Con algo de miedo camino y entro a la casa, topandose con que todo seguía exactamente igual como cuando se había ido, solo un vaso de agua era prueba de que su esposo había vuelto a ese sitió.

Fue a su recámara y con una maleta metió algo de ropa, intentaba concentrarse pero mirar ese lugar le traía hermosos recuerdos. Como cuando ella se alistaba para ir a trabajar y el que consideraba el amor de su vida le decía que se miraba hermosa o esas noches llenas de risas mirando películas.

Las lágrimas querían salir pero no lo permitiría, él solo había jugado con sus sentimientos para asesinarla.

Termino la maleta y llego a la sala, dándole un último vistazo al lugar y decidiendo que en el momento que saliera por la puerta dejaría todos esos recuerdos en el pasado para siempre y no los recordaría nunca más.

En ese instante, su teléfono vibró y lo saco su bolsa para darse cuenta que era un mensaje que decía:

Hinata, sé que lo sabes todo y todo lo que decifraste es verdad, menos una cosa, te amo. En serio lo hago, y la única manera que tengo de demostrarlo es dejándote ir. No te buscaré, no sabrás nada más de mi. Lamento todo lo que te hice. Te amo y lo haré toda mi vida.

Al leerlo las lágrimas que guardaba comenzaron a salir, algo en su corazón decía que debía de creerle pero tenía miedo, podría ser una trampa.

-Hina, ven- Dijo Tenten entrando a la casa y llevándosela de ahí sin preguntar nada, pensaba que ver ese lugar le traía ácidos recuerdos y esa era la razón de su llanto.
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-¡Teme! ¡Hime se va!- Gritó Naruto entrando a la oficina de Madara, donde también se encontraba Sasuke.

-Lo sé Dobe- Dijo bajando el cigarro que tenía en la boca.

-¿No irás tras ella?- Preguntó algo sorprendido.

-No, si mi destino es estar con ella, nos volveremos a ver, en algún lugar...-